– Esta sola y se aferra con demasiada fuerza -dijo Julie- Se amable.
– Lo sere -le dio un beso en los dedos-. Te quiero.
– Yo tambien te quiero. Lo cual me lleva a un punto interesante. Vamos a tener ese bebe juntos.
– Si, en efecto.
– Tradicionalmente, las parejas prefieren estar casadas.
– Eso he oido -dijo Ryan, soltandole una mano para acariciarle la cara-. ?Estas diciendo que estarias dispuesta a casarte conmigo? ?A pesar de todo?
– De hecho seria un honor.
Ryan la abrazo y la beso. Ella le rodeo el cuello con los brazos y se aferro a el. Era el tipo de hombre que siempre estaria alli, al igual que ella siempre estaria cerca.
– Vamos a ser un gran equipo-murmuro ella.
– Bien por nosotros.
– Hablo en serio. Seremos una de esas parejas eficientes que lo hacen todo bien. Tendremos que mudarnos, claro. Este lugar es demasiado pequeno y tu piso, bueno, no puedo imaginarme viviendo alli. Necesitaremos una casa.
– Mis padres nos darian la suya si tu quisieras -dijo el.
– Tal vez solo el desvan. Me lo pase bien alli.
– Yo siempre me lo paso bien contigo -dijo el antes de volver a besarla-. De hecho le debemos a Ruth el habernos conocido. Si tenemos una nina, podriamos llamarla como ella.
– Dime que estas bromeando.
Ryan la llevo hacia el dormitorio.
– ?Ryan, espera! No vamos a llamarla Ruth. No lo permitire. ?Me has oido? ?Que ha sido de eso de lo que yo desee? ?Que ha sido de eso de que yo estoy al mando?
– Nunca he dicho que estuvieras al mando -dijo Ryan mientras le sacaba la blusa de debajo de la falda.
– Estaba implicito.
– Esto es una asociacion. Nuestros votos son iguales.
– De acuerdo. Siempre que el mio cuente un poco mas.
El se rio y volvio a besarla. De pronto, a Julie ya no le importaba estar al mando, ni los nombres del bebe, ni nada salvo el hombre que habia ocupado su corazon y cambiado su mundo para siempre.
SUSAN MALLERY