– ?Faith? ?Vas a estar bien? -dijo Guy.
Ella levanto la vista y forzo una sonrisa para Guy y Shelby. Ambos estaban preparandose para marcharse.
– Claro. ?Por que no iba a estarlo?
Ellos se miraron dejando claro que no habia enganado a nadie.
– No tiene por que terminarse, ya sabes.
Faith miro a Guy.
– ?Que? Por supuesto que si. El ha terminado aqui.
– Pero tu no. No habeis terminado el uno con el otro.
Ella solto una carcajada.
– Hemos terminado. Eso es lo que acordamos.
Shelby suspiro.
– Oh, carino. Por una vez, ?puedes pensar en ti misma? ?No puedes luchar por algo que significa tanto para ti?
– Pero la clinica…
– Estaremos bien, aunque te enamores -Shelby sonrio al ver su cara de susto-. La clinica ira bien, nosotros estaremos bien, y tu estaras mucho mejor si permites que suceda. Ya es hora, Faith. Es hora de que hagas algo por ti, en lugar de por los demas. Se egoista. Decide que quieres estar con el y ve a buscarlo.
– ?Necesitas algun consejo? -pregunto Guy-. Porque yo empezaria por tirar esas viejas zapatillas con cara de conejo.
– Marchaos -dijo Faith con una carcajada, y les abrio la puerta.
– Oye, ven a cenar con nosotros -dijo Shelby-. Vamos a ir al japones, a ese sitio nuevo donde hacen la comida delante de ti.
– No tengo mucha hambre.
– Ven a vernos -susurro Shelby mientras le daba un abrazo-. Si es que Luke no aparece pronto.
Faith asintio porque no se fiaba de que le saliera la voz. Cerro la puerta tras ellos y tambien los ojos. Podia sentir el beso que Luke le habia dado.
Tenia miedo de que fuera el ultimo.
Y cuando el no aparecio, supo que asi era.
Luke trato de parecer interesado en la reunion interminable y miro el reloj con disimulo.
– ?Lo aburrimos, doctor Walker? -le pregunto el doctor Wesley Summerton, presidente de la junta directiva del hospital, el hombre que acababa de ofrecerle a Luke renovarle el puesto de director de Departamento.
– Por supuesto que no -trato de no mirarle-. Es que he trabajado mucho ultimamente…
– En la clinica, lo se -dijo el doctor Summerton-. Y he de admitir que lo ha hecho muy bien. El personal parece contento, los medios de comunicacion han hablado de usted, la clinica tiene mucha clientela… ha salido bien, y le damos las gracias por ello. Pero eso ya ha terminado. Puede disfrutar otra vez de su tiempo libre.
Si, podia. Pero no queria la libertad. Queria llamar a la puerta de Faith y comprobar si no tenian nada mas que darse el uno al otro.
Sin embargo, acababan de ofrecerle un puesto que necesitaria toda su dedicacion otro ano mas, y el solo podia pensar en Faith. En su sonrisa, en la pasion que sentia por la vida en toda ella.
Cuando salio del hospital era medianoche. Faith habia estado agotada y palida durante el dia. Necesitaba descansar, no que la mantuviera despierta, por mucho que la deseara.
Asi que con todo el pesar de su corazon, y una maldita ereccion, se dirigio a casa, preguntandose si eso habia sido todo. Si de verdad habia terminado. Terminado antes de comenzar.
Pocos minutos despues de que Shelby y Guy salieran de la clinica, cayo la tormenta de primavera que llevaba todo el dia amenazando. Perfecto, encajaba con el humor de Faith. Habia rayos y truenos, y la lluvia chocaba contra los cristales.
Intento centrarse en el papeleo de la clinica, y quiza le habria servido de algo si el corazon no le hubiera dolido tanto.
O era su estomago.
Sin duda, la comida aliviaria su problema. El no iba a regresar.
De acuerdo. Era lo que esperaba, lo que habia acordado, asi que tenia que asumirlo. No habia forma mejor que cenar comida japonesa.
Ademas, no queria estar sola, no soportaba su propia compania. Se dirigio al restaurante, confiando en que Shelby y Guy hubieran encargado un gran banquete.
Ambos se alegraron mucho de verla.
– ?Quieres saber como me desengancho de un hombre al que realmente quiero y si no tengo valor para luchar por el? -le pregunto Shelby.
– ?De que estas hablando? -dijo Faith entre risas-. Nunca has tenido miedo de luchar por un hombre.
– Tienes razon. Guy, cuentaselo tu. Dile como se desengancha uno de un hombre.
– Eh, yo tampoco tengo que desengancharme nunca de nadie, ?son ellos los que tienen que desengancharse de mi!
Faith suspiro y se volvio al oir un grito en la mesa contigua a la de ellos.
Una mujer se habia retirado de la mesa, tenia la boca abierta y las manos sobre su vientre. Estaba embarazada.
– Oh, cielos -exclamo la mujer.
El marido se acerco a ella con cara de panico.
– ?Carino? ?Ha sido una contraccion?
– ?Desde luego no ha sido una caricia!
Faith le dio el telefono movil a Guy para que llamara a una ambulancia y se arrodillo al lado de la mujer.
– ?Senora? ?Esta de parto?
– ?Si!
Faith le acaricio el brazo.
– Tranquila, todo va a salir bien. Me llamo Faith y soy enfermera.
– Gracias a Dios -la mujer agarro con fuerza la mano de Faith-. Siento ganas de empujar.
– Lo se, pero aun no -Faith le masajeo las manos y los brazos para relajarla-. Respire.
– Oh, cielos, eso ayuda. Siga haciendolo.
– Lo hare, pero respire.
– ?Quiero anestesia!
– De acuerdo, relajese un momento -Shelby y ella habian encontrado ciertas zonas del cuerpo donde con masaje y digitopuntura se aliviaba el dolor de las parturientas-. ?Como se llama?
– Susan.
– ?Carino? -el marido se arrodillo junto a su esposa-. ?Quiza deberiamos ir al hospital?
– Vete, Frank, hueles a salsa teriyaki y ?voy a vomitar!
El pobre Frank retrocedio unos pasos.
– Respira hondo -le recordo Faith-. Muy bien. Respira conmigo, ?de acuerdo?
– ?Respirar no sirve de nada!
– Hazme caso un minuto. Dentro, fuera… asi, muy bien -Faith le retiro el cabello de la frente-. ?Cada cuanto tiene contracciones?
– Oh, ha roto aguas -dijo Shelby-. ?Guy?
– La ambulancia esta de camino.
– ?Aqui viene otra! -grito Susan, y se bajo al suelo, horrorizando a todos los que estaban cenando alrededor.
El camarero jefe, que era japones, se acerco entre la multitud.
– ?Aqui bebe no! ?Aqui bebe no! ?Gente comiendo! -dijo el hombre.
– ?Tiene alguna habitacion donde pueda estar hasta que llegue la ambulancia? – le pregunto Guy.
– Si, sigame -a modo de disculpa, hizo una reverencia a los clientes de las otras mesas.
