Habla de las cosas buenas de tu vida para quien quiera oirlas. El Alma del Mundo tiene una gran necesidad de tu alegria.
Habia un rey en Espana que estaba muy orgulloso de su lenguaje, y que era conocido por su crueldad con los mas debiles. Una vez, caminaba con su comitiva por un campo de Aragon donde, anos antes, habia perdido a su padre en una batalla. Alli encontro a un hombre santo removiendo una enorme pila de huesos. -?Que haces ahi? -pregunto el rey. -Honrada sea vuestra majestad -dijo el hombre santo-. Cuando supe que el rey de Espana iba a pasar por aqui, decidi recoger los huesos de vuestro padre fallecido para entregaroslos. Sin embargo, por mas que busco, no consigo encontrarlos: son iguales que los huesos de los campesinos, de los pobres, de los mendigos y de los esclavos.
Del poeta norteamericano Langston Hughes: «Yo conozco los rios.»Yo conozco rios tan antiguos como el mundo, y mas viejos que el flujo de la sangre en las venas humanas.»Mi alma es tan profunda como los rios.»Yo me bane en el Eufrates, en la aurora de la civilizacion.»Yo construi mi cabana a orillas del Congo, y sus aguas me cantaron una cancion de cuna.»Yo vi el Nilo, y construi las piramides.»Yo escuche el canto del Mississippi cuando Lincoln viajo hasta Nueva Orleans, y vi sus aguas volverse doradas al atardecer.»Mi alma se volvio tan profunda como los rios.»
– ?Quien es el mejor en el uso de la espada? -pregunto el guerrero. -Ve hasta el campo cerca del monasterio -dijo el maestro-. Alli hay una roca. Insultala. -?Por que debo hacerlo? -pregunto el discipulo-. ?La roca jamas me respondera! -Entonces, atacala con tu espada -dijo el maestro. -Tampoco voy a hacer eso -respondio el discipulo-. Mi espada se romperia. Y si la ataco con mis propias manos, me hare dano en los dedos sin conseguir nada. Mi pregunta era otra: ?quien es el mejor en el uso de la espada? -El mejor es el que se parece a la roca -dijo el maestro-. Sin desenvainar la hoja, es capaz de demostrar que nadie conseguira vencerla.
El viajero llega a la aldea de San Martin de Unx, en Navarra, y consigue localizar a la mujer que guarda la llave de la hermosa iglesia romanica, en el pueblo casi en ruinas. Muy gentilmente, ella sube las callejuelas estrechas y abre la puerta. La oscuridad y el silencio del templo medieval conmueven al viajero. Conversa un poco con la mujer, y en un determinado momento comenta que, a pesar de ser mediodia, poco se puede ver de las bellisimas obras de arte que hay alli dentro. -Solo podemos ver los detalles al amanecer -dice la mujer-. Cuenta la leyenda que esto era lo que los constructores de esta iglesia nos querian ensenar: que Dios busca siempre el momento oportuno para mostrarnos su gloria.
Dice el maestro: Existen dos dioses. El dios que nuestros profesores nos ensenaron, y el Dios que nos ensena. El dios sobre el cual la gente acostumbra a hablar, y el Dios que conversa con nosotros. El dios que aprendemos a temer, y el Dios que nos habla de misericordia. Existen dos dioses. El dios que esta en las alturas, y el Dios que participa de nuestra vida diaria. El dios que nos cobra, y el Dios que perdona nuestras deudas. El dios que nos amenaza con los castigos del infierno, y el Dios que nos muestra el mejor camino. Existen dos dioses. Un dios que nos aplasta con nuestras culpas, y un Dios que nos libera con Su amor.
Una vez le preguntaron al escultor Miguel Angel como hacia para crear obras tan magnificas. -Es muy simple -respondio Miguel Angel-. Cuando miro un bloque de marmol, veo la escultura dentro. Todo lo que tengo que hacer es retirar las esquirlas. Dice el maestro: Estamos destinados a crear una obra de arte. Es el punto central de nuestra vida y, por mas que intentemos enganarnos, sabemos lo importante que es para nuestra felicidad. Generalmente, esta obra de arte esta oculta por anos de miedos, culpas, indecisiones. Pero si decidimos sacar esas esquirlas, si no dudamos de nuestra capacidad, somos capaces de llevar adelante la mision que nos fue designada. Y esta es la unica manera de vivir con honra.
Un anciano a punto de morir busca a un joven, y le narra una historia heroica: durante una guerra, ayudo a un hombre a huir. Le dio abrigo, alimento y proteccion. Cuando ya estaban llegando a un lugar seguro, este hombre decidio traicionarlo y entregarlo al enemigo. -?Y como escapo usted? -pregunta el joven. -No escape; soy el otro, soy el que traiciono -dice el viejo-. Pero al contar esta historia como si fuese el heroe, puedo comprender todo lo que hizo por mi.
Dice el maestro: Todos nosotros necesitamos amor. El amor forma parte de la naturaleza humana, tanto como comer, beber y dormir. Muchas veces nos sentamos ante un bonito atardecer, completamente solos, y pensamos: «Nada de esto tiene importancia, porque no puedo compartir toda esta belleza con nadie.» En estos momentos, vale la pena preguntar: ?cuantas veces nos han pedido amor, y nosotros simplemente giramos la cara para otro lado? ?Cuantas veces hemos tenido miedo de acercarnos a alguien, y decirle, con todas las letras, que estabamos enamorados? Cuidado con la soledad. Es tan viciosa como las drogas mas peligrosas. Si el atardecer ya no tiene sentido para ti, se humilde y parte en busca de amor. Piensa que, asi como otros bienes espirituales, cuanto mas estes dispuesto a dar, mas recibiras a cambio.
Un misionero espanol visitaba una isla cuando se encontro con tres sacerdotes aztecas. - ?Como rezan ustedes? -pregunto el padre. -Solo tenemos una oracion -respondio uno de los aztecas-. Decimos: «Dios, Tu eres tres y nosotros somos tres. Ten piedad de nosotros.» -Voy a ensenaros una oracion que Dios escucha -dijo el misionero. Les enseno una oracion catolica, y siguio su camino. Poco antes de volver a Espana, tuvo que pasar por aquella misma isla donde habia estado algunos anos antes. Cuando la carabela se acercaba, el padre vio a los tres sacerdotes caminando sobre las aguas. -Padre, padre -dijo uno de ellos-. Por favor, vuelva a ensenarnos la oracion que Dios escucha, porque no conseguimos recordarla. -No importa -respondio el padre, al ver el milagro. Y pidio perdon a Dios, por no haber entendido que El hablaba, todas las lenguas.
San Juan de la Cruz ensena que, en nuestro camino espiritual, no debemos buscar visiones ni seguir las palabras de otros que ya han recorrido este camino. Nuestro unico apoyo debe ser la fe, porque la fe es algo limpio, transparente, que nace en nuestro interior, y no puede ser confundida. Un escritor estaba conversando con un padre y le pregunto que era la experiencia de Dios.-No lo se -respondio el padre-. Todo lo que he tenido hasta hoy ha sido la experiencia de mi fe en Dios. Y esto es lo mas importante.
Dice el maestro: El perdon es una carretera de doble sentido. Siempre que perdonamos a alguien, tambien nos estamos perdonando a nosotros mismos. Si somos tolerantes con los demas, es mas facil aceptar nuestros propios errores. Asi, sin culpa y sin amargura, conseguimos mejorar nuestra actitud ante la vida. Cuando realmente permitimos que el odio, la envidia, la intolerancia, vibren a nuestro alrededor, terminamos consumidos por esta vibracion. Pedro le pregunto a Cristo: -Maestro, ?debo perdonar siete veces a mi projimo? Y Cristo respondio: -No solo siete, sino setenta veces. El acto de perdonar limpia el plano astral, y nos muestra la verdadera luz de la Divinidad.
Dice el maestro: Los antiguos maestros acostumbraban a crear «personajes» para ayudar a sus discipulos a lidiar con el lado mas sombrio de la personalidad. Muchas de las historias relacionadas con la creacion de personajes se transformaron en famosos cuentos de hadas. El proceso es simple: basta con traspasar tus angustias, miedos, decepciones, a un ser invisible que esta a tu lado izquierdo. El funciona como el «villano» de tu vida, sugiriendote siempre actitudes que no te gustaria adoptar, pero que terminas adoptando. Una vez creado tal personaje, es mas facil no obedecer sus consejos. Es extremadamente simple. Y por eso funciona muy bien.
– ?Como puedo saber cual es la mejor manera de actuar en la vida? -pregunto el discipulo al maestro. El maestro le pidio que construyese una mesa. Cuando la mesa estaba casi lista, y solo le faltaba clavar las puntas en la parte superior, el maestro se acerco. El discipulo clavaba las puntas con tres golpes precisos. Una de las puntas, sin embargo, se resistia y el discipulo tuvo que dar un golpe mas. El cuarto golpe enterro el clavo demasiado, y la madera se agrieto. -Tu mano estaba acostumbrada a tres martillazos -dijo el maestro-. Cuando una accion pasa a ser controlada por el habito, pierde el sentido, y puede terminar causando danos.»Cada accion es una accion, y solo existe un secreto: jamas dejes que el habito dirija tus movimientos.
Cerca de la ciudad de Soria, en Espana, existe una antigua ermita enclavada en la roca, donde vive, desde hace unos anos, un hombre que lo abandono todo para dedicarse a la contemplacion. El viajero va a visitarlo una tarde de otono; es recibido con toda la hospitalidad posible. Tras compartir un pedazo de pan, el ermitano le pide que lo acompane hasta un riachuelo proximo, para recoger algunas setas comestibles. En el camino, un joven se les acerca. -Santo hombre -dice-, he oido decir que, para alcanzar la iluminacion, no debemos comer carne. ?Es eso cierto? -Acepta con alegria todo lo que la vida te ofrece -responde el hombre-. No pecaras contra el espiritu, pero tampoco blasfemaras contra la generosidad de la tierra.
Dice el maestro: Si el camino es muy dificil, procura oir a tu corazon. Procura ser lo mas honesto posible contigo mismo, mira si realmente estas siguiendo tu camino, pagando el precio de tus suenos. Si