proximo anuncio del compromiso de Colin y Betina.
No es que no se alegrara por sus amigos. No habia nada que quisiera mas que su felicidad. Era solo que…
Echaba de menos a Jack. Si, era una locura y se sentia como una idiota, pero asi era. Echaba de menos su voz, sus caricias y sus risas. Lo habia amado durante casi toda su vida. ?Como iba a dejar de amarlo?
– Terapia -murmuro mientras seguia mirando por la ventana.
Eso la habia ayudado antes a darse cuenta de que ella tambien era normal. Quiza acudiendo a un profesional consiguiera olvidar a Jack.
Cerro los ojos e intento controlar el dolor. Ya se habria ido de la casa. Su mes en casa de Hunter habia terminado a medianoche. ?Se habria ido ya a Texas o estaria a punto de salir? ?Que pensaria de ella? Sabia que regresaria para la reunion, pero de momento, se habia ido.
Llamaron a la puerta y penso que seria la camarera. Bueno, podrian limpiar la habitacion mientras ella se iba a dar un paseo.
Abrio la puerta y se quedo alli clavada.
– No eres la camarera.
Jack entro en la habitacion y se encogio de hombros.
– Si las necesitas, puedo ir a buscarte un par de toallas mas.
– No necesito toallas.
Ella se quedo mirandolo, incapaz de creer que estuviera alli. Tenia buen aspecto, aunque se le veia cansado y algo mas delgado. Pero seguia tan guapo como siempre.
– Tendrias que estar camino de tu casa -dijo Meri-. Las cuatro semanas han pasado.
– ?Es eso lo que crees? ?Que una vez pasara ese tiempo me iria?
– Si.
– Porque es lo que siempre he hecho. Mantener la distancia y no involucrarme en nada.
Meri sintio que su estomago daba un vuelco, aunque sabia que eso era fisicamente imposible.
Deseaba arrojarse en sus brazos. Queria que la abrazara y que le dijera que todo iba a salir bien. Aunque sabia que Jack no lo haria. Nada en su vida le habia resultado facil. No tenia ni idea de por que el estaba alli. Quiza hubiera ido para darle algun consejo. Ella sonreiria educadamente, escucharia, luego lo acompanaria a la puerta y se despediria, antes de romper a llorar. Ultimamente, eso se le daba muy bien.
– ?Como me has encontrado?
– Colin me lo dijo.
– ?Que? No es cierto.
– Claro que si. Pero te gustaria saber como lo hizo. Primero me torturo. Llamo justo despues de que te fueras y me dijo que sabia donde estabas, pero que no me lo diria hasta que acabara el mes.
?Colin habia llamado a Jack? No sabia si alegrarse o pedirle que le devolviera el regalo de compromiso que le habia mandado.
– ?Me estabas buscando?
– ?Tu que crees? -dijo el acariciando su mejilla.
– No lo se.
– Tienes que tener alguna idea. Te has asegurado de permanecer escondida.
– No quiero tu lastima. No quiero que me vigiles nunca mas. No quiero que me sigas viendo como la hermana pequena de Hunter.
La mirada de Jack era oscura e indescifrable.
– ?Te conformas con ser la mujer que amo?
– ?Como? -pregunto.
– Te quiero. Meri. Llevo mucho tiempo queriendote. Siempre he pensado que… -se detuvo y se encogio de hombros-. En aquel entonces, pense que habia algo entre nosotros. Pero eramos jovenes y Hunter se puso enfermo. No pude soportarlo, asi que me fui. Tome el camino de los cobardes. Te espie. Tuviste razon al llamarlo asi. Me ocupe de ti en la distancia, desde donde estaba seguro.
Meri tuvo que sentarse. Sentia las piernas debiles y la habitacion le daba vueltas.
– Te he echado de menos -murmuro Jack-. Te he echado mucho de menos y no solo en estas ultimas tres semanas, sino en los ultimos once anos. Siento no haberme dado cuenta antes de lo que sentia. Te quiero, Meri. Quiero estar contigo, quiero que todo salga bien. ?Podras perdonarme?
Ella empezo a reir y a llorar a la vez y se arrojo en sus brazos.
– Te quiero -dijo ella con voz temblorosa-. ?De que creias que iba todo esto?
– Eres una mujer complicada. No tenia ni idea. Te fuiste y eso me dejo confuso.
– Queria irme antes de que me dejaras. No podia soportar que me rompieras el corazon otra vez.
– Nunca te dejare -prometio el-. Te quiero. Quiero estar contigo siempre. ?Te quieres casar conmigo?
Meri se sentia flotar y mas feliz que nunca.
– ?Que perros te gustan?
– Los que te hagan feliz.
– Buena respuesta -dijo ella sonriendo.
La primera vez que Hunter Palmer habia caminado hacia la luz, no habia sabido que esperar. Hasta que fue diagnosticado y le dijeron que le quedaban semanas de vida, nunca penso en lo que suponia tener alma ni en lo que significaba morir. Ahora, diez anos mas tarde, tenia todas las respuestas. Pero todavia habia algunas preguntas que solo sus amigos podian contestar.
Durante la fiesta de donacion de la casa de Hunter, busco a sus amigos. En su dia, habian prometido permanecer juntos para siempre, pero despues de la muerte de Hunter, se habian separado.
Hunter se acerco a Nathan Barrister.
Seis meses antes, Nathan no habia oido hablar de Hunter's Landing. Ahora, estaba casado con Keira, la alcaldesa del pueblo, y pasaba su tiempo entre su casa de Knightsbridge en Londres y la casa de Keira en las montanas.
Su vida era rica e intensa y habia conseguido mucho mas de lo que nunca habia imaginado. Y todo se lo debia a Hunter. Nathan cerro los ojos y dio las gracias al amigo que lo habia hecho posible.
– ?Por que estas sonriendo? -pregunto Keira.
– Por ti -dijo Nathan rodeandola con un brazo-. Estoy sonriendo por ti.
– Me gusta oir eso -dijo ella y se giro para mirar a los otros samurais -. Es un dia maravilloso. Creo que tu amigo Hunter estaria contento.
– Le habria encantado vernos a todos juntos de nuevo -dijo Nathan mirando a sus amigos y a sus mujeres-. No se si es posible ser mas feliz de lo que me siento en este momento.
Ninguno de ellos era el mismo. De alguna manera, debido a la magia de aquel lugar, todos habian mejorado.
– Pues entonces creo que es el momento perfecto para esta noticia.
– ?De que se trata?
– Vamos a tener un bebe.
– ?Que?
– Vas a ser padre.
– ?Cuando? ?Como?
– ?Sorpresa!
– Te quiero -dijo tomando su rostro entre las manos-. Gracias por quererme.
– Es un placer, creeme.
– Gracias, Hunter -dijo mirando al cielo-. Te debo una.
Hunter toco el hombro de su amigo Nathan y se acerco a Luke.
Era la clase de fiesta que a Hunter le habria gustado, penso Luke. Mucha cerveza fria, buena comida y mujeres guapas.
El tiempo que habian pasado en la casa habia hecho que cada uno de los samurais encontrara a la mujer con la que pasaria el resto de su vida. ?Sabia Hunter que eso pasaria?
Luke sonrio y se encontro con la mirada de Lauren.