desbordado, el autobus escolar sin frenos resbalando por una carretera de montana-, como si fuera a arrancarse la camisa y apareciera debajo la licra de color azul, Yokver se masajeo el puente de la nariz y se rasco de forma frenetica el surco que tenia entre los ojos. La coleta se meneo por encima de su hombro izquierdo y despues por encima del derecho mientras el sacudia la cabeza y chasqueaba ruidosamente la lengua.

– Segun parece, piensas que ya conoces todas las respuestas y por tanto no necesitas enfrentarte a la sustancia de este curso. De modo que, Calvin, ?por que no me dices lo que esta pasando realmente por tu mente?

Caleb sonrio y las cejas del Yok descendieron levemente. Era mucho mejor estar sonriendo. Algo liquido e hirviente que habia en su interior se volvio solido de repente. Ya no sentia el martilleo del pulso en las munecas, pero la cabeza seguia doliendole un poco. Se aparto el cabello de la frente y dijo:

– Si quisiera ver a un payaso, iria al circo.

– ?De veras?

– Si. Por apenas diez dolares me sacan cincuenta enanos de un Volkswagen, y hasta puedo comprar una de esas pequenas linternas de neon para senalar en la oscuridad. Hasta los caniches bailarines son mas divertidos que sus piruetas.

Jodi reprimio una risilla y susurro un «Ay, Cal». Algunos de los otros chicos respondieron con «aaahs» y «hmmms», como un coro calentandose. ?Pensaban que estaban en la escuela primaria o sentados en una iglesia? ?Querian ver como lo machacaban, de verdad estaban tan aburridos? Claro que si, siempre era asi.

– Yo creia que el termino socialmente aceptable era «personas pequenas».

– Llevo en esta clase tres semanas y hasta el momento no he visto que abandonara un solo segundo su monologo de teatrillo de Atlantic City para hablar de cualquier dilema etico, moral o social, o de asuntos serios como la otra vida, el racismo, la censura, la pornografia, el aborto o… -Busco algo relevante y todo broto en una sola cadena de imagenes, a pesar de que el mismo rara vez dedicaba un momento a pensar en estas cosas-… la prostitucion, la Jihad, el incesto, Ruby Ridge, el hedonismo, la guerra, o esos cabezas de chorlito que quieren encerrar a los enfermos de SIDA en un campo de concentracion en el desierto, las nuevas leyes sociales, la Seguridad Social, Oklahoma City. -Trago una saliva mas espesa que el sirope-. O el suicidio.

– Oh.

Acudieron mas imagenes, pero ya habia completado la escala y estaba volviendo a ver la imagen de su hermana, levantando hacia el unos brazos empapados de rojo.

– Machaca usted a Nietzsche, insulta a Camus, menosprecia a Sartre y… -El Yok asomo la lengua un momento, lo que le dio una excelente pista-… y le saca la lengua a Bertrand Russell y Socrates. -Cal sabia que tenia que dar un ultimo golpe. Vamos, los rinones son un punto debil-. Y ademas le he visto mirandole el escote a mi chica.

Jodi gruno como si hubiera recibido una punalada y Yokver la miro, clavo la vista en su pecho, y su sonrisa empezo a ascender mas de lo debido, tanto, que las comisuras de sus labios estuvieron casi tocando los lobulos de sus orejas. Cal se pregunto cuando dejaria de sonreir.

El jugador pregunto a Candida:

– ?Quien es Jihad?

Ella se encogio de hombros y lanzo a Cal una mirada intensa que tenia algo de alentadora, frenetica y carnal.

El profesor Yokver se rio socarronamente, fingio panico tirandose del pelo, con la boca abierta, y entonces pidio mas con un gesto, sigue dandole, Calvin. Tenia la cara demasiado colorada y habia una llama en algun lugar del interior de sus turbios ojos.

– Pero ademas de todo eso, no permitio que dejara la clase cuando quise hacerlo, hijo de puta, y no pienso seguir malgastando mi vida en este infierno.

– ?No? -pregunto el Yok-. ?Es que tienes un infierno mejor esperando?

– Probablemente -senalo Cal-. Y tiene usted tiza en la corbata. Me largo de aqui. Que lo paseis todos bien.

Cogio su abrigo, atraveso la puerta y bajo dos tramos de escalera antes de que su vision empezara a perder el tinte rojizo, y se diera cuenta de la importancia de lo que acababa de hacer. Puede que Jodi tuviera que apechugar ahora con las consecuencias. Puede que lo expulsaran, y en ese caso no podria concluir la ultima parte del trabajo que tenia que hacer.

Le dolia la boca por la tension del grunido que habia estado conteniendo y sentia un picor en el puente de la nariz. En el vestibulo, sudando, levanto la mirada hacia las caras de otros profesores que daban sus clases con las puertas abiertas y cuyas voces, escurriendose por los pasillos de la historia, parecian todas tener sentido. La acustica era buena y sus palabras resonaban en su esternon. Se calmo un poco y salio al exterior, donde recibio el azote del frio de la manana, una brisa de febrero que le puso la piel de gallina. Tuvo que obligar a su ceno, enfurecido y decepcionado con Jodi por no haberlo seguido, a desfruncirse.

Oyo el tanido de las campanas, una vez, para dar las medias horas.

8:30.

Aquel dia solo habia estado vivo cuarenta y cinco minutos.

Etica.

Jesus, Dios. La Etica iba a acabar con el.

2

Una frase de un libro de sicologia sobre la Tortura China del Agua acudio a sus pensamientos: sentado en una comoda silla, el corazon de la victima explotaria de temor esperando una nueva gota.

No era muy academica, si uno lo pensaba, pero era asi. De regreso en la sala de estar de su dormitorio, Cal se dejo caer en el sofa y trato de ver las noticias matutinas. El control vertical estaba un poco desajustado desde que Rocky, el guardia de seguridad, arrojara a un vendedor de marihuana contra el televisor, asi que la imagen daba un salto cada pocos segundos. Caleb se descubrio anticipandose a cada sacudida de la pantalla, con un temblor en las rodillas, como un velocista preparado para emprender su carrera. Su respiracion vibraba en sus cavidades nasales.

– Oh, tio -murmuro, mientras se echaba sobre el regazo un deshilachado cojin de felpa-. Esta manana tengo la cabeza como un nido de viboras. -El tiempo reptaba con lentitud, como un ciempies arrastrandose por su cuello. Al final iba a ser un dia de aupa.

La seccion de deportes dejo de emitir repeticiones de las mejores jugadas de la semana.

– Y ahora volvemos con la encantadora Mary Grissom con el parte del tiempo.

Unos dientes muy blancos aparecieron fugazmente. Mary Grissom se aliso la falda plisada contra los muslos y levanto una mano hacia el mapa del tiempo.

– Gracias, Phil. Muy bien, quiero que todos tengais en cuenta que aqui no soy mas que la mensajera. La cosa va a estar mal todo lo que queda de hoy y todo el dia de manana, amigos, con nevadas que daran paso a granizadas antes de la medianoche de manana… -Bisecada por la linea vacilante que la recorria con el detenimiento de un amante devoto, continuo senalando las flechas curvadas y azules que senalaban el frente frio que se les estaba acercando.

Cal se cubrio el rostro con el cojin y trato de escuchar. A esas alturas, el resto del dormitorio debia de estar preparandose para el desayuno y las clases de las 9:30. El ruido de los secadores, las duchas, los banos y las radios que sintonizaban la emisora de la universidad, la KLAP, ahogo el sonido de la television. Parecia que sus planes para llevar a Jodi aquella noche a la feria de invierno habian sido derribados en pleno vuelo. Ultimamente no podian tomarse ni un pequeno respiro.

– Yippie, yappie, yahoooooey -murmuro-. Puede que esto sea la soga en una vida amorosa llena ya de fricciones.

Entraron dos chicas del tercer piso y sus bonitas y timidas sonrisas lo flagelaron. Vaya, asi que habia estado de nuevo pensando en voz alta. Era parte de su encanto. Le pasaba a veces.

– Alzheimer, senoritas -les explico-. Suele presentarse cuando uno termina su tesis de licenciatura.

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