Creia que la voz que cantaba era la de su padre. El padre al que no habia conocido nunca, que venia a el por la gracia de la musica.
Como en la iglesia.
Sentia un dolor horrible. Como si llevara un hacha clavada en el centro de la frente. Era un dolor implacable. Esperaba que alguien lo detuviera, que alguien lo salvara de eso. Pero nadie acudia. Nadie lo oia.
Esperaba en la oscuridad.
Agradecimientos
El autor quiere agradecer la ayuda de muchas personas en la investigacion, redaccion y edicion de este libro. Entre ellos Asya Muchnick, Bill Massey, Daniel Daly, Dennis
Muchas gracias asimismo a Gregory Hoblit, Greg Stout, Jeff Pollack, John Houghton, Mike Roche, Rick Jackson y Tim Marcia.
Michael Connelly
[1] Me cambiaron al nacer, mirame cambiar. Me cambiaron al nacer, mirame cambiar.
[2] Chica, debes amar a tu hombre…
[3] Hay un asesino en la carretera; su cerebro se retuerce como un sapo… Si lo llevas en coche…
[4] Esto es el final… hermoso amigo, el final…