miraba pidiendole ayuda sin hablar, pero tenia los ojos como cuando lo miro desde debajo del agua y Christian no podia moverse, no podia ayudarle. Lo unico que podia hacer era seguir alli tumbado y dejar que el mundo continuara dando vueltas.

– El primer turno es mio -dijo Erik desabrochandose las bermudas-. Si se resiste, la sujetas.

Kenneth asintio. Estaba palido, pero no podia apartar la vista del pecho de Alice, que relucia blanco a la luz de la luna. Erik la obligo a tumbarse, la obligo a quedarse quieta y a mirar al cielo. Christian sintio alivio al no tener que ver aquellos ojos, al comprobar que ahora miraban las estrellas y no a el. Luego empezo a crecerle el nudo otra vez, hizo un esfuerzo y logro incorporarse. Las voces gritaban y sabia que deberia hacer algo, pero no sabia que. Ademas, Alice no protestaba. Seguia alli tumbada, y dejo que Erik le separase las piernas, dejo que se tumbara encima, que la penetrara.

Christian sollozo. ?Por que tenia que ir a estropearlo todo? ?Por que tenia que arrebatarle lo que era suyo? ?Por que tenia que ir tras el y quererlo? El no le habia pedido que lo quisiera. El la odiaba. Y alli estaba, tumbada, sin oponer resistencia.

Erik se puso rigido y dejo escapar un gemido. Salio y se abrocho el pantalon. Encendio un cigarrillo protegiendo la llama con la mano y luego miro a Kenneth.

– Te toca.

– Pero… ?yo? -balbucio Kenneth.

– Si, ahora te toca a ti -afirmo Erik. Su voz no admitia replica.

Kenneth dudo un instante. Pero luego volvio a agarrarle aquellos pechos firmes de pezones rosados y duros a la brisa estival. Empezo a desabrocharse el pantalon muy despacio, luego cada vez con mas prisa. Al final, practicamente se tiro encima de Alice y la penetro embistiendola salvajemente. Tampoco el tardo mucho en soltar un hondo gemido, le temblaba todo el cuerpo, como si sufriera espasmos.

– Impresionante -dijo Erik y dio una calada-. Ahora le toca a Magnus. -Senalo con el cigarrillo al amigo, que estaba dormido, con un hilillo de saliva colgandole de la comisura de los labios.

– ?Magnus? Imposible, tiene una curda colosal. -Kenneth se echo a reir. Habia dejado de mirar a Alice.

– Pues tendremos que ayudarle un poco -dijo Erik, y empezo a tirarle a Magnus del brazo-. Pero echame una mano -le dijo a Kenneth, que se apresuro a obedecer. Entre los dos consiguieron arrastrar a Magnus hasta donde estaba Alice, y Erik empezo a desabrocharle el pantalon.

»Bajale los calzoncillos -le ordeno a Kenneth, que hizo lo que le decia asqueado.

Magnus no estaba para nada y Erik se irrito. Le dio con el pie a Magnus, que se despabilo un poco.

– Tendremos que tumbarlo encima de ella, joder, el tambien se la tiene que follar.

Las voces habian enmudecido y ahora la cabeza le resonaba vacia. Christian tenia la impresion de estar viendo una pelicula, algo que no estaba ocurriendo en realidad y de lo que no era participe. Vio como tendian a Magnus encima de Alice, como tambien el se despertaba lo suficiente como para empezar a moverse y a emitir sonidos salvajes, repugnantes. Nunca llego tan lejos como los demas, sino que se durmio a medio camino, encima de Alice.

Pero Erik estaba satisfecho. Aparto a Magnus. El estaba listo para otra ronda. El espectaculo de Alice alli tumbada, tan guapa y tan ausente, parecia excitarlo. La penetro una y otra vez, cada vez con mas fuerza, se habia enrollado en la mano un mechon de su melena y tiraba tanto que se lo arrancaba a punados.

Entonces empezo a llorar. Un chillido raudo e inesperado que corto la noche, y Erik paro en seco. La miro. Sintio el panico. Tenia que hacerla callar, tenia que lograr que dejara de gritar.

Christian oyo que el grito se adentraba en su silencio. Se tapo los oidos con las manos, pero no sirvio de nada. Era el mismo llanto que cuando era pequena, cuando se lo arrebato todo. Vio a Erik sentado a horcajadas sobre ella, vio que levantaba la mano y golpeaba, que el tambien trataba de conseguir que parase. La cabeza de Alice se estrellaba contra la madera a cada golpe, se levantaba un poco al rebotar sobre la superficie y luego se oyo el ruido de algo que se quebraba, cuando el puno de Erik se estrello contra los huesos de la cara de Alice. Vio que Kenneth, palido y atonito, miraba a Erik. Tambien Magnus se habia despertado con los gritos. Se habia incorporado medio dormido, miraba a Erik y a Alice y sus pantalones, que estaban desabrochados.

Luego se hizo el silencio. Todo quedo en la calma mas absoluta. Y Christian huyo. Se levanto y echo a correr lejos de Alice, lejos de Badholmen. Corrio a casa, cruzo el umbral, subio la escalera y corrio a su habitacion. Y una vez alli, se tumbo en la cama y se tapo con el edredon, se cubrio la cabeza, cubrio las voces.

Y poco a poco, el mundo dejo de dar vueltas.

– La dejamos alli. -Kenneth no era capaz de mirar a Erica-. La dejamos alli, sin mas.

– ?Que ocurrio despues? -pregunto Erica. Seguia sin hacer ningun reproche, por lo que Kenneth se sentia aun peor.

– Yo estaba aterrado. A la manana siguiente, cuando me desperte, pense que habria sido un mal sueno, pero al comprender que habia ocurrido de verdad, al tomar conciencia de lo que habiamos hecho… -Se le quebro la voz-. Estuve todo el dia temiendo que la Policia llamara a la puerta en cualquier momento.

– Pero no lo hicieron, ?verdad?

– No. Y unos dias despues oi que los Lissander se habian mudado.

– ?Y vosotros? ?No hablasteis del asunto?

– No, jamas. No porque lo hubiesemos acordado, simplemente nunca lo comentamos. Hasta que Magnus bebio de mas aquel verano y lo saco a relucir.

– ?Fue la primera vez en todos esos anos? -pregunto Erica incredula.

– Si, fue la primera vez. Pero yo sabia como sufria Magnus. El era el que peor lo llevaba. Yo consegui no pensar en ello. Me centre en Lisbet y en mi vida. Elegi el olvido. Y Erik, bueno, no creo que tuviera ni que intentarlo. No creo que le preocupase nunca.

– De todos modos, os habeis mantenido juntos todos estos anos.

– Si, ni yo mismo lo entiendo. Pero nosotros… en fin, yo me merecia esto -dijo senalandose los brazos vendados-. Merezco algo peor, pero no Lisbet, ella era inocente. Lo peor es que debio de enterarse de todo, fue lo ultimo que oyo antes de morir. Yo no era quien ella creia, nuestra vida fue una mentira. -Kenneth hacia lo posible por contener el llanto.

– Lo que hicisteis fue horrendo -respondio Erica-. No podria decir lo contrario. Pero tu vida con Lisbet no fue una mentira y yo creo que ella lo supo, oyera lo que oyera sobre ti.

– Intentare explicarselo -dijo Kenneth-. Se que pronto sera mi turno, ella vendra a verme a mi tambien, y entonces tendre la oportunidad de explicarselo. Tengo que creer que podre, de lo contrario, todo sera… -se interrumpio y volvio la cabeza.

– ?Que quieres decir? ?Quien va a venir a verte?

– Alice, naturalmente. -Kenneth se pregunto si Erica no le habia prestado atencion mientras hablaba-. Ella es la responsable de todo.

Erica no dijo nada, solo se quedo mirandolo compasiva.

– No es Alice -respondio al cabo de unos instantes-. No es Alice.

Cerro el libro. No lo habia entendido todo, era demasiado profundo para su gusto y el lenguaje resultaba a veces muy enrevesado, pero habia podido seguir el hilo argumental. Y comprendio que deberia haberlo leido antes, porque ahora empezaba a ver con mas claridad algunas cosas.

Recordo algo. La imagen de un instante en el dormitorio de Cia y Magnus. Algo que habia visto y a lo que no atribuyo demasiada importancia en aquel momento. ?Como fijarse en aquello? Sabia que habria sido imposible. Aun asi, era imposible no reprocharselo.

Marco un numero en el movil.

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