Entonces no se oyo nada. Paso un minuto, dos, tres. Finalmente Tina no pudo soportarlo por mas tiempo. La cara de Jock era totalmente inexpresiva, sus ojos completamente frios. “Di algo”, grito el corazon de Tina. “Di algo”. Pero el no dijo nada. Permanecio mudo y ella creyo que no iba a poder soportarlo. Y entendio en ese momento que su vida seria solitaria.

– Tengo… tengo que irme a urgencias.

Se levanto, miro una vez mas aquel rostro impasible y, con un estremecimiento, se dio la vuelta. Sentia un dolor infinito. Un dolor que la recorria por dentro y que era mas insoportable que cualquier dolor fisico.

?Como amaba a ese hombre! Pero ese hombre no queria ninguna relacion con ella. Ni con ella ni con su hijo.

– Lo siento, Jock, pero crei que tenias que saberlo -entonces camino hacia la puerta.

Una de las enfermeras de noche, Penny, entraba en ese momento. Dirigio una sonrisa a Tina y luego se volvio sorprendida cuando esta paso a su lado sin decir nada.

Tina era conocida por sus risas y su amabilidad, pero aquella noche no habia risas ni amabilidad. Algo terrible acababa de pasar. La enfermera, temerosa, entro esperando lo peor. La enfermera Silverton le habia contado que la pequena Marika se estaba recuperando, pero por la expresion de la doctora Rafter, penso que la nina habia muerto.

Pero no. La nina dormia apaciblemente y respiraba con total normalidad, bajo la atenta mirada del doctor Blaxton… Penny lo miro asombrada, ya que el doctor tenia la misma expresion que Tina. Una expresion que la enfermera no habia visto jamas.

– Gracias, Penny -dijo Jock, levantandose-. No la dejes sola ni un minuto -ordeno-. Revisa la presion sanguinea cada diez minutos y mira tambien el tubo. Si hay algun cambio llamame enseguida. La hinchazon ha desaparecido, asi que no creo que haya ningun problema.

Dicho lo cual salio de la habitacion con la misma lentitud y expresion extrana que Tina momentos antes.

Capitulo 10

TINA estaba escribiendo notas cuando Jock llego. Le caia el cabello sobre el rostro, su cabeza estaba inclinada y parecia concentrada en lo que hacia.

La enfermera Roberts estaba ordenando una de las habitaciones de urgencias, pero tenia la puerta cerrada, de manera que Tina parecia completamente aislada. Jock sintio que el corazon le daba un vuelco al verla tan sola y tan encantadora. Y llevaba un hijo suyo en el vientre.

?Como tendria que sentirse? Se pregunto Jock. Se quedo de pie en la entrada y miro a aquella enigmatica mujer de comportamiento alegre y casi aninado. Esa criatura, su risa, le habia hechizado desde el primer momento y no podia evitar sentir un miedo irracional que lo paralizaba.

?Y estaba embarazada!

El no lo habia buscado. ?De ninguna manera! ?Como podia estar embarazada? ?Que tenia que hacer el? Pero Tina estaba inclinada sobre su trabajo y su pelo le caia hacia delante y… ?Dios, como la amaba! Pero estaba embarazada. ?Diablos!

El se iba a marchar a Londres, penso con rabia. Se marcharia. El trabajo habia sido confirmado y el no queria enamorarse de nadie. No queria sentir lo que estaba sintiendo y no queria ser el padre de ese hijo. No queria…

Tina alzo la vista y sonrio. Los pensamientos de Jock cesaron de repente. No sabia que demonios queria o que no queria. En los ultimos cinco minutos su mundo habia dado un giro de ciento ochenta grados, o mejor dicho, su mundo habia cambiado cuando Tina entro en su vida.

– Esta bien, Jock -dijo Tina tranquilamente, la sonrisa todavia en los labios y el dolor en su rostro casi borrado por la rutina-. No pasa nada. No hace falta que pongas esa cara. No te estoy pidiendo que te cases conmigo o que tengas que hacerte cargo de ambos. No te estoy atando a mi. Yo… solo pensaba que… tenias derecho a saberlo antes de que te fueras.

– Tina, ?que…? -el hombre cruzo de un salto la habitacion y puso ambas manos sobre la mesa-. ?Que demonios esta pasando aqui? No entiendo. Me dijiste que tomabas precauciones, que no habia peligro y no eres estupida.

– Pues asi fue. Soy una estupida.

– No, no lo eres, Tina. Si te has quedado embarazada es que querias quedarte.

Ella no parpadeo.

– No, Jock. No queria quedarme embarazada -aseguro-. No me importa lo que parezca, pero no quise atraparte. No tienes por que creerme. Yo pense, de verdad lo pense, que era un dia fuera de peligro, pero tuve que asegurarme. Se que no hay ningun dia completamente libre de peligro, pero lo que paso fue que… no tome la pildora del dia despues. Quiza fue inconscientemente… Quiza…

Ella extendio las manos, intentando que el comprendiera, intentando comprenderse a si misma.

– ?Sabes? Para mi este nino no es una catastrofe, Jock.

– ?No es una catastrofe? -pregunto, incredulo-. Por supuesto que es una catastrofe. Es una catastrofe monstruosa, horrible. De todas las estupideces que…

Pero Tina estaba harta. Esas palabras no significaban nada para ella y no queria escucharlas. Estaban hablando de un hijo, no de una estupidez. Era un hijo cuyos padres eran Tina y Jock. Un hijo. La mujer se levanto y se apoyo contra la pared para ponerse lo mas lejos posible de el. Estaba muy palida.

– Jock, tengo que decirte que…

Cerro los ojos y cuando los abrio sabia exactamente lo que queria decirle. Necesitaba decirle lo que sentia dentro. Tenia que decirle la verdad, fuera o no una estupidez, y dejarle que hiciera lo que el quisiera.

– Jock, mi estupidez no tiene nada que ver con el embarazo. Y ahora hay que ir hacia delante, no retroceder.

– Pero…

– No. Escucha, Jock. Tengo veintinueve anos y me he enamorado. Estupidez o no, me he enamorado completamente, ciegamente, absolutamente de ti. Estoy mas enamorada de lo que nunca estuve en mi vida. Nunca he sentido esto y he vivido veintinueve anos. Pero… tu te vas a marchar y lo se… Se mejor que nadie que lo nuestro es imposible y por eso la idea de tener un hijo tuyo me llena de alegria.

– ?Admites entonces que quisiste quedarte embarazada? -pregunto el, sin poder creer lo que oia.

– No -respondio, con una voz tan seca como la de el, igual de dura, negando su acusacion-. No fue asi. Pero ahora que lo estoy… me es imposible abortar. A diferencia de ti, no creo que haya demasiados ninos en el mundo. Yo puedo cuidar de este nino. Le dare todo mi amor.

– No tienes dinero. ?Como demonios vas a cuidarlo?

Tina levanto la barbilla.

– Christie y yo hemos hablado de ello. Si Struan me hace un contrajo fijo, que es bastante probable, me quedare. Christie vendera la granja y nos iremos a vivir a la ciudad todos juntos. Nos arreglaremos, no necesitamos mucho. Christie se quedara en casa mientras yo estoy en el hospital y mi sueldo servira para todos.

– Lo has planeado todo -dijo con rabia, sintiendose marginado.

– Jock…

– ?Por que diablos? -el hombre se dio la vuelta y se quedo de cara a la ventana, mirando a la oscuridad-. Diablos, Tina, ?y yo he de irme? ?He de dejar a mi hijo?

– ?Que quieres hacer, Jock? ?Que quieres hacer con ese hijo?

Hubo un silencio. Luego Jock tomo una decision. Le parecio duro y horrible, y no tenia nada que ver con lo que el habia aprendido. Se sintio atrapado, pero Tina era asi. ?Tina! El habia ido derecho a la trampa y quiza era hora de permitir que se cerrara la puerta y aceptar su destino.

– Tendremos que casarnos. No veo otra salida.

– ?Te lo pidio?

– Si.

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