Dio un fuerte tiron a las riendas. El poni retrocedio, solto una roca, que cayo haciendo ruido al arroyo, y subio los escalones como si lo estuvieran persiguiendo.
Desee que mi poni captara la indirecta, y asi fue. Alzo la cola y solto una gran bosta.
Desmonte y cogi las riendas. Bult saco su diario y miro a Ev, expectante.
—Vamos, Ev —dije.
Ev levanto la cabeza de las pantallas y parpadeo sorprendido.
—?Adonde vamos? —dijo, como si no hubiera advertido que ya no estabamos serpenteando entre los plataluces.
—Subimos un acantilado. Forma parte del cortejo de apareamiento.
—Oh —dijo el, y desmonto—. La capacidad de vuelo del lanzabadejo le permite alcanzar los plataluces. Necesito hacer pruebas sobre la composicion del yeso para confirmarlo, pero no puedo hacerlo hasta que lleguemos a la Cruz del Rey.
Anude bien tensas las riendas bajo la boca de Inutil y susurre:
—Perezosa copia de segunda de un caballo, voy a cumplir contigo todas las amenazas de Carson y algunas otras que ni siquiera se le han ocurrido, y si te cagas una sola vez antes de que salgamos de este canon, te metere ese pomohueso por el cuello.
—?Por que tardas tanto? —dijo Carson, que bajaba los peldanos. No tenia su poni.
—No pienso cargar con este poni.
Evito las bonigas, se coloco detras de Inutil y empujo un rato.
—Dale la vuelta —dijo.
—Es demasiado estrecho. Ya sabes que los ponis no retroceden.
—Ya veras. —Cogio las riendas y tiro hasta que el animal estuvo nariz con nariz con el poni de Ev—. Vamos, patetica imitacion de una vaca, mucho menos de un caballo —mascullo, y tiro. Inutil subio de espaldas el canon.
—Eres mas listo de lo que pareces —le grite cuando volvia a por Ev.
—No has visto nada todavia —contesto.
No tuvimos mas problemas con los ponis: agacharon las cabezas como si hubieran sido derrotados por un enemigo mas listo y ascendieron firmemente, no obstante todavia tardamos casi una hora en subir medio klom. Asi no ibamos a ninguna parte. El arroyo se encogio hasta convertirse en un hilillo y medio desaparecio entre las rocas. Obviamente no era la Lengua, y seguramente Carson estaba pensando lo mismo porque en el siguiente canon lateral al que llegamos nos hizo tomar la direccion opuesta a la que habiamos seguido.
Era igual de empinada y mucho mas estrecha. No tuve que pararme a tomar muestras minerales, simplemente las rozaba con las piernas al pasar. Los bloques de basalto se hicieron mas pequenos y empezaron a parecer una pared de ladrillo, y entre ellos habia vetas en zigzag de los cristales con facetas triangulares que Carson habia traido. Actuaban como prismas, haciendo destellar piezas del espectro a lo largo del estrecho canon cuando el sol incidia sobre ellas.
Justo cuando pensaba que el canon iba a desembocar en un callejon sin salida, salimos y nos encontramos entre los plata-luces.
Estabamos en una amplia meseta. Los arboles crecian hasta el borde; a la derecha distingui la Lengua en lo hondo, y oi el rugido de las cataratas. Carson lo ignoro y se interno cabalgando entre los arboles, encaminandose directamente al otro extremo, sin molestarse siquiera en fingir que Bult nos estaba guiando.
Tenia razon, pense, nos va a despenar por un barranco. Salimos de los arboles. Carson habia atado su poni a un arbol y se encontraba de pie cerca del borde, contemplando el canon. Ev se acerco, y luego Bult, y nos quedamos alli sentados en nuestros ponis, mirando.
—Vaya, ?que te parece? —dijo Carson, esforzandose por parecer sorprendido—. ?Quieres mirar eso? Es una catarata.
La cascada con los monticulos de yeso era una catarata. No habia una palabra que describiera esta, excepto que era obviamente la Lengua, serpenteando entre los bosques de plataluces al otro lado y luego zambullendose un buen millar de metros en el canon que se abria a nuestros pies.
—?Mierda! —exclamo Evelyn, y dejo caer su lanzabadejo—. ?Mierda!
Exactamente lo que yo pensaba. Habia visto holos de las cataratas de Niagara y Yosemite cuando era nina, y eran muy impresionantes, pero solo eran agua. Esto…
—?Mierda! —repitio Ev.
Nos encontrabamos a mas de quinientos metros por encima del suelo del canon, frente a un acantilado de bloques rosados que se alzaba otros doscientos metros. La Lengua brotaba de una estrecha V en lo alto y caia como un suicida canon abajo con un rugido que yo nunca deberia haber confundido con una cascada, lanzando una nube de niebla y rocio que casi podia sentir, y se estrellaba en las revueltas aguas verdiblancas en lo mas hondo.
El sol se oculto tras una nube y luego volvio a asomar, y la catarata exploto como fuegos artificiales. Habia un doble arco iris en lo alto del rocio, debido probablemente a que el agua refractaba la luz del sol, pero todo lo demas procedia del acantilado. Estaba surcado por vetas del cristal prismatico, y chispeaban y titilaban como diamantes, lanzando pedazos de arco iris al acantilado, a las cascadas, al aire, a todo el canon.
—?Mierda! —volvio a repetir Ev, agarrando las riendas de su poni como si pudieran sostenerle—. ?Es lo mas hermoso que he visto en mi vida!
—Es una suerte que cogieramos por aqui —dijo Carson, y me volvi a mirarlo. Tenia los pulgares enganchados en las presillas de los pantalones y parecia muy pomposo—. Si hubieramos seguido por ese canon, nos lo habriamos perdido.
Y que mas, pense. Tantas vueltas entre los plataluces y los peldanos y las consultas con Bult como si no supieras por donde ibas. Esto es lo que estuviste haciendo mientras yo te esperaba en la Muralla, enferma de angustia. Cazando arco iris.
Seguramente lo habia encontrado al seguir la Lengua, buscando una forma de rodear el anticlinal, y luego se puso a deambular por los acantilados y a entrar y salir de los canones laterales, para encontrar el mejor lugar desde donde mostrarlo. Si nos hubieramos quedado en la Lengua, como el habia hecho probablemente cuando lo encontro, solo habriamos captado un leve destello en alguna curva, u oido el creciente rugido y nos habriamos preguntado que sucedia, en vez de verlo estallar ante nosotros como si fuera la vision de un arco iris del cielo.
—?Una verdadera suerte! —prosiguio Carson, con el bigote tembloroso—. Bien, ?que nombre quereis ponerle?
—?Nombre? —Ev echo la cabeza atras para mirar a Carson, y yo pense, bueno, se acabaron los pajaros y el paisaje, volvemos al sexo.
—Si —dijo Carson—. Es una formacion natural. Debemos ponerle un nombre. ?Que tal Catarata del Arco Iris?
—?Catarata del Arco Iris? —replique—. ?No se te ocurre nada mejor? Tendria que ser algo grande, algo que sugiriera todo su esplendor. La Cueva de Aladino.
—No se le puede poner el nombre de una persona.
—Catarata Prisma. Catarata Diamante.
—Catarata de Cristal —dijo Ev, todavia contemplandola.
No colaria. Lo mas probable era que el Gran Hermano, siempre vigilante, lo detectara y nos enviara una observacion acerca de que Crissa Jane Tull trabajaba en el equipo de exploracion y el nombre no era aceptable, y esta vez podrian demostrar una conexion, y nos multarian hasta dejarnos secos.
Era una lastima, porque Catarata de Cristal era el nombre perfecto. Y hasta que el Gran Hermano se percatara, Ev conseguiria un monton de polvos de C.J.
—Catarata de Cristal —dije—. Tienes razon. Es perfecto.
Mire a Carson, preguntandome si el estaba pensando lo mismo, pero ni siquiera escuchaba. Miraba a Bult, que estaba inclinado sobre su cuaderno.
—?Cual es el nombre boohteri para la catarata, Bult? —pregunto Carson, y Bult alzo la
Deje a Ev babeando ante el canon y me acerque a ellos, pensando, perfecto, acabara llamandose Catarata