sentarse, ocupo su sitio habitual en la silla situada frente a Brunetti, que estaba detras de su escritorio, con una gruesa carpeta abierta ante si. Vianello observo que su superior llevaba gafas, y el no recordaba haberselas visto antes.
– ?Desde cuando usa gafas, comisario? -pregunto.
Brunetti levanto la cabeza y le miro con los ojos agrandados por los cristales.
– Solo para leer -dijo quitandoselas y dejandolas caer sobre los papeles que tenia delante-. En realidad, no las necesito. Pero van bien para leer la letra pequena de los papeles que envian de Bruselas. -Se froto el puente de la nariz con el indice y el pulgar, como para borrar la senal de las gafas y, al mismo tiempo, la impresion de lo que habia estado leyendo. Miro al sargento-. ?Que sucede?
– Se ha recibido una llamada de los
– ?Eso en opinion de quien? -interrumpio Brunetti.
– Me parece que del
– ?Cuando ha sido?
– Ayer.
– ?Por que nos llaman a nosotros?
– Con el cuerpo se ha encontrado un anillo con el escudo de los Lorenzoni.
Brunetti volvio a frotarse el puente de la nariz y cerro los ojos.
– Ah, pobre muchacho -suspiro. Retiro la mano y miro a Vianello-. ?Estan seguros?
– No lo se, comisario -dijo Vianello, en respuesta a la duda implicita en la pregunta de Brunetti-. El que ha llamado ha dicho solo que habian identificado el anillo.
– Eso no significa necesariamente que fuera suyo, ni siquiera que perteneciera a… -Brunetti se interrumpio, tratando de recordar el nombre del muchacho-. Roberto.
– ?Llevaria un anillo como ese alguien que no fuera de la familia?
– No lo se, Vianello. Pero si quienquiera que dejara alli el cuerpo no queria que fuera identificado, le habria quitado el anillo. Lo tenia en el dedo, ?no?
– Eso no lo se, comisario. Solo ha dicho que se habia encontrado el anillo con el cuerpo.
– ?Quien se encarga alli del caso?
– El que ha hablado conmigo habia recibido instrucciones del
Brunetti meneo la cabeza.
– ?Como ha dicho que se llama el pueblo?
– Col di Cugnan. -Al ver la expresion interrogativa de Brunetti, Vianello se encogio de hombros, para dar a entender que tampoco el lo habia oido en su vida-. Esta cerca de Belluno. Ya sabe lo raros que son los nombres por alla arriba: Roncan, Navegal, Polpet…
– Y muchos apellidos, tambien, si mal no recuerdo.
Vianello agito el papel.
– Como el del
– ?Ha dicho algo mas el
– No, senor. Pero he pensado que debia informarle.
– Si, esta bien -dijo Brunetti, un poco distraido-. ?Ya han llamado a la familia?
– No lo se, comisario. El hombre no me ha dicho nada de eso.
Brunetti alargo la mano hacia el telefono. Cuando contesto la telefonista, pidio que le pusiera con el cuartel de
El comisario solto el pulsador del receptor y marco inmediatamente el numero que le habia dado el
– Bortot -respondio el medico.
– Buenos dias, doctor, soy el comisario Guido Brunetti de la policia de Venecia. -Aqui hizo una pausa, ya que estaba acostumbrado a que, al llegar a este punto, la gente le interrumpiera para preguntarle por el motivo de la llamada. Bartot no dijo nada y Brunetti prosiguio-: Es acerca de los restos del joven que se encontraron ayer y del anillo que aparecio con ellos.
– ?Si, comisario?
– Me gustaria saber donde estaba el anillo.
– No estaba en los huesos de la mano, si se refiere a eso. Pero, en primer lugar, no estoy seguro de que eso quiera decir que no estaba en la mano.
– ?Podria ser mas explicito, doctor?
– Es dificil decir lo que ha pasado aqui, comisario. Hay indicios de que el cuerpo ha sido removido. Por animales. Es lo normal, cuando un cadaver permanece un tiempo a flor de tierra. Faltan huesos y organos, y da la impresion de que los restantes estaban revueltos. Por eso es dificil decir donde podia estar el anillo cuando pusieron ahi el cuerpo.
– ?Pusieron? -pregunto Brunetti.
– Hay indicios de que le dispararon.
– ?Que indicios?
– Un orificio de unos dos centimetros de diametro en la base del craneo.
– ?Solo uno?
– Si.
– ?Y la bala?
– Para buscar los huesos, mis hombres utilizaban un tamiz de luz de malla normal, por lo que no habria retenido algo tan pequeno como los fragmentos de una bala.
– ?Siguen buscando los
– Eso lo ignoro, comisario.
– ?Hara usted la autopsia?
– Si. Esta tarde.
– ?Y los resultados?
– No se que resultados pueden interesarle, comisario.
– Edad, sexo, causa de la muerte.
– La edad ya puedo darsela: poco mas de veinte anos; no creo que la autopsia nos revele algo que contradiga esta estimacion o que pueda darnos una idea mas exacta. Sexo, casi seguro que es un varon, a juzgar por la longitud de los huesos de las extremidades. Y supongo que la causa de la muerte fue la bala.
– ?Podra confirmarlo?
– Depende de lo que encuentre.
– ?En que estado se hallaba el cuerpo?
– ?Se refiere a cuanto queda de el?
– Si.
– Lo suficiente como para obtener muestras de tejido y de sangre. Gran parte de los tejidos habian desaparecido: los animales, como le decia, pero algunos ligamentos y musculos largos, especialmente del muslo y de la pantorrilla, estan en bastante buenas condiciones.