– La noche en la que se suponia que debia ocurrir recibi una llamada -dijo Taxx-. Al telefono movil. Collier estaba en la habitacion, fingi que era mi esposa. Era Helen Grandfield. Me dijo lo que tenia que hacer: echar la puerta abajo por la manana, enviar a Collier a comprobar la ventana del lavabo porque, obviamente, estaria abierta, llegar rapido a la cama y apunalar a Spanio en el cuello. De nuevo, ningun problema. Escogi cuidadosamente mis palabras y dije algo asi como: «No, carino, dile que tendra que ser lo que ya acordamos mas el doble». Collier estaba viendo un partido de baloncesto en la television, pero yo sabia que me escuchaba. Helen tapo el telefono con la mano, o al menos eso me parecio, debia de estar hablando con Dario, despues dijo que trato hecho. No creo que hubiesen pensado en ningun momento hacer que alguien entrase por la ventana. Creo que contaban con que yo mataria a Alberta Spanio desde el principio.
– ?Y?
– Spanio estaba totalmente dormida debido a las pastillas y al frio cuando echamos la puerta abajo. Me coloque entre Collier y la cama para que no pudiese ver el cuerpo y asenti con la cabeza hacia el lavabo. Collier obedecio. Saque el cuchillo del bolsillo y se lo clave a Alberta en el cuello. Tarde unos cuatro o cinco segundos como mucho. Collier salio del lavabo. Yo habia dado un paso atras para que pudiese ver el cuchillo en el cuello. Vi como el iba a la otra habitacion para pedir refuerzos.
– ?Y entonces surgio el primer problema? -dijo Ward.
Taxx asintio.
– Entre en el lavabo. La ventana estaba abierta. Mi primer pensamiento fue: «Estupendo, Collier lo ha visto. Cree que el tipo entro por la ventana y volvio a salir por ella». Fue entonces cuando me di cuenta de que la nieve estaba apilada en el alfeizar. Nadie podria haber entrado por la ventana sin tirar la nieve.
– Y ahi es cuando cometiste el error -dijo Ward.
Taxx asintio.
– Tire la nieve hacia fuera con la manga -dijo-. En lugar de tirarla dentro, en la banera. Podia oir a Collier al telefono en la otra habitacion. Sali del lavabo antes de que pudiese verme, diciendo que se trataba del escenario de un crimen y que debiamos esperar en la otra habitacion a que llegasen los del CSI. No queria que entrase en el lavabo y viese que la nieve habia desaparecido.
– ?Y? -inquirio Ward.
– Ayer fui a un restaurante chino y me encontre con Helen Grandfield -dijo Taxx-. Collier debio de sospechar. Me siguio. Le vi al otro lado de la calle. Podia hablar con mi mujer y descubrir que no me habia llamado la noche anterior. Podia echarle un vistazo a las fotografias del escenario del crimen y darse cuenta de que la nieve del alfeizar no aparecia.
– Asi que se lo comunico a Helen Grandfield, quien le dijo que se ocuparia de eso -dijo Ward-. Y le pago el resto del dinero.
– No tengo nada que decir en ese sentido -dijo Taxx.
– Sabia que matarian a Collier -dijo Ward.
Taxx no respondio durante unos segundos y despues dijo:
– No quiero pensar en eso.
– ?Donde esta el dinero que le pagaron?
De nuevo, Taxx no respondio. Ademas del dinero que habia apartado y el que le habia entregado Marco, tenia un seguro de vida por valor de un millon de dolares.
– Se lo contare a Stella -dijo Danny Messer.
Aiden abrio el cajon superior del escritorio de Louisa Cormier.
– Aqui no esta -dijo mirando a Mac.
– Alguien debe de haberlo robado -dijo Louisa.
– ?Tiene caja fuerte? -pregunto Mac.
Louisa se volvio hacia Pease, quien suspiro.
– Puede abrirla su cliente o podemos abrirla nosotros -dijo Mac-. Yo creo que esta en esta habitacion, pero podemos…
– Abrala, Louisa -dijo Pease-. Coopere.
Louisa Cormier se acerco a un cuadro de flores rojas de Georgia O’Keefe y lo levanto. Alli estaba la caja fuerte.
Louisa miro a Pease, quien asintio para que la abriese. Ella nego con la cabeza, pero el le urgio a que lo hiciese.
– Podremos lidiar con eso -dijo Pease amablemente-. Actuo usted en legitima defensa.
Louisa abrio la caja fuerte y con una mano enguantada Aiden saco una Walther calibre 22. En esta ocasion supo que la bala coincidiria.
– Cometieron un error que mi Pat Fantome no habria cometido -dijo Louisa.
– Louisa -le advirtio Pease, pero su clienta no pudo resistirse.
– No comprobaron el numero de serie de la pistola que guardaba en mi escritorio cuando vinieron por primera vez -dijo-. Habrian descubierto que no era mi pistola, sino la de Mathew Drietch, pero no encontraron razon para hacerlo. Estuve a punto de conseguirlo.
Louisa alzo la mano derecha y junto el dedo indice y el pulgar hasta casi tocarse.
– El Pat Fantome de Charles Lutnikov seguramente habria comprobado el numero de serie -admitio Mac-. Pero Pat Fantome no es real. Nosotros si lo somos. Cometemos errores y despues asumimos esos errores.
Mac le relato a Louisa Cormier sus derechos.
La puerta de metal se abrio y aparecio Anthony Marco vestido con el mono color naranja de la prision. Miro a Ward y a Mac.
– ?La chica guapa no ha venido en esta ocasion? -pregunto Marco.
– Esta enferma -dijo Mac.
– Le enviare flores -dijo Marco con una sonrisa.
– ?Que sucede? -pregunto el abogado de Marco.
– Los juicios van rapido -dijo Marco-. Hemos conseguido un acuerdo.
– No, que va -dijo Ward-. No necesitamos su cooperacion.
Anthony marco miro a su abogado por encima del hombro y despues volvio a centrarse en Mac y en Ward.
– ?Que? -pregunto Marco.
– ?Conoce a Steven Guista?
– No -dijo Anthony sentandose derecho.
– El si le conoce -dijo Ward-. Sabe un monton de cosas sobre usted y sobre su hermano y ha sido incluido en el programa de proteccion de testigos.
– ?Contra mi? -pregunto Anthony senalandose.
Mac asintio.
– Dicen que mato a un policia y le dio una paliza a otro -dijo Anthony.
– Creia que no le conocia -dijo Ward.
– Menti.
– El testimonio de Guista es insostenible -dijo el abogado de Anthony-. ?Que le han ofrecido para que cometa perjurio?
– Nada -dijo Ward-. No pidio nada. No le ofrecimos nada.
– Yo no tengo nada que ver con el asesinato de Spanio -insistio Anthony-. Eso fue idea de Dario. Vaya a preguntarle si su testimonio es sostenible o no.
– Su hermano ha muerto -dijo Mac.
– No -protesto Anthony.
– Que su abogado haga una llamada -dijo Mac.
– ?Dario ha muerto? El estupido hijo de puta muere y me deja… ?Pueden hacerme esto? ?Pueden hacerme esto? -le pregunto Anthony a su abogado.
El abogado no respondio.