ha ocurrido. Ya han demostrado que tenian razon.

– Ah. -Colin inspiro profundamente y luego fruncio el ceno-. Hay algo que debo decirte.

– ?Que es?

– Ya he decidido quien sera mi esposa.

Al oir sus palabras pronunciadas quedamente, la noche y la intima emocion que estaban compartiendo perdieron todo su color, y todo se tino de un color gris sombrio. Alexandra sabia que aquel dia llegaria, y pensaba que estaria lista para ello, pero nada la habia preparado para ese duro golpe. La desolacion y la pena, mucho mas profundas de las que habia experimentado nunca en las calles de Londres, le apretaron el corazon.

– Ya veo.

– No, no creo -dijo el buscandola con la mirada y negando con la cabeza. Le tomo las manos entre las suyas-. Sabia que me importabas, pero no me di cuenta de cuanto hasta que no pusiste fin a nuestra aventura. Y esta manana, cuando me he despertado despues de pasar una noche infernal y solitaria sin ti, deseandote cada minuto que estaba alli tumbado a solas, me he dado cuenta de que voy a quererte cada noche, que incluso si pudiera pasar cada minuto de mi vida junto a ti, aun asi no seria suficiente. Pero quiero intentarlo.

Todo en Alexandra, su respiracion, su corazon, su sangre, se quedo paralizado.

– ?Que estas diciendo?

– Que me he pasado los ultimos cuatro anos pensando en ti, preguntandome que habria sido de ti. Y no deseo seguir haciendolo. Lo quiero saber de primera mano, cada dia. Estoy locamente y ridiculamente enamorado de ti.

Y ante el increible asombro de Alexandra, hinco una rodilla en el suelo y le dijo:

– Alexandra, ?quieres casarte conmigo?

Colin la miro con el corazon desbocado, como si hubiera corrido a traves de todo Inglaterra, con la gravilla del suelo de Vauxhall clavandosele en la rodilla y espero. Maldita sea, Alexandra lo estaba mirando como si le hubiese brotado un tercer ojo. ?Eso era buena senal? No parecia especialmente prometedor, pero no lo sabia. Nunca antes habia hecho una propuesta matrimonial.

Finalmente y aclarandose la garganta, Alex le pregunto:

– ?Has bebido?

Desde luego, no era la respuesta que esperaba.

– Ni una gota.

Alexandra se guardo el reloj en el bolsillo y tiro de sus manos delicadamente.

– Por favor, ponte de pie.

Cuando se levanto, Alexandra le apreto las manos y Colin se dio cuenta de que tenia lagrimas en los ojos.

– Estoy conmovida y sorprendida por tu ofrecimiento, pero no puedes ni remotamente pensar en casarte en una mujer como yo.

– ?Una mujer como tu?

– ?Por que estas siendo deliberadamente obtuso? -dijo Alexandra exasperada-. Sabes lo que fui.

– Si, y se lo que eres ahora, amable, carinosa, compasiva, calida, ingeniosa e inteligente. Todo lo que siempre he sonado.

– Podrias tener a cualquier mujer que quisieras -dijo Alex moviendo la cabeza negativamente.

– Eso habia pensado siempre. Pero parece ser que la que yo quiero, no me quiere.

– Esto no tiene nada que ver con lo que yo quiero. Se trata de lo que no puedo tener.

– Sin embargo, yo me ofrezco a ti, con mi titulo y todas mis posesiones.

– No quiero tu titulo ni tus posesiones -dijo ella horrorizada y palideciendo.

– Es una frase que me apuesto a que ninguna otra mujer en Inglaterra me diria a no ser que alguien le estuviese apuntando con un arma en la cabeza. El hecho de que tu lo digas y ademas, tal como se, lo pienses, solo hace que te ame aun mas.

– Pero… ?que pasa con tu responsabilidad para con tu titulo?

– Mi responsabilidad es casarme y traer al mundo un heredero, una obligacion que me tomo muy en serio y a la que pretendo honrar. Contigo.

– Colin, tu estas hecho para otra, para una mujer de noble cuna que proceda de la misma clase social que tu.

– En otro tiempo de mi vida habria estado de acuerdo contigo; sin embargo, ahora ya no. Puede que tu consideres que eres inferior a esas mujeres, pero yo no. Tu riqueza es de otro tipo, de un tipo que el dinero no puede comprar. Caracter, integridad, lealtad, valentia. Estaba hecho para ti, Alexandra. Tu eres mi destino.

– Colin -dijo ella tras permanecer callada unos segundos-. He vivido de forma egoista durante mucho tiempo, apropiandome de cosas que no me pertenecian. -Para sobrevivir.

– Aunque eso sea cierto, lo que hice no deja de ser egoista. No puedo volver a ser asi, a pensar solo en mi. Tu vida esta en Cornualles, la mia esta aqui. Tengo responsabilidades, con Emma, con Robbie, con los otros ninos. Me comprometi con ellos, conmigo misma. No puedo abandonar sin mas todo eso.

Colin levanto las manos de Alex y se las puso en el pecho.

– He pensado en todo eso y creo que hay una solucion. He pensado que podriamos pasar medio ano en Cornualles y medio ano aqui. Podriamos utilizar Willow Pond como un lugar para formar a los chicos a los que quieras ayudar, sacarlos de Londres y ensenarles algunas cosas practicas, como trabajar en los establos, cocinar, ese tipo de cosas; prepararlos para llevar una vida productiva. Y durante los meses que estemos en Cornualles, donde podras disfrutar del mar, Emma podria hacerse cargo de Willow Pond.

– ?Harias eso? -pregunto Emma absolutamente boquiabierta.

– Haria lo que fuese por ti. -Colin apoyo su frente contra la de Alex-. Durante anos me he sentido inutil e innecesario. Tu y tu causa hacen que sienta que me necesitan. Tengo los recursos para ayudarte. Quiero ayudarte. Dejame hacerlo.

Alexandra se echo hacia atras con los ojos llenos de esperanza, confusion, emocion.

– Pero ?que pasa con tu familia? ?Con tu padre? Se quedara destrozado cuando sepa que no has escogido a la hija de algun aristocrata como esposa.

– Nathan y Victoria me han dado ya su bendicion, y Victoria me ha prometido que te ayudara con los temas sociales. En lo que respecta a mi padre, estoy seguro de que llegara a quererte, pero incluso si eso no ocurre, no cambia nada. Me casare contigo o no me casare. Ya no tengo pesadillas y ya no siento ese peligro que se cernia sobre mi y que fue lo que me hizo venir a Londres en busca de una esposa. Y quiero sentirme asi. Te quiero a ti. Solo a ti. -Y buscandole la mirada, le comento-: ?Te acuerdas de cuando hablamos de nuestra «persona perfecta»?

– Si.

– Tu eres mi persona perfecta. ?Existe alguna esperanza de que yo pueda ser la tuya?

– Siempre lo has sido -susurro Alexandra con labios temblorosos.

Colin solto las manos de Alexandra y le cogio el rostro, ese rostro intrigante que lo habia cautivado desde la primera vez que la vio.

– ?Me amas, Alexandra?

– Estoy locamente, ridiculamente enamorada de ti -dijo ella con los ojos llenos de lagrimas.

– Gracias a Dios -dijo Colin cerrando brevemente los ojos. Los volvio a abrir y en su boca asomo una sonrisa-. Asi que estas «locoridimente» enamorada de mi.

– Lo estoy -dijo Alex riendo.

– ?Y te casaras conmigo?

– Si -dijo con un hilo de voz, y luego rio de nuevo-. ?Si!

Por fin Colin habia oido las unicas palabras que llevaba esperando la ultima media hora. La abrazo y la beso con un beso largo, lento y profundo, lleno de todo el salvaje amor y pasion que lo poseia. Cuando levanto la cabeza, miro dentro de aquellos ojos color marron chocolate que brillaban de amor y felicidad.

– Dime -le susurro contra los labios-, ?que predice madame Larchmont para nuestro futuro?

– Amor, felicidad, hijos, mazapanes y muchos dulces.

– Fabuloso. Me encantan los dulces. ?Alguna referencia a la sala de billar?

– A decir verdad -dijo Alex con una risa que llenaba su rostro de calidez- si, dulces en la sala de billar.

– Eso son, sin duda, muy buenas noticias.

Вы читаете Un Romance Imposible
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×