Posteres de distintos festivales celebrados en Fool’s Gold ocupaban el resto de la pared. Tenia un almacen y un aseo en la parte trasera, varios armarios y un archivador compulsivamente organizado. Normalmente seguia la regla de ir a hacer visitas en lugar de recibirlas, pero en esa ocasion habia resultado mas practico y habia tenido mas sentido que Raul se pasara por su despacho.
Claro que eso habia sido antes de descubrir que le habian legado tres posibles hijos congelados.
Fue hacia la pequena nevera que tenia en una esquina y le dijo:
– Tengo refrescos light y agua, aunque tu no tienes pinta de hacer dietas.
El enarco una ceja.
– ?Estas preguntandomelo o diciendomelo?
Ella sonrio.
– ?Me equivoco?
– El agua esta bien.
– Lo sabia.
Saco una botella y una lata de refresco y volvio al escritorio. Despues de darle la botella, se sento y miro el bloc amarillo que tenia delante. Habia algo escrito en el; podia distinguir algunas letras, pero no palabras enteras y mucho menos frases.
Se suponia que tenian una reunion sobre algo. Eso estaba claro. Ella se ocupaba de los festivales celebrados en el pueblo. Habia una docena de eventos que organizaba cada ano, pero su mente no iba mas alla. Cuando intentaba recordar por que estaba ahi Raul, se quedaba en blanco. Tenia la cabeza llena de otras cosas.
Bebes. Crystal le habia dejado sus bebes. De acuerdo, embriones, pero la implicacion estaba clara. Crystal queria que sus hijos nacieran y eso significaba que iban a tener que implantarselos a alguien y que ese alguien tendria que acabar dando a luz. Aunque eso ya le parecia lo suficientemente aterrador, tambien estaba el horror de tener que criarlos despues.
Los ninos no eran como gatos. Eso lo sabia muy bien. Necesitaban mas que pienso, un cuenco de agua y una caja limpia para hacer pis. Mucho mas.
– Oh, Dios, no puedo hacerlo -susurro.
Raul fruncio el ceno.
– No lo entiendo. ?Quieres que aplacemos la reunion para otro dia?
?Reunion? Oh, claro. El estaba alli por algo. Su campamento… queria que ella…
Volvio a quedarse en blanco y al instante sintio panico.
Se levanto y comenzo a respirar hondo y aceleradamente.
– No puedo hacerlo. Es imposible. ?En que estaba pensando? No tenia que haberlo hecho.
– ?Pia?
Raul se levanto y justo cuando ella se giro para decirle que lo mejor era aplazar la reunion, todo comenzo a darle vueltas y mas vueltas y a oscurecerse.
Lo siguiente que supo fue que estaba en su silla, con la cabeza entre las rodillas y que algo estaba haciendole presion en la nuca.
– Esto es muy incomodo.
– Sigue respirando.
– Es mas facil decirlo que hacerlo. Sueltame.
– Un par de veces mas.
La presion de su nuca disminuyo. Lentamente, se puso recta y se extrano ante lo que vio.
Raul Moreno estaba de cuclillas a su lado, con su oscura mirada cargada de preocupacion. Respiro hondo una vez mas y se dio cuenta de que el olia realmente bien; a limpio, pero con un toque de algo mas.
– ?Estas bien? -le pregunto el.
– ?Que ha pasado?
– Has empezado a desmayarte.
Raul la miro a los ojos y ella parpadeo y sacudio la cabeza.
– Yo no me desmayo. Nunca me desmayo. Yo… -recobro la memoria-. Oh, mierda -se cubrio la cara con las manos-. No estoy nada preparada para ser madre.
Raul se movio con una velocidad que hacia honor a su condicion fisica y que resulto casi comica al mismo tiempo.
– ?Problemas con algun hombre? -pregunto con cautela y poniendo una distancia de seguridad.
– ?Que? -ella bajo las manos-. No. No estoy embarazada. Para eso hace falta sexo… o no. La verdad es que no haria falta… No, esto no puede estar pasando.
– De acuerdo -el parecia nervioso-. ?Deberia llamar a un medico?
– No, pero puedes irte si quieres. Estoy bien.
– Pues no pareces estar bien.
Ahora fue ella la que enarco las cejas.
– ?Estas criticando algo sobre mi aspecto?
El sonrio.
– Jamas me atreveria a hacerlo.
– Pues ha sonado casi como una critica.
– Sabes lo que queria decir.
Y lo sabia.
– Estoy bien. Me he llevado un fuerte impacto. Una amiga mia ha muerto hace poco; estaba casada con un militar y antes de que lo destinaran a Irak decidieron guardar unos embriones para fecundarlos in vitro para que ella pudiera tener hijos si le sucedia algo.
– Es triste, pero tiene sentido.
Ella asintio.
– Lo mataron hace un par de anos. Fue muy duro para ella, pero al cabo de un tiempo decidio tener a los bebes porque asi, al menos una parte de el viviria.
Pia se levanto y camino hasta el otro lado del despacho; era como si moverse la ayudara. Respiro hondo un par de veces para asegurarse de que seguia consciente. ?Desmayarse? Imposible. Y a pesar de ello, el mundo habia empezado a desdibujarse.
Se forzo a volver al tema que estaban tratando.
– Fue al medico para hacerse un examen rutinario y le descubrieron un linfoma; un linfoma de los malos.
– ?Es que los hay buenos?
Ella se encogio de hombros.
– Hay un tipo que puede curarse, pero el suyo no era de esos. Y ha muerto. Yo cuidaba de su gato y me imaginaba que acabaria quedandomelo. Nos llevamos bien… bueno, mas o menos. Cuesta decirlo tratandose de un gato.
– Son muy reservados.
Hubo algo en el modo en que hablo que hizo que Pia lo mirara y le preguntara:
– ?Estas burlandote de mi?
– No.
Lo vio esbozar una media sonrisa.
– No me provoques o acabare hablando de mis sentimientos.
– Lo que sea menos eso.
Pia volvio a su mesa y se sento en su silla.
– No me ha dejado al gato. Me ha dejado a los embriones. No se en que estaba pensando. Bebes. ?Podia haberselos dejado a cualquiera menos a mi! Y no es algo que pueda ignorar. La abogada me dio a entender que podia esperar un tiempo porque las tasas estaban pagadas durante tres anos -lo miro-. Supongo que es por lo de la congelacion. Tal vez deberia ir a verlos.
– Son embriones, ?que hay que ver?
– No lo se. Algo. ?No pueden ponerlos en un microscopio? Tal vez si los viera, entenderia algo -lo miraba como si el tuviera la respuesta-. ?Por que penso que yo podia criar a sus hijos?
– Lo siento, Pia, pero no lo se.