– ?Lo ha hecho?

– Claro que no. Salio al jardin a traves del estudio.

– ?Estaba… bien?

– Si. ?Por que no iba a estarlo?

– Estoy preocupada por el. Me preguntaba si su reunion podria haberle contrariado. Logan alzo una ceja.

– Si hay alguna razon por la que debiera estar contrariado, seria por la descarada inclinacion de su hija a escuchar detras de las puertas.

Emily golpeo la alfombra con un pie.

– ?Piensa seguir echandomelo en cara siempre?

– No siempre. -Le brindo una amplia sonrisa. -Aunque quien sabe.

Que hombre tan exasperante y grosero. Y que injusto que tuviera una sonrisa tan atractiva. Menos mal que ella era inmune a el, o acabaria encontrandose embelesada y desarmada. En vez de eso, le senalo la puerta con una mirada desdenosa.

– Por favor, no deje que le entretenga mas. ?O tiene intencion de quedarse y seguir husmeando por mi casa?

El dio un paso hacia delante.

– ?Piensa seguir echandomelo en cara siempre? -pregunto Logan con suavidad.

Emily inspiro con rapidez y dio un paso atras. La espalda de la joven choco contra la puerta, por lo que no pudo seguir retrocediendo cuando el dio otro paso hacia ella.

Santo Dios, el estaba tan… cerca. Lo suficientemente cerca para que ella pudiera verle los poros de la cara bien afeitada. Deslizo la mirada por la mandibula firme y cuadrada, por la nariz rota, por los pomulos altos y las cejas oscuras. No eran los rasgos delicados y elegantes de un aristocrata. No, los rasgos de ese rostro sombrio eran rudos y afilados, y conferian al hombre un aspero aire de peligro que deberia haberla repelido pero, por el contrario, solo conseguia que lo mirara fijamente, sin que fuera capaz de apartar la vista.

Como todo el mundo, Emily habia oido rumores sobre Jennsen que decian que habia nacido en la pobreza y que abandono America bajo misteriosas circunstancias. ?Seria verdad? ?Como habria logrado salir de la nada y amasar una inmensa fortuna? Parecia un hombre decidido, el tipo de hombre que no dudaria en hacer lo que fuera necesario para conseguir lo que queria. Un ardiente estremecimiento bajo por la espalda de la joven.

Sus miradas se encontraron. Porras, sus ojos eran… fascinantes. Oscuros y misteriosos. Irradiaban una aguda inteligencia y una intensidad que parecia traspasar su piel y mirarla directamente al alma, llenandola de un calor y una conciencia de si misma que jamas habia experimentado antes.

Emily inspiro lenta y profundamente, y luego tuvo que contener un gemido. Santo Dios, que bien olia. Justo como ella recordaba. Como a ropa limpia mezclado con un leve toque a jabon de afeitar y a sandalo. El corazon le dio un vuelco en el pecho, y se humedecio los labios resecos con la lengua.

La mirada de Jennsen bajo a su boca, y, de repente, Emily se sintio como si la habitacion se hubiera quedado sin aire. El calor que el desprendia la envolvio, encendiendo una indeseada y humillante llama en su interior. ?Podria percibirlo el? Santo Dios, esperaba y rogaba que no. Antes de que la joven pudiera recuperarse, el planto las manos en la puerta a ambos lados de su cabeza, aprisionandola.

– ?Lo hara? -susurro el.

Emily habia perdido por completo el hilo de la conversacion. Y por la mirada de los ojos de Logan, el se habia dado cuenta. La joven tuvo que tragar saliva dos veces para poder emitir alguna palabra.

– ?Hacer que?

– ?Piensa seguir echandomelo en cara siempre?

– No siempre -dijo ella, repitiendo su respuesta, -aunque quien sabe.

– Por la manera en que me observaba -murmuro el, deslizando la mirada por la cara de Emily (que ella sabia que estaba roja como un tomate), -parecia como si…

«?Quisiera que me besaras?»

– … pensara que iba a robar la plata de su familia -concluyo el.

La sensacion que atraveso el cuerpo de Emily debia de ser de alivio, no de desencanto.

– No estaba pensando nada por el estilo, senor Jennsen -dijo ella con una voz que sono dolorosamente jadeante. -Soy muy consciente de que puede permitirse comprar la plata que quiera.

– ?Entonces que estaba pensando?

«Que a pesar de todos mis esfuerzos soy incapaz de borrarte de mi mente. Y que a pesar de que mi buen juicio me grita que es un error, quiero sentir la magia de tus besos una y otra vez. Tanto que me asusta.»

– ?Quiere que sea sincera?

– Por supuesto.

– Muy bien. Pensaba que es una alimana maleducada. -Era cierto, insistio a su discrepante conciencia. Habia pensado eso… hacia varios minutos.

En vez de mostrar disgusto, el asintio con gravedad.

– Ya veo. ?Le gustaria saber en que estaba pensando yo?

– ?Serviria de algo que dijera que no?

El esbozo una sonrisa.

– De nada en absoluto. -El se acerco todavia mas y a Emily casi se le detuvo el corazon.

– Pensaba -dijo Logan con suavidad, acariciandole la mejilla con su calido aliento -que esta situacion me recuerda mucho a nuestro ultimo encuentro. Nosotros dos… solos… en una biblioteca.

Emily afianzo con rapidez sus tambaleantes rodillas. Lo que ese hombre provocaba en ella sin ni siquiera tocarla era muy alarmante.

«Y emocionante -le recordo la vocecita interior. -No olvides lo emocionante que es.»

Reuniendo cada apice de valor que le proporcionaba aquella educacion aristocratica que le habian inculcado desde la cuna, le lanzo su mirada mas feroz.

– Le aseguro que ese tipo de encuentro no volvera a repetirse.

– Oh, ya lo sabia. No tengo intencion de volver a besarla. No importa lo mucho que me lo pida. -Como si sus palabras no hubieran sido lo suficientemente insultantes, aquel sinverguenza tuvo el descaro de guinarle un ojo.

Emily se quedo boquiabierta, pero al instante cerro la boca con tal fuerza que sus dientes chocaron.

– No tema que eso suceda, senor Jennsen. Mi orgullo no me permite cometer dos veces el mismo error.

– Igual que el mio.

– Excelente. Entonces no hay ningun problema.

– Ninguno en absoluto. -La taladro con la mirada durante varios inquietantes segundos. Luego entrecerro los ojos. -Se que se trae algo entre manos.

A pesar de la sorpresa, ella le sostuvo la mirada con calma. El podia acobardarla con aquella intensa masculinidad, pero como la mayor de seis hermanos, era muy capaz de adoptar una actitud inocente cuando estaba tramando una trastada.

– ?Perdon?

– Usted. Esta tramando algo. Tiene ese brillo en los ojos. Se reconocer un problema cuando lo veo.

– No se de que me habla.

– Tambien se reconocer una mentira cuando la oigo.

– Aquellos ojos oscuros parecieron escudrinarle directamente el alma. -?Que esta tramando?

Por supuesto, lo suyo eran meras conjeturas; intentaba ponerla nerviosa. Por desgracia, estaba teniendo exito.

– Una vez mas, no tengo ni idea de que habla. No me importa que me llame mentirosa. -En especial cuando estaba mintiendo.

La expresion de Logan era inescrutable, y Emily se maldijo por no poder leerle la mirada con la misma facilidad que el parecia leer la de ella. El se acerco un poco mas. Sus bocas solo estaban separadas por unos centimetros.

– Deje que jugara conmigo una vez, lady Emily -murmuro el. -No volvere a permitirlo. Sea lo que sea lo que se traiga entre manos, no tendra exito conmigo.

Emily logro soltar una risita confiada.

– Su egocentrismo me sorprende, senor Jennsen. Aunque admito que busque su compania en nuestro ultimo

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