desesperadamente.

– Es muy orgullosa.

– Demasiado orgullosa -mascullo Jonas, y Em lo miro con extraneza. ?Que habria pasado si hubiera sido al reves? Em intuia que ese hombre era tan independiente como su hermana.

– Tenemos que construir un gran puente entre los dos, y no va a ser cosa de dos dias. -continuo Jonas.

– ?No tienes mas familia? -pregunto Em con curiosidad.

– No, solo somos Anna y yo. Puede que por eso haya pasado lo que ha pasado. Despues de que muriera nuestro padre, yo fui demasiado protector. Ella tenia que rebelarse y el resultado fue su relacion con ese miserable.

– No puedes culparte para siempre -dijo Em, y Jonas le dedico otra de sus sonrisas.

– No, claro que no. Pero si puedo intentar ayudarla. Si tu me dejas…

– ?Yo? ?Como?

– Dandome el empleo.

Em alzo la vista para mirarlo y penso que era corpulento, tranquilo y muy seguro de si mismo. No necesitaba la opinion de Dominic para saber que era competente. No habia mas que mirarlo para darse cuenta de que era un cirujano experimentado.

Y, sin embargo…

– ?Un cirujano que quiere trabajar en Bay Beach? -pregunto ella incredula. Parecia increible.

– Solo un par de meses. Depende.

– ?Depende de que?

– Del diagnostico de Anna.

– ?Quieres quedarte aqui con ella?

– Claro -era una respuesta demasiado simple, pero Em sabia que era la verdad. ?Cuantos cirujanos bien situados renunciarian a su estilo de vida por una hermana?

– ?Puedes dejar tu trabajo? -pregunto Em, y el asintio.

– Si. Da la casualidad que estaba a punto de aceptar un trabajo como profesor en Escocia. Vine aqui para despedirme de Anna y la encontre en tal estado que he aplazado el trabajo. Sabia que, fuera lo que fuera lo que la asustaba, no seria algo que se arreglaria rapido. Y necesito tiempo para construir el puente…

Una vez mas la dejaba perpleja. Renunciar con tanta facilidad a su profesion…

– Entonces, ?por que no te quedas con Anna? -sugirio Em-. Segun parece, no estas casado. Con lo que gana un cirujano, seguro que puedes tomarte unas vacaciones.

– Anna no me deja quedarme con ella, y si no tengo un buen pretexto para quedarme en la ciudad, ella me rechazara por completo. Ni siquiera ahora estoy en su casa. Estoy en un hotel. Como ya te dije, tenemos un largo camino por recorrer -estaba usando un tono eficiente, como negociando lo que le parecia un arreglo muy logico-. Por cierto, si voy a trabajar aqui, habra algun alojamiento previsto para los medicos, donde pueda quedarme, ?no?

– No lo suficientemente grande para ti -repuso ella sin pensarlo, y el se echo a reir.

– Vamos, no soy tan. grande…

«Quiza no en tamano, pero si en presencia», penso Em tratando de aclarar sus pensamientos. El necesitaba alojamiento. La ayudaria durante uno o dos meses, pero necesitaba un lugar donde vivir.

La idea de que la ayudara era tentadora. Aunque solo hiciera un par de visitas nocturnas a la semana, seria una bendicion. Le garantizaria poder dormir un par de noches a la semana.

– Estoy dispuesto a compartir tu carga de trabajo -dijo con voz suave, y ella parpadeo.

«?Diablos! ?Soy asi de transparente?», penso Em.

– Puedo arreglarmelas sola.

– Igual que Anna.

– No tenemos eleccion -contesto cortante y, al oirla, el dejo de reir.

– Si, si teneis eleccion -contradijo Jonas en tono severo-. Estoy aqui para las dos. Si me dejais, claro…

Lo dijo en serio.y con seguridad, sin admitir discusion, y una hora mas tarde Em vio como se marchaba en su pequeno Alfa Romeo, mientras ella se quedaba tratando de digerir la cuestion.

Tenia un socio para un mes.

– Quiza mas si necesito quedarme mas tiempo -habia dicho el-. Y ojala que no lo necesite.

Ella estaba de acuerdo. Ojala Anna no tuviera cancer. Pero si lo tenia, decidio que aceptaria a Jonas mientras esperaban a que ella sanase. Compartir su carga de trabajo era una bendicion. Su consulta era suficientemente grande, para los dos. Pero, ?y su casa?

Esa era la parte del arreglo que no la satisfacia. La casa de los medicos en la parte trasera estaba construida para alojar a cuatro, por lo que tenia cuatro dormitorios y cuatro banos. ?Pero solo tenia una cocina y un salon!

Esa noche Jonas dormiria en el hotel, pero a partir del dia siguiente lo tendria permanentemente bajo su techo. Un socio y un companero de piso, ?durante un mes!

Pero eso seria al dia siguiente, lo que le daba tiempo para ordenar sus ideas y controlar sus sentimientos.

Em volvio a ver a Jonas antes del dia siguiente. De hecho, lo vio esa misma noche.

Dos horas despues, Em estaciono su coche delante de Home Two, una de las casas que formaban parte del Bay Beach Orphanage, y reconocio un coche aparcado.

?Cuanta gente en Bay Beach tenia un Alfa Romeo plateado? Nadie que ella supiera, excepto Jonas.

?Que demonios estaba haciendo alli?

Caramba con sus emociones. ?Por que el ver su coche le habia dado un vuelco el corazon?

Cuando su amiga abrio la puerta, Em tuvo que disimular su sorpresa y esforzarse para que su voz pareciera normal. No fue una tarea facil, pero lo consiguio.

– Hola, Lori -saludo sonriendo, y miro de reojo al coche-. ?Interrumpo?

– Claro que no -Lori abrio la puerta de par en par y Em pudo ver a Jonas sentado junto a la mesa de la cocina. El la miro y sonrio, y Em volvio a sentir en su corazon esa sensacion tan rara que no lograba entender-. Estamos tomando un te. ?Tienes un rato para unirte a nosotros?

– Puede que si -replico Em, recelosa-. Gracias a Jonas.

– Me ha contado que te sustituyo en la consulta -dijo Lori, estrechando la mano de su amiga-. Y tambien lo de Charlie. Em, lo siento mucho.

– Estoy bien -pero no lo estaba. No habia tenido casi tiempo de pensar en Charlie, pero en ese momento se le saltaron las lagrimas. Maldicion, tenia que darse un poco de tiempo para llorar. ?Cuando lo aceptaria?-. Yo…, quiza sera mejor que no me quede a tomar ese te. Solo vere a Robby y me marchare.

Robby era el motivo por el que habia ido alli. Fuera cual fuera el de Jonas, ella tenia que concentrarse en su trabajo. Su trabajo era Robby, y exigia dedicacion.

Robby tenia solo ocho meses y habia quedado huerfano en un accidente de coche dos meses antes. Habia sufrido quemaduras graves y lo habian trasladado del hospital al orfanato. Aunque necesitaba cuidados medicos mas especializados, su tia vivia en Bay Beach y no queria ni oir hablar de que lo trasladaran a otra ciudad.

Ni tampoco queria que viviera con ella, ni que nadie lo adoptara. Asi que Robby estaba al cuidado de Lori y recibia los cuidados medicos de Em.

Habia cosas peores, penso Em. Lori no era una solucion a largo plazo, pero lo queria mucho.

Y tambien lo queria Em. Habia pasado seis semanas en el Hospital General de Bay Beach y durante ese tiempo habia conseguido conquistar el corazon de Em. Al verla entrar en su habitacion, levanto los bracitos tanto como lo permitian las quemaduras de su pequeno cuerpo para que Em lo alzara y lo abrazara

Era pequeno, bajo de peso para su edad, y todavia tenia el lado izquierdo cubierto de las heridas de los injertos. Las quemaduras le habian llegado hasta la barbilla y lo unico que parecia haberse salvado eran sus ojillos oscuros, su nariz respingona y sus rizos dorados.

Si, Em lo queria. No le daba verguenza confesar que habia perdido su frialdad profesional y tenia al nino metido en el corazon.

– ?Me has estado esperando? -susurro-. Pense que estarias dormido, pequeno diablillo.

– Deberia estarlo -Lori habia seguido a su amiga hasta la habitacion-. Ha estado abajo durante media hora. Pero esta tan acostumbrado a verte por las noches, que no consigo meterlo en la cama hasta que vienes.

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