momento no habia conseguido nada. Le parecia increible que los jefes no fueran capaces de comprender que necesitaban una unidad fija de corresponsales. La isla era relativamente grande. El numero de residentes ascendia casi a sesenta mil. Al mismo tiempo, Gotland estaba en pleno auge, florecian la universidad y la vida artistica y cultural. La isla no estaba viva solo en verano, cuando la invadian centenares de miles de turistas.
A los pocos minutos aparecio en la pantalla de su ordenador el teletipo de la Agencia de Noticias TT:
TT (Estocolmo)
Un hombre ha sido hallado muerto poco antes de las siete de la manana en Gotland. Aparecio colgado en la puerta de Dalmansporten, en la muralla de Visby.
Se desconoce aun la identidad de la victima. La policia no descarta que pueda tratarse de un asesinato.
Por si acaso, Johan reservo un billete en el primer vuelo que salia hacia Visby. Habia que darse prisa. Si le confirmaban que se trataba de un asesinato, tendria que marcharse a toda pastilla. El cansancio habia desparecido, la adrenalina se disparaba cuando ocurria algo importante. Si se comprobaba que era un asesinato, seria una noticia relevante en todos los informativos de la Television Sueca, no le cabia la menor duda. Un cadaver colgando en la bonita muralla medieval de Visby. ?Joder!
No pudo evitar pensar que, de ser asi, podria viajar a Gotland, y, en tal caso, volver a ver a Emma y Elin antes de lo que tenia pensado. Lo grotesco de la situacion era que, en el fondo, deseaba que el tipo de la muralla hubiera sido victima de un asesinato.
No paso mucho tiempo antes de que el redactor de los informativos nacionales entrara a escape en la redaccion preguntando que iban a hacer los de Noticias Regionales con aquello.
Antes de que tuviera tiempo de contestarle, volvio a sonar el telefono.
Era Pia Lilja.
– Johan, estoy casi segura de que se trata de un asesinato. Lo mejor sera que vengas cuanto antes.
– ?Por que piensas eso?
– ?Hombre, porque lo he visto! Estaba colgado de una soga atada a un gancho sujeto a la verja que hay por encima de la puerta, y la puerta de Dalmansporten es alta de verdad. La abertura propiamente dicha tiene por lo menos cinco metros de altura. Es imposible subirse alli arriba uno solo. Ademas, la policia ha desplegado un amplio cordon de seguridad. ?Por que iban a hacerlo si no hubiera indicios de criminalidad?
– Esta bien -respondio agitado-. ?Que material tienes? ?Has entrevistado a alguien?
– No; la poli no suelta prenda. No dice ni mu a nadie, por si te sirve de consuelo. Pero he sacado unas fotos muy buenas. Consegui dar la vuelta por el otro lado antes de que pusieran el cordon, asi que pude tomar excelentes angulos del cuerpo antes de que lo bajaran. ?Un espectaculo de lo mas macabro! Creo que somos los unicos que las tenemos.
– Ya. Bien, parece que no hay que darle mas vueltas al asunto. Voy para alla.
Capitulo 10
Iban pasando los minutos. No era normal que el barco saliera con retraso y, precisamente, tenia que ocurrir justo esa manana. Empezo a revolverse en la butaca del salon de la cubierta de proa. En el barco iban muy pocos pasajeros. Mas adelante iba sentada una pareja de ancianos que ya habia sacado la bolsa de comida que llevaban, el termo y unos bocadillos, y se los iban comiendo mientras resolvian crucigramas. En la fila de butacas que habia detras de el dormitaba un hombre de su edad cubierto con una cazadora.
Cuando el barco por fin zarpo, no pudo evitar lanzar un suspiro de alivio.
Por un momento, estuvo convencido de que la policia iba a entrar de pronto en el compartimento de pasajeros y lo iba a detener. Poco a poco se permitio relajarse. Dentro de tres horas y cuarto estaria en la Peninsula. Tenia ganas de llegar alli.
En el comedor, se tomo un plato de pasta con pollo y ensalada y se bebio una cerveza. Despues se sintio aun mas animado. La operacion habia sido un exito. Advirtio sorprendido que ni siquiera habia sido dificil, al menos, desde el punto de vista emocional. Concentrado como un soldado en campana, hizo lo que debia siguiendo escrupulosamente el plan. Se concentro en su tarea. Despues lo invadio una paz y una satisfaccion que hacia mucho tiempo que no experimentaba.
Cuando delante de el ya solo se divisaba el mar abierto, se levanto de la butaca, cogio las dos bolsas de plastico y subio a la cubierta superior. Con el frio que hacia no habia ningun pasajero fuera, y se trataba de actuar con rapidez antes de que apareciera alguien. Comprobo una vez mas que no habia nadie, alzo las dos bolsas y las lanzo por la borda.
Cuando desaparecieron abajo entre la espuma de las olas, cedio el ultimo resquicio de opresion que aun sentia en el pecho.
Capitulo 11
El resultado del primer reconocimiento que Erik Sohlman, el perito de la Brigada de Homicidios, le practico al cadaver, no dejaba lugar a dudas. Todo apuntaba a que Egon Wallin habia sido asesinado. Knutas convoco inmediatamente a sus colaboradores mas cercanos a un almuerzo de trabajo. Integraban la Brigada de Homicidios otras cuatro personas, ademas de Knutas: Lars Norrby, portavoz de prensa y subcomisario; Karin Jacobsson, inspectora, y Thomas Wittberg, asimismo inspector. Solo faltaba Sohlman, que aun se encontraba en el lugar del crimen para recibir al forense. Ademas del grupo que dirigia las investigaciones, asistia tambien el veterano fiscal Birger Smittenber, que habia interrumpido su descanso dominical para colaborar desde el principio.
Knutas les pidio que se pusieran en marcha en todos los frentes lo antes posible; las veinticuatro horas siguientes a un asesinato eran casi siempre decisivas.
Alguien lo suficientemente previsor habia encargado bocadillos de albondigas y cafe. Cuando todos los que estaban sentados a la mesa se hubieron servido, el comisario abrio la reunion.
– Asi pues, por desgracia, nos enfrentamos a un asesinato. La victima es Egon Wallin, el galerista. Lo descubrio una mujer que se dirigia al trabajo esta manana, a las siete. Como seguramente todos sabreis ya, estaba colgado en la puerta de Dalsmanporten. Las lesiones en el cuello ponen de manifiesto que Wallin murio asesinado. Erik viene de camino y podra darnos mas detanes. El medico forense ha llegado hace un momento desde Estocolmo y ya esta en la escena del crimen.
– Esto es una locura, otro cadaver colgado, igual que el verano pasado -exclamo Thomas Wittberg-. ?Que esta pasando realmente?
– Si, es extrano -admitio Knutas-. Pero al menos parece que Egon Wallin no ha sido sometido a una muerte ritual. La testigo que encontro el cuerpo esta siendo interrogada en estos momentos -anadio-. Primero la trasladaron al hospital, donde le hicieron un reconocimiento y le dieron un tranquilizante. Al parecer, sufrio una conmocion grave.
El comisario se levanto y senalo con un lapiz un punto en el mapa de la pared de enfrente. Era un mapa de la parte este de la muralla: la puerta de Dalmansporten y la zona verde de Ostergravar.
– Hemos acordonado toda la zona de Ostergravar a lo largo de la calle Kung Magnus, desde la Puerta Este hasta la Norte. Mantendremos el cordon el tiempo necesario, hasta que se hayan comprobado todas las pruebas. Por la parte interior de la muralla, hemos cerrado un tramo de la calle Norra Murgatan y de Uddens Grand, proximos a ella, pero parece que nos veremos obligados a abrir pronto esos tramos. No es que haya mucho trafico alli arriba en Klinten, pero de todos modos habra que abrirlos al trafico. Asi pues, esa es la zona en la que se van a concentrar los tecnicos primero. Logicamente, el asesino tiene que haber llegado por alli.
– ?Y eso por que? -quiso saber Karin.
– Porque, segun Sohlman, Egon probablemente no fue asesinado en Dalmansporten, sino que su cuerpo fue trasladado hasta alli desde otro lugar.
– ?Como se puede saber eso tan pronto? -pregunto Wittberg, que abrio de par en par sus grandes ojos azules.