podido limpiarlas todas las veces y aprovisionarlas de nuevo por medio de las otras, pero no puede continuar siempre asi, a menos que consiga detener las restantes filtraciones. Ademas, ni el ni nadie ha sugerido algo concreto para sacar ese vehiculo del fango que lo retiene.
»Hay otro buen argumento en contra de mandar la nave. Si utilizamos control remoto, su operacion cerca del suelo seria realmente imposible, teniendo en cuenta el retraso de sesenta segundos en las reacciones. Se podria programar su computador para un aterrizaje, pero los riesgos de esto se demostraron claramente la primera vez que alguien aterrizo lejos de la Tierra. Seria mejor dar a los mesklinitas unas lecciones rapidas para que la piloten ellos mismos.
—No intentes que eso suene completamente estupido, Alan —senalo suavemente Easy—. El Kwembly es sencillamente el primero de los vehiculos en llegar a lo que parece ser su ultimo problema. Dhrawn es un mundo muy grande sobre el que se conoce muy poco, y sospecho que vamos a quedarnos sin vehiculos terrestres para rescates o para cualquier otra cosa tarde o temprano. Ademas, hasta yo se que los controles de la nave estan acoplados al computador, con operadores discrecionales. Admito que, incluso asi, las probabilidades son de diez a uno de que alguien que intente un vuelo sobre Dhrawn de suelo a suelo con esa maquina y sin previa experiencia se mataria; pero ?Beetchermarlf y Takoorch tienen mayores probabilidades de supervivencia sobre cualquier otra base?
—Creo que si —contesto tranquilamente Aucoin.
—?Como, en nombre de todo lo que es sensato? —gruno Mersereau—. Aqui todos hemos… Easy levanto su mano. Su gesto o la expresion de su rostro hicieron que Boyd se interrumpiese.
—?Que otros procedimientos podrias recomendar conscientemente que tuviesen alguna probabilidad real de salvar al Kwembly, a sus dos timoneles o al resto de la tripulacion de Dondragmer? —pregunto.
Aucoin tuvo la decencia de sonrojarse fuertemente, pero contesto con bastante firmeza.
—Lo he mencionado anteriormente, como Boyd recordara —dijo—. Enviar al Kalliff desde la colonia a recogerlos.
Las palabras fueron seguidas por unos segundos de silencio, mientras expresiones regocijadas iban apareciendo sobre los rostros alrededor de la mesa. Al fin fue Ib Hoffman el que hablo.
—?Crees que Barlennan lo aprobara? —pregunto inocentemente.
—En resumen —le dijo Dondragmer a Kabremm—, podemos quedarnos aqui y no hacer nada mientras Barlennan envia un vehiculo de rescate desde la colonia. Supongo que puede pensar en algun motivo para enviarlo que no suene demasiado extrano, despues que no quiso hacerlo con el Esket.
—Eso sera bastante facil —contesto el primer oficial del Esket—. Uno de los seres humanos estaba en contra de enviarlo, y el comandante simplemente le dejo convencerle en la discusion. Esta vez podria ser mas firme.
—Como si la primera vez no hubiese hecho sospechar bastante a algunos de los otros humanos. Pero no importa. Si esperamos, no sabremos cuanto tiempo tardara, ya que ni siquiera conocemos si hay algun camino posible por tierra desde la colonia hasta aqui. Tu viniste desde las minas por el aire y nosotros flotamos gran parte del camino.
—Si decidimos no esperar, podemos hacer dos cosas. Una es trasladarnos por etapas hasta el Kwembly, llevando el equipo vital tan lejos como nos lo permitan los trajes y parandonos despues otra vez para recargarlos. Supongo que llegariamos alli en algun momento. El otro es trasladarse hacia la colonia de la misma forma, hasta encontrar el vehiculo de rescate, si viene uno, o llegar hasta alli a pie, si no lo hace. Supongo que tarde o temprano tambien llegariamos alli. Aunque alcanzasemos al Kwembly, no tendriamos la seguridad de que podamos repararlo. Si los seres humanos han retransmitido adecuadamente los sentimientos de Beetchermarlf, parece bastante dudoso que podamos hacerlo. No me gusta ninguna de las dos cosas, a causa del tiempo que se pierde con cualquiera de ellas. Hay otras mejores que reptar a pie sobre la superficie de este mundo.
—En mi forma de pensar, utilizar tu dirigible para rescatar a mis timoneles, si se decidiese abandonar el Kwembly, o comenzar a transportar alli mi tripulacion y mi equipo es una idea mejor.
—Pero eso…
—Eso, por supuesto, hundiria todo el cuento sobre el Esket. Incluso utilizar el helicoptero de Reffel tendria el mismo efecto; no podriamos explicar lo que le sucedio al equipo visual que llevaba, sin que ellos lo adivinen, no importa que mentira nos inventemos. No estoy seguro de que valga la pena sacrificar deliberadamente esas vidas a causa de tal engano, aunque admito que quiza haya que arriesgarse a hacerlo. No hubiese accedido a esto de otra forma.
—Eso he oido —contesto Kabremm—. Nadie ha sido capaz de hacerte ver el riesgo de depender completamente de unos seres que no nos consideran como verdadera gente.
—De acuerdo. Recuerda que algunos de ellos son tan distintos entre si, como respecto a nosotros. Me decidi sobre los alienigenas en cuanto uno de ellos contesto mi pregunta sobre una cabria diferencial clara y detalladamente y me dio gratis la primera leccion sobre el uso de las matematicas en la ciencia. Comprendo que los humanos son tan distintos entre si como nosotros; ciertamente el que persuadio a Barl de no enviar ayuda al Esket debe ser lo mas distinto posible de la senora Hoffman o de Charles Lackland, pero no desconfio de ellos como especie. Nunca lo hare en la forma que vosotros pareceis intentarlo. No creo que Barlennan lo haga; ha cambiado el tema mas de una vez, en lugar de discutirlo conmigo, y ese no es Barlennan cuando esta seguro de tener razon. Sigo pensando que seria una buena idea arriar las velas en este asunto y pedir directamente la ayuda humana para el Kwembly o arriesgarse a que ellos se enteren, utilizando alli los tres dirigibles.
—Ya no son tres —Kabremm sabia que aquello no importaba, pero se alegraba de tener una oportunidad de cambiar de tema—. Karfrengin y cuatro hombres mas han desaparecido en el Elsh hace dos dias.
—Por supuesto, no me habian llegado estas noticias —dijo Dondragmer—. ?Como ha reaccionado el comandante? Creo que hasta el sentiria la tentacion de pedir ayuda a los humanos, si comenzamos a perder gente por todo el mapa.
—El tampoco lo sabe. Hemos enviado grupos a pie en su busqueda, utilizando las ruedas que cogimos del Esket, y no queriamos hacer un informe hasta que estuviese completo.
—?Podria ser mas completo? Karfrengin y sus hombres tienen que haber muerto ya. Los dirigibles no llevan equipo de soporte vital para dos dias.
Kabremm se encogio de hombros.
—Eso es asunto de Destigmet. Yo tengo bastantes problemas.
—?Por que no se utilizo tu vehiculo para la busqueda?
—Se hizo hasta esta tarde. Hay otros problemas en la mina. Una especie de rio de hielo se acerca muy lentamente, pero pronto cubrira la segunda colonia si no se detiene. Ya ha llegado hasta el Esket y ha comenzado a volcarlo. Esa es la razon de que pudiesemos coger las ruedas tan facilmente. Destigmet me ha enviado para que siguiese al glaciar e intentase averiguar si hay probabilidades de que no se detenga, o si era solo algo temporal. En realidad, no deberia haber llegado tan lejos, pero no pude pararme. Durante toda la distancia es el mismo rio, a veces solido y a veces liquido a lo largo de su curso; es la cosa mas extrana que he visto en este extrano mundo. No hay ninguna probabilidad de que el hielo se detenga. La colonia del Esket esta condenada.
—Por supuesto, Barlennan tampoco sabe nada de esto.
—No hay forma de decirselo. Solo descubrimos que el hielo se movia justo antes del anochecer.
Hasta entonces era simplemente un acantilado a unas cuantas docenas de cables de la mina.
—En otras palabras: no solo hemos perdido a mi primer oficial y un helicoptero, sino tambien un dirigible con cinco hombres y, de paso, todo el proyecto del Esket, con mi Kwembly seguramente en la misma lista. ?Y todavia piensas que no deberiamos terminar este engano, contar a los humanos toda la historia y conseguir su ayuda?
—Mas que nunca. Si supiesen que tenemos tantos problemas, seguramente decidirian que no les serviriamos de mucho y nos abandonarian aqui.
—Tonterias. Nadie abandona asi una inversion como la de este proyecto; pero no importa discutir; de todas formas, es un punto sin importancia. Me gustaria…
—Lo que te gustaria en realidad es tener una excusa para descubrir toda la historia a tus amigos que respiran oxigeno.
—Sabes que no haria eso. Estoy completamente dispuesto a utilizar mi propio juicio, pero conozco bastante historia para temer decisiones rapidas que signifiquen cambios en la politica basica.