Mac miro su reloj, se limpio la boca con una servilleta y dio un beso a su hija. Luego se puso de pie. Tambien lo hizo Kelly, que le acompano a la puerta y automaticamente le coloco la corbata. Como un viejo matrimonio, penso. O casi.

– A Benz le encanta llevarte -insistio Mac-. Ademas, es divertido para el. Se esta haciendo mayor y no quiere admitirlo. Se pasa el dia haciendo tareas rutinarias, pero fisicas y no puede dejarlo, pero si tiene que llevarte a algun lugar, tiene una excusa para descansar.

– Sigues intentando protegerme, marido. Pero ya no soy una embarazada torpe e ingenua. Y estabamos hablando sobre hacer un trabajo para Kate…

– Pero faltan varios meses. Y ella es tan obsesiva con la seguridad como yo.

Ella asintio. Despues de colocarle el nudo de la corbata, recogio un hilo invisible de la chaqueta azul marino de el, para luego continuar con el ritual de todas las mananas, rodeandole con sus brazos. El inclino la cabeza y sus bocas se encontraron. Kelly busco entre el sabor de las pastas y del cafe, el sabor de el. Fue magico. Siempre lo era. La tension recorrio el cuerpo de Mac. Luego el de ella. El deseo se alzo como un volcan en erupcion, caliente y violento. Las manos de el se deslizaron por la espalda de KeIly y agarraron sus nalgas. Era una parte del cuerpo que ya sabia suya, pero le seguia pareciendo nueva. Cuando Mac alzo la cabeza, sus ojos verdes ya no expresaban frialdad.

– Estabamos discutiendo? -pregunto el.

– Si.

– ?Ganaste tu o yo?

– Yo.

– Siempre dices eso. Te estas volviendo muy dominante, pequena. Sabes de sobra que cuando te beso mi mente se queda en blanco.

– ?Ah, si?

Mac se puso de repente serio.

– Puede que sea un poco obsesivo en cuanto a lo de conducir. Pero no puedo olvidarme del hombre que te ataco.

– Yo tampoco -admitio ella-, pero por eso mismo tengo que superarlo. Tener cuidado es una cosa, pero tener miedo y pensar que hay peligro en cualquier esquina es estupido. Tengo que salir y hacer cosas, sola.

– De acuerdo. Tienes razon. Yo… solo necesito saber que estas bien, Kel.

Kelly sabia que se preocupaba por ella. Demasiado. Pero una vez que se fue y ella volvio a la cocina, sintio un nudo en la garganta. La ironia la golpeo… Y es que era imposible estar en peligro entre tanto sistema de seguridad y tantas alarmas. El unico lugar donde se sentia en peligro era con Mac.

Se sentia cada vez mas insegura, como si sus pies no tocaran nada solido. El sexo habia cambiado todo. Habia hecho el amor con el libremente, se habia dado a si misma sin ataduras. Eso era lo que ella se habia dicho, pero era mentira. Ella esperaba que no le importara. Esperaba que aquella atraccion fuera lo mas importante de todo… Incluso mas que el bebe o la relacion sincera que ambos estaban construyendo juntos.

Ella siempre habia sabido que no era como aquellas atractivas y sofisticadas mujeres con las que el trabajaba, pero queria creer que era suficiente para el. El habia aprendido a reirse, a relajarse, a compartir problemas y sentimientos y estaba segura de que habia una atraccion por parte de ambos. Pero nada de ello era suficiente para hacer nacer en el el deseo de un matrimonio verdadero. Para ello necesitaba sentir un amor verdadero.

Se habia casado con ella debido a su sentido de la responsabilidad. Ella lo sabia perfectamente. Pero aquel sentimiento puede que fuera contagioso porque ella tambien se sentia responsable de el y no queria que se sintiera atado y desgraciado. Se lo pasaban bien juntos, pero Kelly sentia que tenia que pasar algo pronto, porque ninguno estaria satisfecho con aquel matrimonio falso por mucho tiempo.

Capitulo Diez

Kelly termino de ponerse unos zapatos de tacon alto color rojo, y se miro al espejo. Seria mas comodo ponerse zapato plano. Llevar tacones para salir a cenar con Mac estaba bien, pero para ir a comer con Kate no merecia la pena la incomodidad. Aunque, por otro lado, ella era una embarazada gorda la ultima vez que la vieron en la empresa Fortune y no le importaba presumir de su nueva figura.

Miro a su hija, que movia vigorosamente las manos desde la cuna.

– ?Que te parecen los zapatos que me he puesto, Annie? ?Nos arreglamos de manera sensata, o nos decidimos por la vanidad?

Annie, siendo mujer, parecio expresar mas entusiasmo por lo segundo. Kelly, finalmente, acepto, imaginandose, ademas, que estarian la mayor parte del tiempo sentadas. Antes de que saliera de casa, sono el telefono.

– ?Mollie! -exclamo alegremente Kelly, sentandose sobre la cama para jugar con su hija a la vez que hablaba-. Hace mucho tiempo que no hablamos. Te intente localizar hace un par de dias, pero salio el contestador. Estaba preocupada por ti, ya que la ultima vez que nos vimos estabas intentando solucionar un problema.

– He tenido mucho trabajo y no tuve tiempo de nada. Pero yo tambien pensaba en ti. ?Estas muy ocupada, o puedes hablar?

– Voy a ir a comer con Kate, me llevare a Annie, pero no tengo mucha prisa. ?Has solucionado tu problema?

– No del todo, pero se lo que quiero hacer. Solo necesito un poco de tiempo. Si tratas de ignorar un problema el se vuelve contra ti, ?lo sabias? Mi madre decia siempre que si algo te importa de verdad, tenias que intentar conseguirlo con entusiasmo. Ya seguiremos hablando de ello despues. Ahora mismo… ?que tal tu princesa?

– La princesa esta vestida como para una fiesta real. Lleva unas zapatillas rosas con cordones blancos de saten, el pelo recogido y un vestido rosa, claro. Esta babeando y estropea un poco el efecto, ?pero que se puede hacer? Me llevo tres vestidos de repuesto, porque se lo rapido que los ensucia. Pero momentaneamente parece muy elegante.

Mollie solto una carcajada.

– Me encanta cuando hablas de ella. Me doy cuenta de que estas disfrutando de tu maternidad, Kel.

– Cada minuto, incluso las noches en que no duermo o cuando se pone enferma -Kelly cerro los ojos un momento-. Lo unico que siento es que mi madre no pueda estar aqui para verla

– Si, yo tambien echo de menos a mi madre continuamente. Discutiamos mucho sobre tonterias, ya sabes que siempre me criticaba la hora de llegada, como me maquillaba o si iba con chicos, pero no importa. Habia cosas que solo con ella podia hablar.

– Lo se. Me pasaba igual con mi madre… -Kelly suspiro-. La primera persona en que pense cuando descubri que estaba embarazada fue en ella. La hubiera molestado. Ella nunca queria que te dejaras seducir por un hombre, por muy guapo que fuera. Es curioso, pensando en lo que le paso a ella.

– Tu madre te habria entendido, Kel. Ella misma cayo en el mismo error. Bueno, ahora todo esta pasado. Ya proposito. ?Como te va tu matrimonio?

– Mac me mima demasiado: me lleva a cenar dos veces a la semana, ayer llego con un ramo de camelias, luego me puso una caja en la almohada y eran unos pendientes de rubi. Los llevo ahora puestos. De hecho, me he puesto la ropa adecuada para ellos. Pero todas esas cosas que hace me asustan un poco…

– ?Asustan?

– No se por que esta haciendo todo eso.

– Dios, eres increible. Por primera vez en tu vida te tratan bien y tienes que buscar razones.

– Pero yo no he hecho nada…

– Y si el hombre se ha enamorado de ti?

Cuando Kelly colgo el telefono eran casi las once y media. Era hora de marcharse hacia el edificio de Fortune si querian comer a la hora prevista. Toda la conversacion con su amiga habia provocado en ella ciertos sentimientos hacia Mac y no pudo evitar recordar la noche anterior.

Annie habia estado muy pesada todo el dia y, despues de cenar, Mac se encargo de ella y Kelly se preparo un bano de sales de jazmin. A los pocos minutos de que se metiera al bano, se abrio la puerta y el vestibulo se lleno

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