Vanessa llevaba en el vestido blanco-. Es un honor que se haya acordado de mi.

Gabriella solto una carcajada antes de tomar un sorbo de vino.

– En realidad, te disgusto bastante que te molestara mientras estabas de vacaciones. No te culpo, pero por mi causa he aprendido a ser grosera… e implacable.

Vanessa sonrio al escuchar las palabras de la princesa.

– Entonces, me siento honrada y enojada. No obstante, espero que la gala de esta noche sea un rotundo exito.

– Lo sera. ?Conoces a Eve, mi cunada?

– Si. He coincidido con Su Alteza en varias ocasiones.

– Es norteamericana y, por consiguiente, muy obstinada. Es una gran ayuda para mi.

– ?Es su marido tambien de los Estados Unidos?

Los ojos de Gabriella se iluminaron.

– Si. Reeve tambien es muy obstinado. Este ano hemos implicado bastante a nuestros hijos, asi que la organizacion de la gala ha sido mas circo de lo que acostumbra. Mi hermano Alexander ha estado fuera de Cordina durante unas semanas, pero regreso a tiempo para ayudarnos.

– Es usted implacable con su familia, Gabriella.

– Lo mejor es ser implacable con los que se ama. Por cierto, Hannah te presenta sus disculpas por no haber venido a saludarte antes del concierto. Bennett no la deja en paz.

– Creo que su hermano pequeno tiene derecho a no dejar en paz a su esposa cuando esta esta a punto de dar a luz.

– Le interesas mucho a Hannah, Vanessa…-comento la princesa con una sonrisa-, dado que tu nombre estuvo vinculado al de Bennett antes de que el se casara.

«Igual que la mitad de la poblacion femenina del mundo libre», penso Vanessa, pero guardo silencio.

– Su Alteza era el mas encantador de los acompanantes.

– Era un canalla.

– Domado por la encantadora lady Hannah.

– No creo que este domado. Mas bien contenido -comento la princesa, tras dejar su copa sobre una mesa-. Senti mucho cuando tu manager me dijo que no pasarias mas que un dia en Cordina. Ha pasado tanto tiempo desde la ultima vez que viniste a visitarnos…

– No hay lugar en el que me sienta mas bienvenida. Recuerdo la ultima vez que estuve aqui. Pase un dia maravilloso en su casa de campo, con su familia.

– Nos encantaria volver a recibirte, siempre que tu agenda te lo permita. ?Te encuentras bien?

– Si, gracias. Estoy muy bien.

– Estas preciosa, Vanessa, tal vez aun mas porque tienes una profunda tristeza en la mirada. Yo comprendo muy bien ese sentimiento. Me lo vi en el espejo una vez, no hace demasiados anos. Son los hombres los que lo provocan. Es una de sus mejores dotes. ?Puedo ayudarte?

– No lo se -admitio Vanessa mientras miraba los hermosos ojos de la princesa-. Gabriella, ?le puedo hacer una pregunta? ?Que es lo mas importante de su vida?

– Mi familia.

– Si. Fue una historia muy romantica como conocio y se enamoro de su esposo.

– Se va haciendo cada vez mas romantica y menos traumatica.

– Es un ex policia norteamericano, ?verdad?

– Si.

– Si hubiera tenido que ceder sus derechos, abandonar su posicion, para poder casarse con el, ?lo habria hecho?

– Si, pero con gran pesar. ?Acaso te ha pedido ese hombre que dejes algo que forma parte innata de ti?

– No. No me ha pedido que deje nada y, sin embargo, lo quiere todo.

– Esa es otra de las habilidades de los hombres -comento Gabriella con una sonrisa.

– He aprendido detalles sobre mi misma, sobre mi vida y mi familia que resultan muy dificiles de aceptar. No estoy segura de que, si le doy a ese hombre lo que quiere, no le este enganando a el y a mi misma.

Gabriella guardo silencio durante un instante.

– Ya conoces mi historia, Vanessa. Despues de que me secuestraran y de que perdiera la memoria, mire el rostro de mi padre y no lo reconoci. Al mirar los ojos de mis hermanos, vi los de unos desconocidos. Sin embargo, tuve que encontrarme a mi misma, descubrirme en lo mas basico. Resulta aterrador y frustrante. Yo no soy una persona tranquila ni paciente.

– He oido rumores -dijo Vanessa, con una sonrisa.

Gabriella solto una carcajada. Volvio a tomar la copa de vino y dio un sorbo.

– Cuando por fin me reconoci, cuando mire al fin a mi familia y supe quienes eran, aunque de un modo diferente… No resulta facil de explicar, pero, cuando los conoci de nuevo, cuando volvi a amarlos, fue con un corazon diferente. Las faltas que tenian, los errores que habian cometido, el hecho de que me hubieran hecho dano en el pasado o yo a ellos ya no importo. Nada importaba.

– Esta usted diciendo que olvido el pasado.

– No. No olvide el pasado. Eso es imposible, pero lo vi a traves de unos ojos diferentes. No me resulto tan dificil enamorarme despues de haber vuelto a nacer.

– Su marido es un hombre afortunado.

– Si, yo misma se lo recuerdo muy a menudo. Bueno, es mejor que me marche para que te puedas preparar para el concierto.

– Gracias.

Gabriella se detuvo en la puerta.

– Tal vez cuando vuelva a ir a los Estados Unidos me invites a pasar un dia en tu casa.

– Sera para mi el mayor de los placeres.

– Asi, podre conocer a ese hombre.

– Si, creo que si.

Cuando la puerta se cerro, volvio a tomar asiento. Muy lentamente, giro la cabeza hasta que volvio a ver su imagen en el espejo. Vio los mismos ojos oscuros, la boca cuidadosamente maquillada, la cabellera oscura, su palida piel y sus delicados rasgos. Vio una pianista. Y una mujer.

– Vanessa Sexton -murmuro. Entonces, esbozo una ligera sonrisa.

De repente, supo por que estaba alli y por que iba a salir a aquel escenario. Y por que, cuando hubiera terminado, iba a regresar a casa.

A su casa.

Hacia demasiado calor para que un hombre de treinta anos estuviera jugando al baloncesto bajo un sol de justicia. Los chicos no tenian ya clases por las vacaciones de verano, por lo que tenia el parque para el solo. Aparentemente, los adolescentes tenian mas sentido comun que un medico enamorado.

A pesar de la altisima temperatura, Brady habia decidido que sudar sobre la cancha de baloncesto era mucho mejor que estar solo en casa, pensando.

?Por que diablos se habia tomado el dia libre? Necesitaba su trabajo. Necesitaba llenar su tiempo libre. Necesitaba a Vanessa.

A ella iba a tener que olvidarla. Habia visto fotografias suyas. Habian salido en la television y en los periodicos. Todos los habitantes del pueblo llevaban dos dias hablando de aquel maldito concierto. Ojala no la hubiera visto con aquel hermoso y reluciente vestido blanco, con el cabello cayendole en cascada por la espalda y sus hermosos dedos volando sobre las teclas, acariciandolas, haciendo que entonaran notas casi imposibles. Habia interpretado su musica, la misma composicion que habia estado tocando aquel dia, cuando Brady entro en su casa para descubrir que ella lo estaba esperando.

Por fin habia terminado su sinfonia… Igual que habia terminado con el.

Lanzo una nueva canasta.

?Como podia esperar que una mujer como ella quisiera regresar a un pueblo como aquel, con el novio de su adolescencia? Le aplaudian los miembros de la realeza. Iba de palacio en palacio tocando sus composiciones. Lo unico que el podia ofrecerle era una casa en medio del bosque, un perro maleducado y de vez en cuando un

Вы читаете Sinfonia Inacabada
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×