Zara nego con la cabeza.

– No. Y ahora, nos gustaria volver a nuestro hotel y olvidar lo sucedido.

– Pero, ?que estas diciendo? -protesto Cleo.

Zara hizo caso omiso.

– Esto ha sido un error. No quiero seguir aqui ni un segundo mas- ?Podrias indicarnos la salida?

Rafe considero las opciones. Cabia la posibilidad de que aquella mujer hubiera renunciado a su plan original o de que quisiera tiempo para inventarse algo mejor, pero tambien era posible que tuviera intencion de dirigirse a los medios de comunicacion para organizar un escandalo. En cualquier caso, decidio que seria mejor no perderla de vista.

– ?Que os parece si os acompano personalmente al hotel? Sera una forma de excusarme por lo sucedido.

– Limitate a indicarnos la salida y nos marcharemos.

– Debo insistir en acompanaros.

Zara no parecia muy contenta con la idea, pero asintio de todos modos. Entonces, Rafe les pidio que esperaran alli porque tenia que cambiarse de ropa y aseguro que volveria en diez minutos.

– ?Se puede saber que estas haciendo? -pregunto Cleo cuando se quedaron a solas- ?Por que quieres volver al hotel? Esta es tu oportunidad de conocer al rey…

Zara dejo su limonada sobre la mesa y camino hasta la ventana.

– ?Es que no te has dado cuenta todavia? Por la forma en que nos mira, es evidente que cree que somos un par de busconas que se han presentado aqui para sacar dinero.

– Bueno, eso forma parte del papel de una princesa…

– Estoy hablando en serio. No nos cree. Piensa que intentamos extorsionar el rey o algo parecido.

Zara se cruzo de brazos. Habia pensado mucho en el viaje a Bahania y habia considerado con detenimiento las distintas posibilidades. Estaba preparada para que el rey le dijera que no era su hija, para que no quisiera aceptarla o incluso para que la tomara por loca. Pero no para que alguien pensara que se habia presentado en el pais por dinero.

– ?Por que no se enamoro mama de un banquero o de un ejecutivo? ?Por que tuvo que acostarse con el rey de Bahania?

Cleo no respondio. Resultaba evidente que no entendia la actitud de Zara.

En ese instante se abrio la puerta y reaparecio Rafe, que pregunto:

– ?Estais preparadas?

Zara se quedo sin habla. Rafe ya le habia parecido un hombre atractivo, pero en aquel momento, vestido con un traje muy elegante, le resulto absolutamente arrebatador.

Se habia quitado el tipico tocado de los paises del Golfo Persico y ahora podia ver su cabello rubio, muy corto, severo y sexy a la vez. Su mandibula era fuerte; su boca, perfecta; y aunque sus ojos resultaban tan frios como antes, su mirada la estremecio de un modo indudablemente calido.

Nunca se habia sentido asi ante ningun hombre. Estaba paralizada, incapaz de moverse e incluso incapaz de pensar.

Habia viajado hasta el otro extremo del mundo para hablar con un hombre que podia ser su padre. Pero en el corto espacio de una hora, habia cambiado varias veces de opinion, la habian tirado al suelo, la habian apuntado con una pistola, habian insinuado que era una cazafortunas e incluso se habia quedado sin aliento ante un desconocido.

Y ni siquiera era mediodia.

Capitulo 2

GENIAL! Una limusina…

Cleo no pudo evitar el comentario de asombro cuando salieron del palacio y se encontraron ante el vehiculo que los estaba esperando. Hasta Zara intento animarse, porque a fin de cuentas era la primera vez que iba a subir a un coche tan lujoso, pero no lo consiguio; Rafe Stryker seguia muy cerca y ella apenas tenia energias para concentrarse en respirar.

Su propia reaccion la tenia perpleja. No sabia por que actuaba de ese modo. Ciertamente acababa de pasar por una situacion impactante que habria puesto nerviosa a cualquier persona, pero ya habia pasado un buen rato y no podia creer que su alteracion se debiera solo a eso. De hecho, estaba tan desesperada por encontrar una respuesta facil que penso que el golpe habia sido mas fuerte de lo que habia imaginado y que tal vez tuviera una conmocion.

Cleo fue la primera en subir al vehiculo; por desgracia para su hermana, se sento junto al conductor y Zara no tuvo mas remedio que compartir la parte de atras con Rafe. Como el habitaculo era enorme, se aparto tanto como pudo. Necesitaba poner espacio entre los dos.

– Deberia haberme quedado en casa -dijo en voz alta, antes de darse cuenta de lo que hacia.

Rafe la miro y dijo:

– Ahora es demasiado tarde.

Cuando el coche arranco, Cleo se asomo por la ventanilla y dijo:

– Es verdad, es de color rosa. Cuando investigue sobre tu pais, lei que lo llamaban el palacio rosa por esa razon, pero al llegar no le preste atencion…

– No es que no le prestaras atencion, es que no es de ese color -explico el-. Es un efecto del marmol de las paredes; con determinadas condiciones de luz, se ve rosa en la distancia.

– Pues me gusta mucho -dijo Cleo-. Es una lastima que no haya podido ver a ninguno de los famosos gatos de palacio… ?Es verdad que el rey tiene decenas?

Rafe asintio.

– Si, es cierto. Se los considera una especie de tesoro nacional.

– Que afortunados…

– Y dime, ?donde te informaste sobre Bahania? -pregunto el hombre.

Cleo se encogio de hombros.

– Sobre todo en Internet. Zara trabaja en la universidad y consiguio varios libros, pero el resto lo sacamos de la Red. Hay un monton de informacion sobre la historia del pais y sobre la familia real. Incluso descargamos fotografias y cosas asi.

Zara lamento el comportamiento de su hermana porque pensaba que solo serviria para empeorar las cosas. Despues de su explicacion, Rafe pensaria sin lugar a dudas que estaban alli para sacar dinero y que habian consultado la informacion de Internet para mejorar su plan. En realidad no le extranaba demasiado, porque de haberse encontrado en su lugar, ella habria pensado lo mismo.

Cada vez estaba mas convencida de que la mejor opcion era volver a casa. Ya no tenia esperanza alguna de ver al rey, y por otra parte, se dijo que si habia sobrevivido veintiocho anos sin un padre, podia seguir viviendo en las mismas condiciones.

La limusina aparco minutos despues frente al hotel. Zara cayo en la cuenta de que ni su hermana ni ella le habian dado el nombre del establecimiento, asi que supo que Rafe habia obtenido la informacion por otros medios. Aquel hombre tenia tanto poder que se estremecio al pensarlo.

Rafe fue el primero en salir del vehiculo. Se hizo a un lado y les abrio las portezuelas, educadamente.

– Has sido muy amable al acompanarnos -dijo Zara-. No te causaremos mas problemas.

Sin embargo, Rafe no volvio a entrar en el coche. Lejos de eso, tomo del brazo a Zara y la llevo hacia la entrada.

– Me parece que tenemos mas cosas de las que hablar.

Zara quiso protestar, pero sabia que no lograria convencerlo y decidio esperar hasta que se encontraran a solas. Entonces insistiria en que no tenia motivos para preocuparse por ellas y le aseguraria que volverian a Estados Unidos tan pronto como les fuera posible.

Entraron en el vestibulo y se dirigieron al ascensor. La decoracion del hotel era escasa, con apenas unos

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