que lo pienso, creo que llevaba deprimida toda la vida. Nos conocimos en un periodo en el que se encontraba bien, pero no duro mucho -le explico Jack acercandose al ventanal-. Yo no entendia lo que le ocurria. Estaba muy triste. Creia que era culpa mia, que estaba haciendo algo mal, pero, de repente, la depresion desaparecio y se puso bien. Comenzo a ir a un terapeuta y a tomar una medicacion que la ayudo mucho. Cuando vi que mejorada, le propuse que se casara conmigo. Supuse que era una enfermedad manejable, como la diabetes, pero me equivoque.

A Samantha le costaba imaginarse a Jack con una persona deprimida porque el estaba lleno de vida.

– Organizar la boda fue demasiado para ella, pero me di cuenta demasiado tarde. Su madre intento ayudarnos. Helen tambien se ofrecio, aunque yo no se lo permiti. Un dia estallo una gran tormenta y Shelby perdio el control del coche. Por lo menos, eso es lo que dijo la policia, que fue un accidente.

– Pero no lo fue, ?verdad?

Jack nego con la cabeza.

– Me dejo una nota. La queme en cuanto la lei. Sabia que lo unico que haria la verdad seria hacer sufrir a sus padres. Ellos creian que estaba mejor, que, por fin, iba a ser feliz. De hecho, me dieron las gracias por ello en el entierro -contesto Jack girandose hacia ella-. Decidi que era mejor que creyeran eso, que era inutil que sufrieran ahora que Shelby habia muerto. ?De que servia que supieran que preferia morir a casarse conmigo?

Samantha se puso en pie rapidamente y fue hacia el.

– No digas eso Jack. No es cierto. Estaba enferma. Tu mismo lo acabas decir, que tenia una enfermedad. Echarte la culpa de su depresion es de locos, es como echarme a mi la culpa de que Vance me maltratara. La ayudaste, estuviste a su lado, pero, al final ella no pudo soportarlo y decidio quitarse la vida, pero eso no tuvo nada que ver contigo -insistio Samantha vehementemente-. Debes creerlo.

– Quiero creerlo, no te puedes ni imaginar cuanto. Hace ya tiempo de eso y, mas o menos, lo he olvidado, pero de vez en cuando me pregunto si no podria haberla salvado.

– Tu no puedes salvar a una persona que no quiere que la salven.

Jack se giro hacia ella.

– Tu te has salvado a ti misma, eso es lo que estaba pensando la otra noche, que te has salvado a ti misma.

Entonces, se quedaron mirandose a los ojos y ambos se dieron cuenta de que habian bajado por completo las barreras y se estaban mostrando tal cual eran, de que el dolor circulaba alrededor de ellos y los unia en un momento de intimidad emocional muy intenso.

El primer instinto de Samantha fue huir. Si se quedaba, si entraban en aquellos temas juntos, corria el riesgo de empezar a preocuparse en demasia por Jack, se arriesgaba a perderse dentro de el.

Sin embargo, no podia negar la verdad. Se habian contado el uno al otro su secreto mas intimo, ahora se sabian la experiencia de cada uno.

?Y adonde les conducia aquello?

Jack leyo la pregunta en sus ojos, la tomo entre sus brazos y la beso. Samantha noto que la abrazaba con fuerza, como si no quisiera separarse jamas de ella. Los besos de Jack le dejaron muy claro que era importante para el y que la necesitaba a su lado en aquellos momentos.

Samantha sintio que el deseo se apoderaba de ella y le acaricio los hombros. Le encantaban sus musculos. Cuando Jack deslizo las manos por sus caderas y se apreto contra ella, Samantha se arqueo y, satisfecha, percibio su ereccion.

– Mas -murmuro.

Jack le acaricio los pechos jugando con sus pezones, haciendo que Samantha jadeara y echara la cabeza hacia atras para disfrutar de sus maravillosas caricias.

Jack continuo acariciandola y, a traves de la blusa y del sujetador, Samantha sintio sus exquisitos dedos mientras Jack la besaba por el cuello.

De repente, Samantha sintio la necesidad de encontrarse desnuda a su lado, dio un paso atras y comenzo a desnudarlo.

– Ahora -le ordeno.

Jack le quito la blusa mientras Samantha le quitaba el jersey, le desabrocho el cinturon, le abrio los pantalones y le quito los calzoncillos mientras Jack se deshacia de su falda y de sus braguitas.

Por fin desnudos, se acariciaron con pasion. Jack no paraba de besarla y de acariciarle los pechos y Samantha deslizo sus manos por su espalda hasta encontrarse con su trasero, que empujo hacia delante. Al hacerlo, se encontro con su potente ereccion, prueba inequivoca de lo mucho que la deseaba.

Jack se percato de que ella tambien estaba humeda, asi que la condujo hasta el sofa, donde Samantha quedo tendida con las piernas abiertas. Jack se arrodillo ante ella y su lengua se dirigio directamente al centro de su feminidad.

Samantha se rindio a la magia de su lengua y Jack continuo dandole placer hasta que la hizo llegar a un orgasmo que perduro en el tiempo pues, despues de verla contraerse por las oleadas de placer, siguio acariciandola hasta que todas las celulas de su cuerpo suspiraron de extasis.

– Eres increible -le dijo-. Podria estar haciendote esto todo el dia -sonrio Jack.

Con aquellas sencillas palabras, Samantha se sintio una mujer especial, abrio los brazos y lo abrazo, momento que Jack aprovecho para introducirse en su cuerpo.

A continuacion, coloco sus manos en las caderas de Samantha y comenzo moverse en su interior mientras ella le rodeaba las caderas con las piernas y lo recibia gustosa, deseosa de perderse en el como el se estaba perdiendo en ella.

Al cabo de un rato, sintio que Jack paraba de moverse, se tensaba y la miraba a los ojos. Samantha se quedo mirandolo tambien y sintio que aquel momento de conexion era muy especial.

Desde luego, estaba completamente compenetrada con aquel hombre y… enamorada de el

La revelacion la sorprendio, pero, una vez admitida la verdad, la asimilo con naturalidad.

Estaba enamorada de Jack.

No sabia si era un sentimiento nuevo o se trataba de un sentimiento que habia permanecido oculto durante los ultimos diez anos, pero lo cierto era que lo amaba y que no tenia ni idea de lo que iba a hacer a partir de ese momento.

Capitulo 12

– ?A que te ha ido bien? -pregunto Samantha entrando en el despacho de Jack para comer juntos.

– Bueno, desde luego, mis jefes tienen grandes planes para mi -contesto Jack.

Samantha se acerco y sonrio.

– Que bien -dijo poniendose de puntillas y besandolo en la boca-. Eso es porque estan impresionados contigo, como yo.

Como de costumbre, tenerla tan cerca hacia que Jack la deseara sobremanera. Por muchas veces que hacian el amor, el deseo nunca desaparecia.

Samantha se sento en el sofa y saco dos sandwiches de una bolsa de papel.

– ?Pavo o jamon?

– Me da igual -contesto Jack.

Samantha le entrego el de jamon y, a continuacion, saco una ensalada, dos bolsas de patatas fritas y servilletas. Jack saco dos refrescos de la nevera que tenia en un rincon del despacho y se sento a su lado.

– Cuentame -le dijo Samantha.

– Veras, los socios del bufete lo tienen todo pensado -contesto Jack desenvolviendo su sandwich-. Me apoyan para que me presente a juez.

– Eso es maravilloso.

– Si, por lo visto, les esta gustando lo que estoy haciendo aqui.

– ?Genial!

– Si, pero hay una cosa…

– No hace falta que me lo digas, se que no sabes que hacer, que no sabes si seguir tu propio camino o

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