habia querido decir que lo intrigo su metodo como reportera porque era diferente al de otros periodistas-. Hmm… entonces… ?como descubriste que Cara estaba casada?

– Fue muy sencillo -se encogio de hombros-, llame por telefono a la revista Verity.

A Fabia se le cayo la mandibula, no se le habia ocurrido eso, aunque pensandolo bien, era algo muy natural.

– ?Querias certificar que yo era la que decia ser?

– No -Ven agito la cabeza-, viniste bien preparada con la tarjeta de presentacion de tu hermana y una carta con mi membrete.

– Pero… -penso que su cerebro no funcionaba bien, porque si el habia estado seguro desde un principio de que ella era Cara, ?para que habia llamado a Londres?-. ?Por que? -tuvo que preguntar-. ?Cuando? -y extranamente sintio la tension en el ambiente. Aunque no se podia imaginar que existia alguna razon por la que Ven tuviera que sentirse tenso y descarto la idea por absurda.

– ?Cuando? Hoy. ?Por que? -repitio el y la miro a los ojos-. Porque huiste de mi, por eso -declaro con algo de agresividad o quiza, se pregunto Fabia sorprendida, no era agresion, sino nerviosismo. Tonterias, se dijo y tiro la idea al basurero-, pense que eras buena y decidi que era conveniente tener la direccion de donde vives -anadio en el mismo tono.

– Si -murmuro ella, pero lo unico que comprendio fue que la pregunta que se habia hecho, de si el habia regresado ese dia a Marianske Lazne, ya estaba contestada. Ya que creia que ella habia 'huido' de el, debio estar en Praga esa manana y debio regresar al hotel luego de que ella habia partido. Lo que queria decir es que habia conducido rumbo a Marianske Lazne un poco despues. Pero empezaba a preocuparle su comentario de que ella habia huido de el; no tenia intenciones de entrar en averiguaciones de 'por que' y 'para que', y como ya se habia disculpado por haberlo enganado, y habia salido bastante bien librada, se puso de pie, extendio la mano y empezo a decir:

– Has sido muy bondadoso…

– ?Bondadoso! -repitio el hombre ignorando su mano y gritando de nuevo con agresividad-. ?Adonde demonios crees que vas?

– A Inglaterra, claro -ella bajo la mano y trato de tranquilizarse-. Mis vacaciones han terminado. De hecho - continuo cuando Ven no parecio muy impresionado-, mis padres esperan que regrese hoy a casa.

– Sientate -le ordeno-. Despues los llamaras por telefono.

– Si, pero… veras… -dijo con mayor seguridad en si misma.

– ?Que veras, ni que nada! -la interrumpio el-. ?No he terminado contigo y falta mucho, mucho!

– Pero me dijiste… bueno me diste a entender, estoy segura -tartamudeo confundida por completo-, me dijiste que ya no estabas furioso conmigo.

– Ya no lo estoy, no porque hayas tomado el lugar de tu hermana. No ahora que ya se… -callo y cambio el tema-. ?Estas dispuesta a regresar a Inglaterra sin la dichosa entrevista? -Santo Cielo, temblo Fabia y prefirio no responder. Pero Ven no estaba dispuesto a dejarla en paz-. Porque -la reto-, siendo honesta, ya lo se, y sin embargo, te prestaste a tal engano con un solo proposito, ya que siendo tan importante para tu hermana, a quien tanto quieres… -aparecio un extrano brillo en sus ojos e hizo una pausa antes de continuar mirandola a los ojos-, una hermana por la que estabas dispuesta a todo, como lo comprobaste cuando abandonaste Inglaterra para venir aqui, ?por que estas lista para abandonar todo el proyecto como si nada?

?No! Fabia sintio terror al pensar que Ven podria llegar a averiguar que estaba enamorada de el. De nuevo decidio callar.

– ?Que sucedio, Fabia? -insistio el sin descanso, buscando la respuesta-. ?Que ha sucedido que es mas poderoso que tu carino por Cara, que estes dispuesta a perder la confianza que ha depositado en ti?

– ?Basta! -exclamo Fabia, sintiendose desgarrada. Pero el no se detuvo.

– ?Que es tan importante en tu vida que, a pesar de que yo te prometi que discutiria contigo la posibilidad de concederte la entrevista, prefieres irte antes…?

Ella habia llegado al limite de la tolerancia y no pudo soportarlo mas, de modo que lo interrumpio.

– ?No crees que acusarme de ser una mujer 'empalagosa' sea razon suficiente? -le grito enardecida.

– ?Moje mila! -exclamo Ven-. ?Te he lastimado! Confieso que quise herir tu orgullo, pero Fabia amada mia -dijo el con ternura y, desechando su agresividad, la estrecho entre sus brazos con gentileza.

Era el paraiso para ella poder sentir su abrazo, recargarse en el, respirar su calor, su fresca virilidad. Pero la muchacha ya habia estado antes en esos brazos y atormentada por su propia debilidad, comprendio que debia liberarse mientras pudiera. De inmediato al primer empujon de panico contra el, Ven se aparto.

– ?Gracias! -grito ella-. No necesito que cures mi orgullo. Yo puedo…

– Yo no quise herir tu orgullo -senalo el-. Tuve que hacerlo.

– Gracias de nuevo -declaro-. Es un misterio para mi que hayas tenido que hacerlo, pero no me hagas ningun…

– ?Que no entiendes? ?No recuerdas lo que sucedio? -le pregunto cuando todo habia quedado grabado para siempre en la mente de ella-, te sentia calida y entregada en mis brazos hasta que, en un momento indeseable de timidez, te arrepentiste. En ese momento un hilo de sensatez ilumino mi cerebro y comprendi que tenia que protegerte… ?de mi!

– ?De ti? -asi como habia aparecido su ira, asi desaparecio, con la misma rapidez, aunque estaba tan confundida que tuvo que admitir-. Creo que no te entiendo.

– No me sorprende -replico Ven y suspiro-. Creo que no lo estoy haciendo bien -declaro-, pero cuando menos estamos hablando y eso hace las cosas mas sencillas de lo que esperaba -y mientras todavia confusa Fabia no hacia mas que observarlo, le puso la mano en el brazo y en vez de ordenarle que se sentara, la invito con tono amable-. ?No quieres sentarte? ?Sentarte y concederme el tiempo necesario para que te lo pueda explicar todo?

Fabia lo contemplo por un instante. Habia creido que limpiaria el piso con ella cuando averiguara que lo habia enganado. Y, ahi estaba, mirandola a los ojos, conociendo la verdad, ?y el queria explicarle todo a ella! De pronto ya no tuvo prisa de irse. Y subitamente, sintiendo tension, comprendio que, debido al amor que sentia por Ven, y aunque estuviera pisando terreno peligroso, debia ser valiente y quedarse para escucharlo. ?Por que de alguna manera… parecia importante!

Tomo asiento de nuevo en el mismo sofa. Ven ya habia arrimado su silla mas cerca y cuando se acomodo estaba tan cerca que podia examinar cualquier cambio en la expresion del rostro de Fabia.

Tienes que ser valiente, se repitio la joven y trato de mostrar dureza.

– Gracias, Fabia -empezo Ven y parecio animado por el hecho de que ella se habia quedado-. Para explicar mejor el motivo por el cual era necesario ser brutal cuando tu eras tanto deleite… -se detuvo mirandola a los ojos-. Yo tampoco lo entendi muy bien. Lo unico que sabia en ese momento, era que tenia que protegerte de mi, tenia que darme cuenta y estudiar el hecho de que no podia quitarte la virginidad y luego abandonarte.

– ?Yo jamas te hubiera pedido nada! -protesto Fabia con orgullo.

– ?Crees que no lo sabia?

– Jamas pense en…

– Ese es el problema -la interrumpio Ven-, ninguno de los dos estaba pensando. Hasta aquel momento en que sentiste timidez, todo parecia tan natural, embrujante, maravilloso, pero sin tomar en cuenta las consecuencias - ?Ven!, queria la chica gritar, ya que asi habia sido tambien para ella-. Luego alli estaba yo, luchando por controlarme y tu deseando volver a estar cerca de mi -Fabia sintio el impacto-. Yo no soy un hombre superdotado querida -alivio el golpe con el calido termino de 'querida'-, ?que otra cosa podia yo hacer, aunque no estaba pensando con claridad, sino apelar a tu orgullo?

– Al principio no pude reaccionar -murmuro ella.

– ?Ay, Fabia, no tienes idea de lo que me costo a mi! -aplico mas balsamo a sus heridas-. Fue por ti que tuve que abandonar la suite y no regresar hasta el amanecer.

– ?Te quedaste afuera toda la noche… nada mas por mi?

– Le pedi prestada a mi hermano una cama, porque una habitacion al lado de la tuya era estar demasiado cerca, para el estado en que yo me encontraba -le confeso y mientras ella recuperaba su orgullo-. ?Te puedes imaginar, mujer, lo que senti cuando regrese al hotel y descubri que te habias ido?

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