hacer de ninera, si quieres.

– Claro -dijo Nicole. No albergaba demasiadas esperanzas de que aquello sucediera, pero era agradable que Brittany estuviera interesada en vez de gritar.

– A papa le gustas de verdad -le confio Brittany-. Al principio me asuste, pero la verdad es que ha pasado mucho tiempo desde que murio mama. Supongo que cuando yo me vaya, el va a necesitar a alguien.

Era una oferta de paz, y Nicole la acepto.

– Gracias por decirmelo -repitio.

– Bueno. Ahora tengo que bajar al campo. Hasta luego.

Nicole la observo mientras se alejaba. Su mirada se deslizo de nuevo hacia Hawk, que la estaba mirando. El la saludo con la mano, y ella le devolvio el saludo. ?Que significaba eso? No tenia la respuesta.

El partido empezo cinco minutos despues. Los chicos de Hawk marcaron tantos con facilidad y, segundos antes del descanso, la puntuacion era de veintiuno a diez. Los jugadores estaban a punto de salir del campo cuando la banda comenzo una fanfarria que rapidamente se transformo en el himno nupcial.

Nicole fruncio el ceno. ?Que demonios…? Entonces los demas espectadores empezaron a lanzar exclamaciones de sorpresa.

– ?Nicole, mira!

Ella miro hacia el marcador de la puntuacion y se dio cuenta de que en la pantalla habia un mensaje. «Nicole, casate conmigo».

Se quedo helada. Aquello no podia estar sucediendo. Queria salir corriendo, pero no podia moverse. Miro hacia el campo y vio a Hawk con una gran sonrisa, como si aquello fuera lo mas estupendo del mundo.

?Le habia pedido que se casara con el en publico? ?Tan facil? ?Sin conversacion, sin haberse disculpado por marcharse asi de su casa, sin hablar de la realidad de su situacion y de como iban a encargarse de las complicaciones de la vida que habian creado juntos? Tan solo una proposicion de matrimonio publica, porque si el estaba dispuesto a casarse con ella, todo tenia que ir bien.

Nicole no hubiera pensado que el dolor podia empeorar, pero asi era. Si el la quisiera de verdad, habria hablado con ella. En aquel momento, todos la estaban mirando. Se ruborizo. Queria que se la tragara la tierra.

Tomo su bolso, se puso en pie y salio del estado. Fue directamente a su coche y se marcho.

Veintiuno

Nicole volvio a casa despues de lo que le habia parecido un dia interminable de trabajo en la pasteleria, y se encontro con que apenas podia moverse dentro de su casa. Estaba llena de jugadores de futbol enormes. Eran amables, comian cinco veces mas de su numero y se mostraban extranamente protectores con ella.

En el tiempo que tardo en recorrer la distancia desde la puerta de la cocina hasta el salon, le habian quitado la bolsa que llevaba en las manos, le habian preguntado dos veces como se encontraba y le habian ofrecido echar gasolina al coche.

– Estoy muy bien -aseguro a todos.

– Si, senora -dijo un chico llamado Kenny-. Estaremos callados. Ni se dara cuenta de que estamos aqui.

Habia unos diez. Si se iba a dar cuenta.

– Hay galletas en la despensa -dijo-. Y una caja grande de tacos congelados en el congelador. Estan muy buenos al microondas. Tomad los que querais.

Gracias a Dios por Cosico, penso Nicole mientras subia las escaleras. Antes de que Raoul se mudara a vivir con ella, nunca habia comprendido la necesidad de comprar para cuatrocientos. Ahora lo entendia.

Cerro la puerta de su cuarto y se acerco a la cama. Sabia por que estaban alli los chicos. Era miercoles, y habian ido a casa todas las tardes de aquella semana. Se quedarian hasta que Raoul volviera de trabajar en la pasteleria. Por algun motivo, el creia que no debia estar sola en casa. Era muy tierno, en cierto modo. Raoul estaba intentando cuidar de ella.

Iba a ser un hombre extraordinario, penso. Algun dia, encontraria a alguien igualmente fantastico y tendrian un matrimonio que los demas envidiarian, incluida ella. Porque su vida sentimental estaba flotando en el inodoro.

Queria a Hawk lo suficiente como para estar furiosa con el, y a la vez sentirse mal por el. Aquel gesto suyo habia sido una idiotez. ?Por que iba a querer ella casarse con el, cuando ni siquiera habian hablado del bebe, ni de lo que sentian el uno por el otro? Era indignante.

Por otro lado, el habia sufrido una humillacion publica. Era un hombre con un gran ego. Quiza demasiado grande. Tal vez no se recuperara de lo que habia sucedido.

Era mejor saberlo pronto, se dijo Nicole. Si el no podia gestionar la realidad de una relacion, ella tenia que saberlo.

Un par de horas despues, alguien llamo a la puerta de su habitacion.

– Ya estoy en casa -dijo Raoul-. Los chicos se han ido.

Nicole se levanto y se acerco a abrirle la puerta.

– No puedes seguir haciendo eso. Tus amigos necesitan seguir con su vida, y yo soy perfectamente capaz de cuidarme.

El le hizo caso omiso, y le tendio un sobre grande y grueso con el sello de la Universidad de Washington en una esquina.

– Me han hecho una buena oferta -explico-. Querran que viva en el campus el primer ano, pero de todos modos estare cerca y podre venir siempre que me necesites.

Solo tenia dieciocho anos. No era su hijo, solo era una persona a la que ella habia acogido en su casa. Sin embargo, Raoul era leal y responsable, y queria asegurarse de que ella estaba atendida.

– No se si darte un golpe o un abrazo -dijo poniendose en jarras-. De todos modos, tu no vas a alterar tus suenos solo porque yo este embarazada.

– Yo voy a jugar al futbol alli, que es lo importante. Tienen un buen equipo. Es una oferta que tengo que considerar.

– No vas a elegir universidad guiandote por el hecho de que yo este embarazada. Yo soy la adulta aqui. Y estare perfectamente.

– Quiero estar seguro.

– Raoul, yo naci para cuidar del mundo. Lo acepto. Tienes que examinar bien todas las ofertas y decidir teniendo en cuenta lo que es mejor para ti. Piensa que yo no existo.

– No puedo. Tu me has apoyado.

– Hablaremos de esto un poco mas tarde, ?de acuerdo?

Raoul asintio.

Nicole se sentia mas conmovida de lo que habia estado en su vida, pero tambien estaba muy dolida, y no queria que el lo supiera. Aunque sabia que Raoul hablaba con el corazon y que ella siempre recordaria aquel momento, tambien entendia el motivo por el que estaba preocupado. No creia que Hawk fuera a cambiar de opinion. Y ella tenia el presentimiento de que Raoul estaba en lo cierto.

A Claire le habia crecido el vientre desde la ultima vez que Hawk la habia visto, en aquella cena en su casa. Desde que Serena habia tenido a Brittany, el no habia prestado demasiada atencion a los cambios que experimentaba una embarazada, y eso habia sido mucho tiempo antes. En aquel momento, se dio cuenta de que queria preguntarle a Claire como se encontraba, y cuando iba a tener a su hijo. No era normal.

Sin embargo, no habia nada normal en su vida ultimamente. Echaba de menos a Nicole mas de lo que nunca habia echado de menos a alguien. Tambien estaba enfadado y humillado por como lo habia rechazado publicamente.

Habia tardado un par de dias en calmarse y en intentar ver las cosas desde su punto de vista. Sin embargo, la verguenza aun le quemaba.

– No se que hacer -dijo a Claire mientras esta lo guiaba hacia el salon.

– Por eso he accedido a verte -respondio la hermana de Nicole. Le hizo una sena para que se acomodara en

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