– Me encanta, pero tal vez deberia preguntar a Sabrina si le parece adecuado para la cena…

– Estoy segura de que le encantara, pero preguntaselo si quieres. Mientras tanto, me encargare de tu hermana.

– De acuerdo.

Zara acababa de salir al corredor con intencion de ir a buscar a Sabrina cuando cayo en la cuenta de que no sabia donde ni como encontrarla. Justo entonces, se abrio la puerta de al lado y aparecio Rafe.

– ?Eres mago o algo asi? ?O es que tienes algun sistema para saber cuando entro y salgo de las habitaciones? Siempre te las arreglas para encontrarte conmigo.

Rafe la miro de los pies a la cabeza.

– Estas preciosa. ?Es el vestido para esta noche?

El cumplido de Rafe hizo que se sintiera muy bien.

– Si, tres mujeres han aparecido con un monton de ropa para Cleo y para mi y queria preguntarle a Sabrina si este vestido es apropiado para la cena. Hay un par mas que me gustan, pero este me parece el mejor. ?Donde podria encontrarla?

– Esta con su marido y no volvera hasta dentro de un par de horas. Pero si quieres, puedo darte mi opinion.

Zara lo miro, dubitativa.

– ?Sabes algo de etiqueta?

– Lo se todo. He asistido a docenas y docenas de cenas como la de esta noche. Ensename los otros vestidos y te dire cual me parece el mas adecuado.

Quince minutos mas tarde, mientras se encontraba en mitad del dormitorio de Zara, Rafe penso que aquella no habia sido una buena idea. Aunque se habia metido en el cuarto de bano para cambiarse, podia oir como se quitaba y ponia los vestidos y lo estaba volviendo loco. Habria dado cualquier cosa por poder tomarla entre sus brazos.

Solo esperaba que la relativa oscuridad de la habitacion, asi como la falta de experiencia de la mujer, hicieran que no se fijara en su mas que evidente ereccion.

Zara salio segundos despues con un nuevo vestido, de color azul, y se miro en el espejo, dudando.

– No se… Creo que el escote es demasiado pronunciado.

– Estas preciosa.

– ?Hablas en serio?

– Por supuesto que si. Todos los vestidos que he visto hasta ahora te quedan maravillosamente bien. De hecho, no entiendo cual es el problema.

– No se. Es que me gustaria… parecerme a los demas. Si. Me gustaria no llamar la atencion -confeso.

– ?Por que?

– Porque soy una mujer normal y corriente. Mi piel es bonita, es verdad, y tambien lo son mis ojos. Pero mi boca es algo extrana y…

Rafe penso que no sabia lo que estaba diciendo. Tenia una boca muy sensual, que habria besado con mucho gusto.

En ese momento se abrio la puerta del dormitorio y aparecio Cleo.

– Ya lo he encontrado -dijo, sonriendo.

El vestido de Cleo era parecido al de su hermana, pero de un color azul cobalto, mas intenso, que hacia juego con sus ojos. Ademas, la parte superior remarcaba sus generosos senos. Cleo era una especie de permanente y clara invitacion a hacer el amor.

– Oh, vaya, si tu tambien has elegido un vestido azul, sera mejor que me busque otro -dijo Cleo, al darse cuenta de la coincidencia.

– ?Bromeas? No hagas eso. El tuyo te queda muy bien, asi que sere yo quien cambie de vestido.

– ?Estas segura?

Zara sonrio.

– Por supuesto que si.

Entonces, Cleo se fijo en Rafe y dijo:

– ?Que haces aqui? ?No te estas tomando demasiado en serio tu trabajo de guardaespaldas?

– He venido para darle mi opinion sobre los vestidos.

– Ya, claro…

Cleo lo miro con ironia y Rafe se pregunto si habria adivinado lo que sentia por su hermana. Pero la joven se marcho enseguida y no tuvo ocasion de sonsacarla.

– ?La has visto? -pregunto Zara-. Tiene un cuerpo increible… A su lado, parezco una judia verde.

– Eso no es verdad.

– Te agradezco que seas tan amable conmigo, pero ambos sabemos que es cierto. Me ponga lo que me ponga, nunca tendre la figura de Cleo.

Sin pensarselo dos veces, Rafe avanzo hacia ella y la obligo a mirarse en el espejo.

– Mirate bien. ?Que es lo que te disgusta tanto de ti? ?Que te gustaria cambiar?

– Todo.

– Pues yo no cambiaria nada.

Entonces, y sin considerar las consecuencias de lo que estaba a punto de hacer, la atrajo hacia si, la tomo entre sus brazos y la beso.

Capitulo 7

ZARA penso que no podia ser cierto que Rafe la estuviera besando, e intento mantener la calma. Pero aquello era un beso, no habia duda alguna, y tan maravilloso que se sintio desfallecer.

Sus labios estaban muy calientes. Se abrazo a el con fuerza, saboreandolo, y entreabrio la boca para sentir el intimo contacto de su lengua. Rafe, por supuesto, no la decepciono. Y mientras la besaba, comenzo a acariciar su cuerpo.

Zara noto que sus pezones se endurecian. Sus senos podian ser pequenos, pero tambien eran increiblemente sensibles al contacto, y la combinacion de tension y de placer resultaba tan desconocida y nueva para ella, que se sentia a punto de perder el control. Deseaba que le bajara la cremallera del vestido y que le acariciara los pechos desnudos. Necesitaba que la tocara.

Entonces, el dejo de besarla en la boca y comenzo a descender por su cuello, poco a poco, hasta llegar a la parte superior de sus senos. Sin embargo, no hizo exactamente lo que Zara habia deseado: en lugar de bajarle la cremallera, tiro del vestido hacia abajo, hasta la cintura. Luego, se inclino sobre ella y comenzo a succionar uno de los pezones.

Aquello era como un sueno. Zara cerro los ojos, dominada por un intenso fuego interior, y se estremecio. No podia pensar. Apenas podia respirar. Solo sabia que la enorme cama estaba muy cerca.

Pero Rafe no tenia intencion de ir tan lejos. Volvio a tomar el vestido, y aunque ella esperaba que se lo quitara del todo, la cubrio de nuevo y la beso una vez mas en la boca.

En ese momento, Zara sintio la dureza de su ereccion y no pudo creer que le hubiera provocado semejante reaccion. Por desgracia, Rafe se aparto enseguida, camino hacia el balcon y se quedo mirando el horizonte.

– Esto no deberia haber pasado -se lamento.

– Pero ha pasado -comento ella-. Rafe… ?estas armado?

– ?Como?

– Que si llevas pistola.

– No.

– Ah… Entonces, ?es que sientes verdadero interes por lo que haciamos?

Rafe no entendio la pregunta y entrecerro los ojos.

– ?Se puede saber de que estas hablando?

– Bueno, ya sabes. Es que he sentido… algo.

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