vio aparecer por el otro extremo de la casa. Aparte de una ligera cojera y una expresion asesina, no parecia herido.

– El muy hijoputa se ha escapado.

– Podrias haberte matado saltando del tejado.

– No me importa. Esa cucaracha se ha pasado de la raya.

Justo entonces vio que Rory se acercaba a ellos, con el arma colgando de su costado como si fuera un bolso de Prada. Georgie no pudo evitar sentir envidia. Una mujer con la sangre fria de Rory Keene nunca se despertaria en un hotel de Las Vegas casada con su peor enemigo. Claro que las mujeres como Rory Keene controlaban sus vidas y no al contrario.

Bram se quedo helado. Rory no le hizo el menor caso.

– Manana a primera hora telefoneare a mi agencia de seguridad, Georgie. Esta claro que las luces no son suficientes para desanimar a los visitantes indeseados.

Bram fijo la mirada en la pistola.

– ?Esa cosa esta cargada?

– Pues claro.

Georgie se trago un chiste acerca de los peligros de ser rubia e ir armada. Ni en broma parecia adecuado soltar un chiste a costa de una mujer tan expeditiva como Rory, sobre todo si acababan de despertarla a las tres de la madrugada.

– Parece una Glock -comento el.

– Una treinta y uno.

El interes que Bram mostraba por la pistola produjo un escalofrio en Georgie.

– Tu no puedes tener una -tercio-. Te exaltas con demasiada facilidad para ir armado.

Bram le dio una palmadita en la barbilla y ella sintio deseos de abofetearlo. El le dio un beso rapido y formal que no podia ser mas diferente del que se habian dado minutos antes.

– Me cuesta acostumbrarme a la idea de que te preocupes tanto por mi, carino -declaro Bram-. ?Como has llegado hasta aqui?

– Hay una puerta.

Bram asintio con la cabeza.

– Casi lo habia olvidado. Por lo visto, los propietarios originales de las fincas eran amigos.

Georgie se pregunto por que Rory vivia en una casa alquilada por el estudio en lugar de una propia.

– Bram se olvido de comentarme que vivias aqui.

Georgie deslizo la mano por la espalda de su marido. Un gesto que parecia afectuoso, salvo por el pellizco que le dio como represalia por la palmadita en la barbilla.

El hizo una mueca.

– Si que te lo mencione, carino. Supongo que con todo lo que nos ha ocurrido ultimamente se te borro de la memoria. Ademas, este no es el tipo de vecindario que predisponga a relacionarse con los vecinos.

Eso era cierto. Aquellas fincas caras y separadas por altos muros y puertas cerradas a cal y canto no creaban el ambiente ideal para celebrar fiestas de vecinos. Cuando vivia con Lance en el barrio de Brentwood, Georgie no habia llegado a conocer a la estrella pop de los anos noventa que vivia en la casa contigua.

Georgie deslizo la mirada hacia la Glock de Rory.

– Sera mejor que te dejemos volver a la cama.

Rory se subio el tirante del camison.

– Dudo que ninguno de nosotros consiga dormir mucho despues de lo ocurrido.

– Tienes razon -comento Bram-. ?Por que no vienes a casa? Preparare cafe y calentare unas galletas de canela caseras. Seras nuestra primera invitada oficial.

Georgie se lo quedo mirando. Era medianoche. ?Habia perdido la cabeza?

– Mejor en otra ocasion. Tengo que leer unas cosas. -Rory lo miro con frialdad y sorprendio a Georgie dandole un rapido abrazo-. Te telefoneare en cuanto haya hablado con la empresa de seguridad. -Se volvio de nuevo hacia Bram-. Se bueno con ella. Y tu, Georgie, si necesitas ayuda, dimelo.

El falso buen humor de Bram desaparecio.

– Si Georgie necesita ayuda, yo se la dare.

– Si, claro, seguro -contesto Rory con tono ironico.

Y se alejo en direccion a la casa mientras los pliegues de su camison ocultaban la pistola.

Bram espero hasta estar en su lado del muro para hablar.

– Si la prensa amarilla publica alguna de esas imagenes, iremos contra ellos.

– Probablemente no las publicaran -contesto Georgie-. Al menos aqui no. Pero en Europa hay un gran mercado, y despues apareceran en Internet. No podremos hacer nada al respecto.

– Los demandaremos.

– Nuestro matrimonio se habra acabado mucho antes de que el juicio se celebre.

– Entonces, ?que sugieres? ?Que nos olvidemos del asunto? ?Lo que ha ocurrido no te preocupa?

La verdad era que estaba como atontada.

– Me revienta -contesto.

Cruzaron el jardin posterior de la casa en silencio. Georgie penso que no tenia por que sentirse alterada. Las fotografias aportarian autenticidad a su falso matrimonio. Sin embargo, en el fondo se sentia casi tan violentada como el dia en que los paparazzi la fotografiaron mirando la ecografia de Jade.

– Me voy a la cama -declaro cuando llegaron a la casa-. Sola.

– Tu te lo pierdes.

Estaba subiendo las escaleras cuando una interesante pieza del rompecabezas que constituia Bram Shepard encajo en su lugar.

– Rory tiene algo que ver con tu proyecto del espectaculo de reencuentro, ?no? Por eso le hacias la pelota en el Ivy hace quince dias. Y la embarazosa invitacion a tomar galletas de canela…

– Tia, yo le hago la pelota a todo el que pueda proporcionarme un papel decente.

– Es patetico, pero debo reconocer que resulta altamente gratificante verte de rodillas.

– Cualquier cosa con tal de progresar -declaro el restandole importancia.

Bram no podia dormir, asi que se dirigio a la piscina. Su vida se habia vuelto muy complicada, penso mientras se desnudaba y se sumergia en el agua. Esperaba que aquel estupido matrimonio le facilitara las cosas, pero no habia tenido en cuenta la actitud protectora de Rory respecto a Georgie.

Se volvio cara arriba y floto en el agua. Cada vez que intentaba salir del pozo en que habia caido, otro hundimiento amenazaba con volver a enterrarlo. Georgie creia que se trataba solo de una cuestion de dinero, pero ella no sabia que lo que mas necesitaba Bram era respetabilidad. Y el no queria que ella lo supiera. Queria que Georgie siguiera viendolo como el cabron que siempre habia sido. Su vida era solo suya y no dejaria que ella entrara en ninguna area realmente importante.

No siempre habia sido un solitario. Crecer sin una familia de verdad lo habia empujado a crear para si mismo una familia artificial con los colegas que, a la larga, lo habian dejado de lado. Bram creia que eran amigos suyos, pero ellos lo habian utilizado. Se habian gastado su dinero, habian explotado sus contactos y despues le habian tendido una trampa con la maldita cinta erotica. Leccion aprendida. Intentar ser el mejor implicaba ir solo.

Georgie no utilizaba a las personas, pero aun asi no queria que ella hurgara en su psique intentando averiguar hasta que punto necesitaba crear una vida nueva para si mismo. Georgie lo conocia desde hacia mucho tiempo y veia demasiado. Ademas, resultaba peligrosamente facil hablar con ella. Pero Bram no soportaba la idea de que lo viera fracasar, algo que cada dia era mas probable.

Georgie le resultaba util para mejorar su reputacion y tener sexo. Y, aunque se moria de ganas de acelerar este segundo aspecto, su desagradable comportamiento de la noche del yate implicaba que tenia que concederle todo el tiempo que ella necesitara… y despues atraerla hacia el.

Pasaron cuatro dias. Justo cuando Georgie empezaba a confiar en que las fotografias del balcon no saldrian a la luz, aparecieron en un periodico sensacionalista del Reino Unido. Y despues estaban en todas partes. Sin embargo, en lugar de reflejar un encuentro entre amantes, las borrosas imagenes parecian mostrar una acalorada discusion entre ambos. En la primera, Georgie tenia la mano apoyada en la cadera denotando una

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