– Pronto se despertaste en mi un deseo incontrolable, contra el que luche con todas mis fuerzas pensando en como Noel se veria de herido al saber que yo habia tenido a la mujer que amaba.

– En cualquier caso, era solo atraccion fisica. Esto sucede cuando un hombre y una mujer tienen una convivencia muy estrecha.

– Eso es lo que me dije. Pero pronto me di cuenta que era mas que eso. Pense que…

– No, por favor no continues. – A Jennifer le entro panico.

– ?Tienes miedo, Jennifer?

Se volvio hacia la ventana, las defensas armadas y cambio de tema para evitar mas preguntas dificiles de responder.

– Yo quiero ir a casa. – Pasaron unos segundos que parecieron una eternidad, cuando sintio a Ryden tocarle suavemente el hombro.

– No hay necesidad de sentir miedo.

– No lo siento. – Se separo rapidamente.

– ?Entonces, por que huir de esa manera? Nunca te habia visto actuar asi, excepto hace poco en Hall Broadhurst.

Pensando que ya habia dicho demasiado, ella hizo un gesto de la cabeza, lo que indica que no diria ni una palabra mas y espero a que la llevara a su casa.

Sin embargo, Ryden la sujeto con fuerza, volviendola hacia el. A pesar de que no queria enfrentarse con el, no reacciono cuando levanto la cara.

Sus ojos se encontraron:

– Puede ser reciproco, mi dulce Jennifer, que el sentimiento que percibi existir en mi cuando mori de celos viendo como mi hermano te tomaba de las manos en la habitacion?

Un escalofrio la recorrio, dandole deseos de huir. Un instinto de defensa le advirtio, pero no pudo resistirse:

– ?Que… que sentimiento era ese? – Se arrepintio de haber preguntado, al notar que su rostro tenia un aire serio. Espero una decepcion.

– Te amo, Jennifer.

– Tu me…? – Ella no pudo completar la frase porque las palabras se negaron a salir.

– No quieres dejar de hacerme sufrir? – Ryden miro sus profundos ojos verdes, esperando que ella habia entendiera el mensaje. – La unica razon por la que no acepte la idea de verte casada con mi hermano era porque queria que te casaras conmigo.

Jennifer quedo sin aliento y se tuvo que pellizcar para asegurarse de que no sonaba.

De pronto empezo a ver y se di cuenta de que Ryden esperaba tenso una respuesta.

– Me quiero casar contigo!

Ryden no la dejo terminar, la abrazo con fuerza y suspiro.

– ?Oh, Dios! No quiero volver a pasar por esto. – Como no creia lo que acababa de oir, la separo para poder mirarla. ?Dijiste que aceptas? ?Casarte conmigo?

– ?Oh, si, querido.

– ?Incluso despues de lo que hice, todavia me amas?

– ?Y tu?

– Te amo tanto que voy a enloquecer!

Ella sonrio con alivio, antes de que se besasen con ternura. – Te amo demasiado, querido – murmuro, sintiendo sus labios acariciando su rostro.

Cada beso, cada caricia, aparecio para aliviar la soledad que lleva dentro de si, y cuando se miraron de nuevo, el dolor de los momentos angustiosos ya no existia.

– Si estoy sonando, no me dejes despertar, Ryden.

– ?Pasaste por los mismos momentos de duda que yo, mi amor?

– Siempre te ame, pero pense que me odiabas.

Ryden la beso suavemente los parpados y apreto contra su pecho como si quisiera protegerla.

– Nunca mas te hara sufrir, Jennifer.

– Fuiste muy cruel…

– No me lo recuerdes, por favor. En realidad, creo que me lastimaba mi mismo.

– Te pusiste furioso cuando dije que no vivia con ninguna amiga.

– Yo estaba descontento por no haber sido capaz de dejarte sola, aunque consideraba que esto era lo que merecias.

Jennifer suspiro y le dio otro beso.

– Te lleve a casa, decidido a ponerte en la calle en caso de que hicieras dano mis padres. Entonces te convertiste en un enigma para mi.

– ?Por que no fui cruel con ellos?

– Fuiste perfecta con ellos. Podria haberme ahorrado la molestia de tratar de entenderte si hubiese sabido que estabas actuando de forma natural, no eras mas tu misma. No es de extranar que estuvieran encantados con mi dulce Jennifer.

– Creo que tu madre ya sabe que estoy enamorado de ti – Jennifer admitio un poco avergonzada.

– ?Ya lo sabe?!

– Se dio cuenta de mi alegria al verte regresar de forma inesperada, el lunes.

– Al ver que me saludabas con una sonrisa, pense que era amor, no sabes lo feliz que era. La esperanza se apodero de mi.

– Cuentamelo todo, Ryden.

– A partir de ese dia, pense que habia una oportunidad para conquistarte, pero tenia miedo de hacerse dano a Noel. Sin embargo, todo se puso peor para mi esa noche. Estaba tan confundido al ver que ignorabas mi presencia.

– Me acuerdo cuando dijiste que no me dejabas salir sin tu permiso de Broadhurst.

– Por eso me contrarie, cuando volvi a la noche siguiente, ya habias partido.

– Me has llamado dos veces despues de eso, Ryden.

– Me gustaria no haberlo hecho. Casi me volvio loco imaginandote en la cama con mi hermano. Decidi que la unica forma era seguir el consejo que le di a Noel era sacarte de mi cabeza. Solo que no era tan facil.

– Fue mi culpa por haber llamado para saber del coche.

– Incluso sin una llamada, me acechabas dia y noche, y yo apenas podia dormir. Comence a estar intrigado cuando Noel fue a tu casa al dia siguiente y el demostro que no la conocia tan bien como deberia.

– Ah, entonces notaste su metedura de pata cuando me pregunto por el azucar en el cafe?

Ryden sonrio.

– Lo disfrazaste muy bien, pero se me quitaba de la cabeza, empece a considerar este y otros hechos que no encajaban. Me pregunte si Noel frecuentaba tanto tu casa que no se dio cuenta de que no tenias nevera.

– Ciertamente, si pensabas que yo era Gypsy, ya le habria pedido una.

– Por supuesto. Pase el fin de semana recordando los pequenos detalles. El hecho de que Noel me habia contado que vivias en un apartamento con una amiga, contradice lo que habia constatado: Viviaa sola en una casa de campo.

– ?Conseguiste encontrar la explicacion?

– No, me tenia que asegurar para no hacer estas preguntas a Noel.

– En su lugar, tuviste la feliz idea de llamar a Laffard?

– Asi es. Solo que nunca paso por mi cabeza escuchar lo que escuche. Basicamente, llame porque te echaba de menos y queria sentirme cerca de ti. Imaginate lo que me sorprendio el saber que habia sido enganado…

– Estabas furioso?

– Furioso? Yo estaba perplejo por lo que tuve la presencia de animo para pedirle al Sr. Beckwith que no dijese nada acerca de la llamada, diciendo que podrias verte alterada si sabias que te habia confundido con otra persona. Cuando colgo, aun me quede por algun tiempo con el telefono en la mano, estupefacto.

– ?Que hiciste entonces?

– Yo estaba feliz con la posibilidad de que no fuers la novia de Noel y al mismo tiempo enojado con ustedes dos. Entonces decidi volver a pensar en toda la historia.

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