Susan Mallery

Deliciosamente misteriosa

Deliciosamente misteriosa (2008)

Titulo Original: In bed with the devil (2007)

Serie: 6? Mult. El millonario del mes

Capitulo Uno

Once anos atras

Meredith Palmer paso la tarde de su decimoseptimo cumpleanos acurrucada en su estrecha cama, llorando inconsolablemente. Todo en su vida era un desastre. ?Y si aquello era lo mejor que le iba a pasar?

Deberia tirarse desde la ventana de su dormitorio y acabar con todo. Claro que tan solo estaba en un cuarto piso e iba a ser dificil que se matara. Lo mas probable era que acabara con unas cuantas fracturas.

Se incorporo y se seco la cara.

– Teniendo en cuenta la distancia al suelo y la velocidad en el momento del impacto… -murmuro para si misma-. Dependiendo de la posicion… -dijo tomando un trozo de papel-. Si salto de pie… no, es poco probable, pero podria ocurrir. Entonces, la mayor parte de la carrera estaria en mi…

Comenzo a hacer calculos. Densidad de huesos frente al aterrizaje sobre el duro cemento. Asumiendo un coeficiente de…

Meri dejo el lapiz y el papel y volvio a tumbarse en la cama.

– Soy un completo desastre. Nunca sere mas que un desastre. Deberia estar planeando mi muerte y no haciendo numeros. Con razon no tengo amigos.

Los sollozos volvieron. Lloro y lloro convencida de que lo suyo no tenia cura, de que estaba destinada a convertirse en una persona solitaria.

– Tengo que hacerme con un gato -se dijo-. Pero soy alergica a los gatos.

La puerta de su habitacion se abrio y hundio el rostro en la almohada.

– Vete.

– No voy a hacerlo.

Conocia esa voz. Su dueno era el protagonista de todas las fantasias romanticas y sexuales que habia tenido. Alto, con el pelo moreno y ojos de un azul intenso.

Meri gruno.

– Que alguien me mate ahora mismo.

– Nadie va a matarte -dijo Jack sentandose en la cama a su lado y poniendo la mano sobre su espalda-. Venga, es tu cumpleanos. ?Cual es el problema?

?De cuanto tiempo disponia? Podia hacerle una lista e incluso, si le daba cuarenta y cinco segundos, traducirla a un par de idiomas y hacerle un indice.

– Odio mi vida. Es horrible. Soy un desastre. Peor, soy gorda, fea y siempre sere asi.

Oyo como Jack inspiraba.

Habia muchas razones por las que estaba completamente enamorada de el. Era muy guapo, aunque eso era lo de menos. Lo mejor de Jack era que le dedicaba tiempo. Hablaba con ella como si fuera una persona de verdad. Junto a Hunter, su hermano, queria a Jack mas que a nadie en el mundo.

– No eres un desastre -dijo el con voz queda.

Reparo en que no le dijo que no era gorda. Era imposible evitar ignorar los veinte kilos que habia ganado en su menuda estructura de apenas un metro y cincuenta y cinco centimetros. Por desgracia tampoco le dijo que no era fea. Jack era amable, pero no era ningun mentiroso.

Entre sus correctores dentales, su nariz y su complexion, podia contar con una oferta de empleo permanente en el circo.

– No soy normal -dijo aun hablando con el rostro hundido en la almohada-. Estaba planeando mi propia muerte y he acabado haciendo ecuaciones matematicas. La gente normal no hace eso.

– Tienes razon, Meri. No eres normal. Eres mucho mejor que la media. Eres un genio y los demas somos unos idiotas.

El no era ningun idiota. Era perfecto.

– Llevo en la universidad desde los doce anos -murmuro-. Es decir, cinco. Si de veras fuera lista, ya habria acabado.

– Estas estudiando un doctorado, por no mencionar… ?Cuantas eran? ?Tres especializaciones?

– Algo asi.

Incapaz de estar en la misma habitacion que el sin mirarlo, se dio la vuelta sobre su espalda.

Era impresionante, penso mientras sentia presion en el pecho y un vuelco en el estomago.

– Tengo que encontrar la manera de apagar mi cerebro -dijo cubriendose el rostro con las manos.

– ?Por que? ?Para ser como el resto de nosotros?

– Si -dijo dejando caer las manos a los lados-. Quiero ser una chica normal.

– Lo siento. Tendras que conformarte con ser alguien especial.

Lo queria tanto que sentia dolor. Queria que la viera como algo mas que la hermana pequena de su mejor amigo. Queria que la viera como a una mujer.

– No tengo amigos -dijo esforzandose por ignorar la necesidad que sentia de confesarle que lo amaria siempre-. Soy demasiado joven, especialmente en el curso de doctorado. Todos creen que soy una nina engreida. Estan esperando que me hunda y fracase.

– Lo cual no va a ocurrir.

– Lo se, pero entre mi aislamiento academico y la falta de un modelo femenino de referencia desde la muerte de mi madre, las probabilidades de madurar y convertirme en un miembro de provecho para la sociedad son cada dia mas escasas. Como he dicho antes, soy un autentico desastre -dijo mientras unas lagrimas surcaban sus mejillas-. Nunca tendre novio.

– Espera un par de anos.

– Eso nunca ocurrira. Y si algun chico siente lastima de mi y me pide salir, tendra que estar borracho para querer besarme, por no hablar de sexo. Voy a morir virgen.

Los sollozos comenzaron de nuevo.

Jack tiro de ella hasta hacerla sentarse y la rodeo entre sus brazos.

– Vaya cumpleanos -dijo.

– Ni que lo digas.

Ella se arrimo, disfrutando de lo fuerte y musculoso que era. Tambien de su olor. Si estuviera locamente enamorado de ella, aquel momento seria perfecto.

Pero eso nunca ocurriria. En vez de declararle su amor incondicional y arrancarle la ropa, o al menos besarla, el se aparto.

– Meri, estas en un momento dificil. Aqui no encajas y seguramente tampoco lo hagas con los chicos de tu edad.

Queria decirle que tenia casi su misma edad, solo los separaban cuatro anos, y que encajaba con el perfectamente. Pero Jack era de la clase de hombre que tenia docenas de mujeres a su alrededor. Guapas y esbeltas chicas a las que ella odiaba.

– Pero lo superaras y entonces la vida sera mucho mejor.

– No lo creo.

El alargo la mano y acaricio su mejilla.

– Tengo grandes esperanzas en ti.

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