arrastro sin remedio a una larga melancolia que habria de sellar sus ojos para siempre en octubre de 1941. Desde aquel dia, Ben vivio y trabajo solo en la casa que su padre habia construido. Fue alli donde escribio todos sus libros hasta el ano en que desaparecio para siempre sin dejar rastro.
Una manana de diciembre anos despues de que todos, incluso Roshan, le diesen por muerto, recibi un pequeno paquete mientras contemplaba la marisma desde el pequeno muelle que se alza frente a mi casa. El envoltorio llevaba estampado un matasellos de la oficina postal de Calcuta y mi nombre aparecia dibujado en una caligrafia que no podria olvidar aunque viviese cien anos. En su interior envuelto entre varias capas de papel, encontre la mitad de la medalla en forma de Sol que Aryamy Bose dividio en dos partes cuando separo a Ben y Sheere aquella tragica noche de 1916.
Esta manana, mientras escribia al amanecer las ultimas lineas de esta memoria, las primeras nieves del ano han tendido su manto blanco frente a mi ventana. El recuerdo de Ben ha vuelto a mi como el eco de un susurro despues de todos estos anos. Le he imagina-do recorriendo las turbulentas calles de Calcuta entre la multitud, entre mil historias desconocidas como la suya y, por primera vez he comprendido que mi companero, al igual que yo, ya es un hombre viejo y que su reloj esta a punto de completar su circulo. Es tan extrano sentir como la vida se nos ha escapado de las manos…
No se si volvere a saber de mi amigo Ben. Pero se que, en algun punto de la misteriosa ciudad negra, el muchacho de quien me despedi para siempre aquel amanecer que nevo sobre Calcuta sigue vivo y mantiene encendida la llama del recuerdo de Sheere, sonando con el momento de reunirse con ella en un mundo donde ya nada ni nadie los pueda separar jamas.
Espero que la encuentres, amigo.