– A mi no me preguntes. El solo dijo que el lugar donde lo asesinaron y el lugar donde lo encontraron probablemente no fueran el mismo. Ya nos los explicara cuando llegue. Y si el agresor, o los agresores, mataron a Wallin en otro sitio, es de suponer que tendrian un coche. Trasladar un cadaver no es tan facil. No creo que condujeran por la zona de Ostergravar.

– ?Hay testigos? -pregunto Birger Smittenberg-, ?No hay nadie en las casas de los alrededores que haya visto u oido algo? La puerta esta en medio de una calle rodeada de edificios.

– Nuestros agentes estan llamando puerta por puerta y solo nos queda esperar que eso aporte alguna informacion. Lo cierto es que justo al lado de Dalmansporten solo hay una casa cuyas ventanas dan a la muralla. Para tratarse de una zona centrica, ha elegido muy bien el lugar, si no queria que lo molestasen. Si alguien hace una cosa asi por la noche, seguro que, con un poco de suerte, puede largarse sin que nadie lo vea.

– Pero, de todas formas -objeto Wittberg-, parece muy arriesgado. Me refiero a que se necesita bastante tiempo para sacar el cadaver de un coche y colgarlo de esa manera.

– Y fuerza -intervino Norrby-. Levantar a alguien tan alto, no lo hace cualquiera. A no ser, claro esta, que fueran mas de uno.

– Quienquiera que haya sido, lo mas probable es que anteriormente merodeara por alli mas de una vez. Para reconocer el lugar y prepararlo todo, quiero decir. Tenemos que preguntarle a la gente si ha visto por alli a alguien en los dias anteriores al crimen.

Knutas estornudo sonoramente y, mientras se sonaba la nariz, el fiscal aprovecho la pausa para formular una pregunta:

– ?Hay ya alguna pista concreta?

Como por ensalmo, se abrio la puerta y aparecio Erik Sohlman. Saludo brevemente a todos. Se lanzo hambriento a hacerse con un bocadillo y se sirvio una taza de cafe. Knutas decidio dejarlo que comiera tranquilo antes de acosarlo a preguntas.

– ?Que sabemos de la victima? -El comisario consulto sus papeles-. Bien, pues que se llama Egon Wallin y nacio en 1951, en Visby. Ha vivido aqui toda su vida. Casado con Monika Wallin, tiene dos hijos mayores, ya emancipados. Vive en uno de los chales adosados que hay abajo, en la calle Snackgardsvagen. La esposa ha sido informada de su muerte y esta en el hospital. La interrogaremos mas tarde. Tambien nos hemos puesto en contacto con los dos hijos, ambos viven en la Peninsula. Egon Wallin era una persona muy conocida aqui en la ciudad. El y su mujer se han dedicado veinticinco anos a la venta de cuadros. El se puso al frente de la galeria cuando lo dejo su padre, y desde qgue tengo uso de razon ese negocio ha sido propiedad de la familia. Wallin no aparece en el registro de delincuentes. Yo he coincidido bastantes veces con el a lo largo de estos anos, aunque no puedo decir que nos conocieramos. Era un hombre muy agradable y parecia que la gente le tenia mucho aprecio. ?Alguno de vosotros llego a tener una relacion mas estrecha con el?

Todos negaron con la cabeza.

Para entonces, Erik Sohlman habia tenido tiempo de dar cuenta de un par de bocadillos, asi que Knutas dio por supuesto que ya estaba en condiciones de hablar.

– ?Que puedes contarnos, Erik?

Sohlman se levanto y se acerco al ordenador que habia en el centro de la sala. Le hizo senas a Smittenberg, que era quien estaba sentado mas cerca de la puerta, para que apagara la luz.

– Bien, pues esta es la vista que se encontro esta manana Siv Eriksson cuando se dirigia al trabajo. Ella venia andando desde la calle Kung Magnus por el camino peatonal cuando descubrio el cuerpo colgado y absolutamente visible en el hueco de la Puerta. Egon Wallin estaba vestido, pero no tenia ni la cartera ni el movil. A lo largo del dia enviaremos su ropa al Laboratorio Estatal de Investigaciones Criminologicas, SKL, para que la analicen. Se encontro un fular justo debajo del cuerpo; no sabemos si pertenece a la victima, pero, como es logico, lo enviaremos tambien al SKL.

Sohlman fue pasando fotografias del cuerpo tomadas desde distintos angulos.

– Yo solo le he practicado un reconocimiento superficial, pero, por una vez, estoy casi seguro de que se trata de un asesinato. La razon es el aspecto que presentan las lesiones del cuello. Cuando descolgamos el cuerpo, pude observarlo mas de cerca y probablemente no fue el ahorcamiento lo que lo mato.

Hizo una pausa escenica y bebio un sorbo de cafe. Alrededor de la mesa todos escuchaban expectantes.

Sohlman senalo con el lapiz en la fotografia.

– Wallin presenta lesiones claras que no guardan relacion con la soga que tenia alrededor del cuello. Los dos surcos paralelos y de anchura milimetrica que veis aqui recorren todo el cuello justo por encima de la laringe y se prolongan hasta la nuca. Esas marcas demuestran que lo han estrangulado por detras con una cuerda fina y cortante, como una cuerda de piano o algo similar. O el asesino dudo de que la victima realmente hubiera muerto tras el primer intento, o Egon Wallin opuso resistencia y el asesino entonces se vio obligado a hacer un nuevo intento, y de ahi las dos hendiduras paralelas. En esas hendiduras aparecen fisuras rojas que indican que fue la cuerda de piano la que le causo la muerte. Ademas, fijaos en este surco mas ancho, probablemente causado por la soga en la que Wallin fue colgado. No presenta hemorragias ni manchas rojas. Mirad aqui, el surco parece oscuro, seco y algo apergaminado. Eso indica que ya estaba muerto cuando lo colgaron de la soga. De lo contrario, las lesiones habrian tenido un aspecto muy diferente.

Varias fotos mostraron la cara de la victima. Knutas se echo instintivamente hacia atras. Siempre era mas duro cuando uno conocia a las victimas y les tenia aprecio. Nunca seria capaz de dejar completamente a un lado sus sentimientos.

A Sohlman, en cambio, parecia que no le costaba nada. Con su habitual chaqueta de pana marron y su indomable cabello rojo, estaba alli tranquilamente explicando el horrible crimen que acababa de ocurrir con un tono de voz suave y agradable. De vez en cuando tomaba un sorbito de cafe, como si estuviera ensenando las fotos de las vacaciones. El comisario no podria comprender jamas como funcionaba Sohlman.

Lanzo una mirada rapida a Karin. Tenia la cara blanca como la tiza. Knutas sintio una enorme simpatia hacia ella, sabia como luchaba consigo imsma. Las fotografias de la victima estaban tomadas de cerca. Egon Wallin tenia la cara enrojecida y los ojos abiertos. En la frente se veia una herida y una inflamacion, y en la mejilla tenia un rasguno. El comisario se pregunto si se lo habria hecho mientras luchaba por su vida. Como si le hubiera leido el pensamiento, Erik Sohlman anadio:

– Estas lesiones de la cara lo complican todo. No comprendo de donde vienen. Por supuesto, no podemos descartar que se hayan producido al colgarlo, pero parece raro. Y la herida del cuello indica que fue atacado por detras. Pero la interpretacion de las magulladuras de la cara se la cedo con mucho gusto al forense. Algo tendra que hacer el tambien… -concluyo Sohlman sonriendo con ironia.

– ?Cuanto tiempo llevaba muerto? -pregunto Karin, que ya habia recuperado el color del rostro.

– Es dificil precisarlo. A juzgar por la temperatura del cuerpo, yo diria que por lo menos seis horas. Pero ya os digo que esto es una suposicion, habra que esperar el resultado preliminar de la autopsia que haga el forense.

– Otra cosa: ?como va el tema de huellas? -inquirio Knutas.

– En la Puerta apenas hemos encontrado nada interesante: algunas colillas de cigarrillos y chicles, pero que muy bien podian haber estado alli con anterioridad. Al lado de la Puerta hay roderas de coche recientes, asi como huellas de zapatos. Hacia Ostergravar, logicamente, esta todo lleno de huellas de zapatos y demas. Alli tambien hemos estado buscando con los perros, pero de momento no hemos dado con nada de interes.

Wittberg miro a sus colegas con gesto de duda y apunto:

– ?Podria tratarse de algo tan simple como un robo?

– Aunque al ladron se le fuera la mano y acabase con la vida de la victima, ?por que iba a tomarse la molestia de colgarla en la puerta despues? -repuso Karin con escepticismo-. La verdad, parece poco creible.

Sohlman carraspeo.

– Y ahora, si no se os ofrece nada mas, me gustaria volver alli. Apago el ordenador y encendio las luces antes de abandonar la sala.

Knutas miro circunspecto al resto de los asistentes.

– La cuestion del movil tendremos que dejarla para mas adelante. Es demasiado pronto para especular sobre ese asunto. Ahora lo que hay que hacer es empezar a investigar la vida de Egon Wallin, sus negocios, empleados, vecinos, amigos, familiares, su pasado, todo. Karin y Thomas se encargaran de ello. Lars, tu te ocuparas de la prensa; los periodistas van a caer sobre nosotros como buitres. Ademas, el hecho de que la victima apareciera colgada de esa manera no va a contribuir a hacernos las cosas mas sencillas. Ya sabeis como les gustan a los

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