obstaculo y ahora todo lo que tenia que hacer era encontrarle trabajo a Paul.

Mientras salia marcha atras de la entrada de la casa, se recordo a si misma que conseguirle un papel a Paul no era la unica tarea dificil a la que se enfrentaba. Tambien tenia que vender su piso, cambiar su Benz por un coche mas barato, cancelar sus vacaciones a Maui y mantenerse alejada de Barneys. Todas esas cosas eran potencialmente depresivas.

Pero en aquel momento encendio la radio, levanto la barbilla y canto a pleno pulmon.

Capitulo 21

Cuando Bram salio del lavabo despues de darse su ducha matutina, Georgie se incorporo en la cama. Dos semanas y media antes, cuando la cuarentena se levanto, se enfrento al dilema de volver a trasladarse a la habitacion de invitados o quedarse donde estaba. Al final, le dijo a Bram que en la otra habitacion habia tantos microbios de Lance y Jade que no podia dormir alli. El estuvo de acuerdo en que algunos microbios eran tan contagiosos que no merecia la pena arriesgarse.

Georgie lo admiro unos instantes. La toalla negra que tenia enrollada alrededor de la cintura hacia que sus ojos lavanda adquirieran una tonalidad indigo. Su pelo todavia estaba humedo y hacia dias que no se afeitaba, lo que le daba un aspecto viril y elegante al mismo tiempo. El bebe imaginario de Georgie se agito en su utero. Parpadeo volviendo a la realidad.

– ?Cuando dices que Hank Peters y tu vais a empezar con las audiciones?

– El martes siguiente a nuestra fiesta de matrimonio, como bien sabes.

– ?De verdad? Solo falta una semana y media…

El equipo habia empezado de inmediato con las tareas de preproduccion porque Hank Peters tenia un compromiso para dirigir otra pelicula en noviembre y no querian quedarse sin su colaboracion. Georgie permitio que la sabana dejara al descubierto uno de sus pechos, lo que resulto inutil, porque Bram se dirigio directamente al armario para coger los vaqueros y la camiseta que se habian convertido en su uniforme de trabajo como productor.

– Yo todavia soy la primera de la lista, ?no?

– ?Quieres relajarte? Te prometi que serias la primera en hacer la prueba y lo seras, pero te juro que si confias mucho en ello…

– Lo que no resulta facil contigo diciendome continuamente lo poco que valgo.

Bram asomo la cabeza.

– No exageres. Eres una actriz buenisima con un gran talento de comediante, ya lo sabes.

– Pero no tan buena como para interpretar a Helene, ?no? -Georgie esbozo una sonrisita de superioridad-. Recuerda este momento, Bramwell Shepard, porque te hare tragarte tus palabras.

Deseo sentirse tan confiada como aparentaba. Habia leido el guion un par de veces mas y habia preparado un expediente del personaje donde anotaba ideas acerca del pasado de Helene y sus gestos corporales. Pero solo faltaban diez dias para la audicion y aquel era el personaje mas complejo que ella habia interpretado nunca. Tenia mucho trabajo que hacer antes de estar realmente preparada y, encima, le costaba concentrarse.

Bram dirigio la mirada al pecho de Georgie. Ella habia tenido que esforzarse para no ceder a la tentacion de comprar los camisones mas sexys que pudiera encontrar. Al final, decidio seguir utilizando sus pijamas habituales, aunque su sencilla camiseta de tirantes blanca y sus pantaloncitos negros estampados con calaveras piratas yacian ahora arrugados en el suelo, al lado de la cama. Subio la sabana hasta su barbilla.

– No te olvides de que tenemos la ultima reunion con Poppy a las nueve.

Bram solto un grunido y se volvio de nuevo hacia el armario.

– No pienso soportar ninguna reunion mas sobre arreglos florales y peladillas estampadas con el emblema de la familia. Por cierto, ?que narices son las peladillas?

– Son almendras que saben a jabon.

La inquietud que la habia estado acosando desde que se dio cuenta de que ahora Bram tenia todo lo que queria, la propulso fuera de la cama.

– La gran fiesta-espectaculo sobre la boda de Skip y Scooter fue idea tuya y solo faltan ocho dias para que se celebre. Ni suenes con escaquearte de la reunion.

– Te doy cien pavos y otro masaje de espalda si me dejas saltarmela.

– Yo no necesito cien pavos. Y respecto a lo del masaje en la espalda, repasa tu libro de anatomia, tio, porque lo que has estado masajeando no era mi espalda.

– ?Y eso no te alegra?

Tenia que reconocer que si.

Al final, Bram asistio a la reunion.

El denso perfume, la grandilocuente forma de hablar y las ruidosas pulseras de colgantes de Poppy Paterson los volvian locos a los dos, pero Poppy era una organizadora de fiestas imaginativa y eficiente. Comprendio que los helicopteros de los paparazzi volvian imposible que la fiesta se celebrara al aire libre y encontro el lugar perfecto, la esplendida mansion Eldridge, construida en 1920 en el mismo estilo ingles que la mansion Scofield. En su lujoso salon cabian, confortablemente, los doscientos invitados, que habian recibido instrucciones de llevar puesto un disfraz inspirado en la serie.

Aaron y Chaz tambien se unieron a ellos alrededor de la mesa del comedor de Bram para concretar los ultimos detalles. Empezaron hablando de la decoracion y acabaron con la comida. Todos los platos del menu habian jugado un papel en uno u otro episodio de Skip y Scooter, empezando por el aperitivo, que consistia en mini pizzas de base gruesa, sandwiches diminutos en forma de corazon de mantequilla de cacahuete y canapes de perritos calientes. Sin ketchup.

La comida en si era mas formal y Chaz leyo el menu en voz alta:

– Ensalada Cohete con parmesano, episodio cuarenta y uno, «Scooter conoce al Alcalde»; colas de langosta glaseadas al ron con mango, episodio dos, «Un simpatico aficionado a los caballos»; solomillo dorado a la pimienta negra, episodio sesenta y tres, «Skip se queda sin fin de semana».

– ?Ensalada Cohete? -pregunto Bram con indolencia-. Suena a algo explosivo.

– Es de rucula -contesto Chaz-. A ti te gusta.

Chaz miro a Poppy, quien iba vestida con un traje de punto de color champan de St. John y unas gafas de sol redondas descansaban encima de su sofisticada melena de pelo negro.

– Me alegro de que renunciaras a dar esa porqueria de mousse de foie gras -dijo Chaz.

Desde el principio, Poppy dejo claro que le molestaba tener que tratar con una veinteanera de pelo color violeta que no era una estrella del rock.

– Se mencionaba en el episodio veintiocho, «La maldicion de los Scofield».

– Si, lo que Scooter le dio de comer al perro.

A Georgie se le pusieron los ojos vidriosos mientras la discusion continuaba. Las ultimas semanas habian sido raras. Bram se iba al estudio temprano por la manana y no regresaba hasta ultima hora de la tarde. Ella lo echaba de menos de una forma que no podia definir con exactitud… como si la vida fuera mas monotona sin su esgrima verbal. Ni siquiera sus revolcones nocturnos la compensaban. Hacer el amor con el era divertido y excitante, pero faltaba algo.

Claro que faltaba algo: la confianza, el respeto, el amor, un futuro.

No obstante, Georgie habia desarrollado, a reganadientes, un sentimiento de respeto hacia el. No conocia a ningun otro hombre que hubiera acogido a Chaz en su casa, y le encantaba que buscara siempre a las mujeres mas comunes y las mirara de una forma seductora, hasta que ellas se sentian como unas supermodelos. Bram tambien estaba desplegando en su trabajo una importante etica laboral. Pero, en esencia, Bram siempre habia mirado por si mismo y eso no cambiaria nunca.

Al final, Poppy cogio su bolso de piel de serpiente despidiendo a su alrededor efluvios de perfume.

– He preparado una pequena sorpresa para la fiesta -anuncio-. Lo digo para que lo sepais. Se trata de uno de

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