consciente de que ellos estaban alli y era evidente lo mucho que le habia alegrado el premio, y no solo por la cantidad de dinero que este suponia.
El sabia lo mucho que los ninos deseaban que ganara. Y queria la cinta para ellos y para Erin.
Matt miro a Erin y recordo el gran esfuerzo que habian hecho para llegar con Cecil hasta alli. Pero penso que habia merecido la pena. Erin estaba alli, con un gemelo a cada lado ylos ojos brillantes de felicidad.
Llevaba puesta la ropa que le habia comparado Charlotte, unos vaqueros y una camisa de cuadros, y su pelo, normalmente suelto, se lo habia recogido en una coleta. No llevaba maquillaje, pero su cara resplandecia de felicidad y el deseaba abrazarla…
Pero no lo hizo. Se conformo con abrazar a los ninos y meterlos dentro del recinto mientras Cecil los miraba con aprobacion bovina.
– Esto merece ser celebrado- se metio la mano en el bolsillo y saco un billete que dio a Erin. Compraremos Coca-cola, patatas fritas, algodon dulce y daremos un paseo por El tunel de la muerte.
– Muchas gracias, Matt, pero,?Podemos hacerlo justo en el orden inverso?-pregunto Erin.
– Claro. Luego los adultos brindaremos con champan- respondio, con una sonrisa que derritio el corazon de Erin.
Pero solo lo hacia por amabilidad, se dijo “No sigas por ahi”, se ordeno a si misma. “Deja de imaginar cosas”.
– No queremos celebrarlo solos. ?Por que no vienes con nosotros?- le sugirio Henry, mirando a su hermano para sentirse mas seguro.
– No puedo dejar a Cecil solo.
– Os dire lo que vamos a hacer- dijo Erin. ?Por que no vamos y compramos todo lo que queramos y venimos a compartirlo con Matt?
– Gracias, Erin- dijo Matt
– Sera un placer- contesto Erin con los ojos brillantes. ?Quieres que te compremos algo en especial?
– Me tomaria una cerveza.
– Volveremos en seguida- contesto Erin.
Y se marcharon, dejandole con Cecil.
– Es una chica estupenda- le dijo Matt a Cecil, que puso su cabezota contra el pecho de Matt y se froto contra el como recordandole sus obligaciones.
– Tienes razon, yo ya estoy comprometido con otra mujer.
Charlotte se habia ido a ver los caballos y Matt deseo que volviera para ensenarle la cinta de Cecil y compartir con ella su alegria.
O quiza no lo deseara tanto.
Tal vez lo unico que le importaba fuera que Erin estuviera a punto de volver para celebrarlo con el.
– ?Donde vas a dormir?
Aquello se habia convertido en una fiesta. Los gemelos seguian comiendo y Erin habia tenido la sensatez de no llevarle solo una cerveza, sino media docena.
Estaban todos festejandolo alrededor del establo de Cecil-
Todos menos Charlotte. Ella no estaba alli, lo que era normal, penso Matt mientras hablaba con Henry. Por eso la habia elegido como esposa. Ella era muy independiente y le dejaria llevar tambien a el su propia vida…
Aunque era agradable estar rodeado por los ninos…y por Erin.
?Donde vas a dormir?- le pregunto Henry. Erin dice que nosotros nos quedaremos en un hotel, pero tu no.
– Yo me tengo que quedar aqui.
– ?Donde?
– Matt dormira sobre esta paja calentita, al lado de Cecil y de toda esta gente estupenda y sus animales. Mientras, nosotros nos iremos a dormir en una comoda cama de hotel.
– Nosotros queremos dormir aqui con el- dijo Henry.
– Eso- anadio William.
Erin penso que seria divertido. Seria mejor que irse al hotel, acostar a los ninos y pasar la velada con Charlotte.
– Matt nos ha reservado una habitacion en un hotel muy bonito. ?Tienen piscina y todo!
– Yo prefiero quedarme aqui. No queremos banarnos en ninguna piscina. El rio de Matt nos gusta mas.
– Si, pero no tenemos sacos, y estoy seguro de que Matt ha pagado ya la habitacion.
Pero sabia que no iba a poder convencerlos. Ademas, ella opinaba lo mismo que los ninos, aunque tambien sabia que quedarse a dormir con Matt alli, en el pabellon del ganado, era bastante insensato.
Por otra parte, parecia que las malas noticias viajaban a toda velocidad en las comunidades rurales.
Porque a pesar de que estaban a cientos de Kilometros de Bay Beach, la mayoria de la gente que estaba alli sabia exactamente quienes eran Erin y los ninos y estaban al tanto de lo del incendio. Asi que todo el mundo era de lo mas amable con ellos.
Un vaquero se acerco a Erin.
– Asi que perdieron sus sacos de dormir en ese incendio,?verdad?
Cuando ella asintio, el hombre se volvio hacia otros vaqueros que iban con el.
– Ya lo habeis oido chicos. Los chicos y esta dama quieren quedarse aqui, asi que vamos a hacer una colecta para comprar todo lo que les haga falta- el hombre se quito el sombrero y metio un billete de veinte dolares.
Lo paso hacia el resto.
– Luego mi Bert ira al centro a comprar lo que haga falta. En cuanto a la habitacion que habia reservado Matt, la puede utilizar alguna familia de las que iban a quedarse aqui.
La generosidad de aquellos hombres emociono a Erin. Y antes de que se diera cuenta, el sombrero estaba lleno de dinero.
Bert regreso media hora despues con alfombrillas, sacos de dormir, mosquiteras y almohadas.
Tambien en ese momento regreso Charlotte, que para sorpresa de Erin, estaba encantada con que se fueran a quedar a dormir alli.
– Es estupendo- le dijo a un asombrado Matt, entrelazando posesivamente su brazo con el de el. Como Erin se quedara cuidando al toro, tu podras venirte conmigo al hotel.
Erin, a pesar de que sabia perfectamente que estaban comprometidos, se puso enferma solo de pensar que iban a pasar la noche juntos.
Y a los gemelos tambien parecia que les habia sentado bastante mal.
– Matt va dormir con nosotros- dijo William.
Y Henry se quedo mirando a Charlotte como si fuera el ser mas despreciable que hubiera visto nunca.
– William,. Matt puede irse a dormir con Charlotte si quiere- dijo Erin, a pesar de que estaba de acuerdo con los ninos.
– Por supuesto que puede- aseguro Charlotte.
Pero Matt no parecia pensar lo mismo. El ya sabia de lo que eran capaces los gemelos cuando se enfadaban. Y ademas, el no podia dejar a Erin cuidando de los ninos y de Cecil.
– Yo voy a quedarme a dormir aqui tambien- le dijo a Charlotte, cuyo rostro se ensombrecio de inmediato.
– ?Que pasa, que no confias en que pueda cuidar a Cecil?-bromeo Erin.
– Tu ya tienes bastante cuidando de los chicos.
_Lo normal es que tenga que cuidar de cinco pequenos- dijo ella, mirandolo de un modo que habria hipnotizado a cualquier hombre.
– Erin…
– Carino, no seas estupido- le dijo Charlotte, todavia agarrada al brazo de el. Matt tuvo que hacer un gran esfuerzo par ano quitarsela de encima. Ven conmigo al hotel.
– ?Es que no sabes lo mucho que vale este toro?-le dijo, utilizando el unico argumento que podia entender ella. El dinero.
– Pero Matt…
Erin decidio mediar entre ellos.