– Hola, Patrik, disculpa que te moleste, solo queria decirte que llamaron del Instituto Forense para comunicarnos que ya tienen el cadaver y que recibiremos el informe de la autopsia pasado manana.

Patrik asintio cansado.

– Gracias, Annika.

La joven vacilo un segundo antes de preguntar:

– ?La conocias?

– Si, ultimamente veia bastante a menudo a Sara, la nina, y a su madre. Charlotte y Erica se han visto mucho desde que nacio Maja.

– ?Como crees que sucedio?

Patrik lanzo un suspiro y amontono con desgana los documentos que tenia ante si sin mirar a Annika.

– Se ahogo, ya lo habras oido. Probablemente bajaria a jugar a los muelles, tropezaria y no pudo subir. El agua esta tan fria que seguro que la hipotermia no tardo en paralizarla. Ir a contarselo a Charlotte ha sido lo mas horrible…

Su voz se quebro y giro la cabeza para que Annika no viese que las lagrimas amenazaban con aflorar a sus ojos.

Ella cerro muy despacio la puerta de su despacho y lo dejo tranquilo. Tampoco la recepcionista pudo hacer gran cosa aquel dia.

Erica volvio a mirar el reloj. Charlotte deberia haber llegado hacia media hora. Aparto con cuidado a Maja, que dormia junto a su pecho, y extendio el brazo en busca del telefono. Estuvo esperando un buen rato, pero nadie respondio. ?Que raro! Habria salido y se olvido de que iban a verse aquella tarde, aunque no era muy propio de ella.

Sentia que se habian convertido en muy buenas amigas en poco tiempo. Tal vez porque las dos se encontraban en un momento delicado de sus vidas o quiza simplemente porque se parecian mucho. En realidad era muy curioso: a Charlotte la sentia como a una hermana mucho mas que a Anna. Sabia que Charlotte se preocupaba por ella y le hacia sentirse segura en medio del caos.

Erica habia dedicado toda su vida a preocuparse por los demas, en especial por su hermana Anna, y sentirse por una vez pequena y asustada suponia una extrana liberacion. Al mismo tiempo, era consciente de que Charlotte tenia sus propios problemas. No solo se veia obligada a vivir con su familia en casa de Lilian, que no parecia una persona facil de tratar; tambien se le ensombrecia el semblante cada vez que hablaba de Niclas, su marido. Erica solo lo habia visto de pasada alguna que otra vez, pero le dio la impresion de que inspiraba desconfianza. Aunque desconfianza quiza fuese exagerado… Mas bien diria que Niclas le parecia una de esas personas que tienen buenas intenciones, pero que, al final, anteponen sus propias necesidades y deseos a los de los demas. Parte de lo que Charlotte le habia contado confirmaba aquella impresion, aunque nunca se lo decia claramente, pues, por lo general, ella hablaba de su marido en terminos elogiosos. Admiraba a Niclas y en varias ocasiones le habia confesado que no entendia como habia tenido tanta suerte, que era incomprensible que ella se hubiese casado con alguien como el. Y claro que, de forma objetiva, Erica estaba dispuesta a admitir que el merecia mejor calificacion por su fisico: era alto, rubio y tenia buen tipo, segun decian las feminas acerca del nuevo doctor. Y claro que, a diferencia de su esposa, el tenia una carrera universitaria. Sin embargo, si atendia a sus cualidades interiores, Erica consideraba que era mas bien al contrario.

Niclas debia dar gracias por su buena estrella. Charlotte era una mujer carinosa, sensata y dulce, y tan pronto como Erica lograse salir de su apatia, haria lo posible por lograr que la propia Charlotte lo comprendiese. Por desgracia, en estos momentos le resultaba imposible hacer otra cosa que reflexionar sobre la situacion de su amiga.

Un par de horas mas tarde ya habia anochecido y la tormenta se habia desatado con toda su fuerza. Al ver el reloj, Erica penso que debia de haberse dormido durante una o dos horas con Maja, que la utilizaba como chupete. Justo estaba a punto de echar mano del telefono para llamar a Charlotte cuando oyo la puerta.

– ?Hola?

Patrik no debia volver a casa hasta dentro de un par de horas, asi que penso que tal vez fuese Charlotte, que por fin se dignaba aparecer.

– Soy yo -dijo Patrik con una voz apagada que enseguida lleno de preocupacion a Erica.

Cuando lo vio entrar en la sala de estar, se inquieto aun mas. Parecia sombrio y asomaba a sus ojos una expresion exanime que desaparecio en cuanto vio a Maja, dormida en el regazo de Erica. De un par de zancadas se les acerco y, antes de que Erica lograse reaccionar, le habia arrebatado al bebe para abrazarlo con todas sus fuerzas. Tan rapido la levanto que la pequena se desperto asustada y empezo a llorar a pleno pulmon, pero ni siquiera entonces se la devolvio a su madre.

– ?Que haces? ?La estas asustando!

Erica intento arrebatarle a la pequena para calmarla, pero el neutralizo sus esfuerzos y siguio abrazandola mas fuerte aun. Maja gritaba histerica y, a falta de una idea mejor, Erica golpeo a Patrik en el brazo y le grito:

– ?Controlate! ?Que te pasa? ?No ves que esta muerta de miedo?

Solo entonces parecio despertar de pronto y miro a su hija, que estaba roja de irritacion y de panico.

– Perdon -dijo devolviendola a los brazos de Erica.

Esta, desesperada, le susurro al oido para que se calmase. Lo consiguio tras unos minutos y el llanto se convirtio en callados sollozos. Erica miro a Patrik que, sentado en el sofa, contemplaba absorto la tormenta.

– ?Que pasa, Patrik? -pregunto Erica, esta vez en tono mas suave, incapaz de ocultar la preocupacion que la embargaba.

– Hoy recibimos una llamada, habian encontrado a una nina ahogada. De aqui, de Fjallbacka. Martin y yo fuimos al lugar de los hechos.

Aqui se detuvo, pues le costaba continuar.

– ?Oh, Dios mio! ?Que ha pasado? ?Quien era?

Entonces, las ideas empezaron a agolparse en la cabeza de Erica hasta encajar en su lugar como pequenas piezas de un rompecabezas.

– ?Oh, Dios mio! -repitio-. Es Sara, ?no es cierto? Charlotte iba a venir a tomar cafe esta tarde, pero no se presento y en su casa no cogen el telefono. Es eso, ?verdad? La nina ahogada era Sara, ?no es cierto?

Patrik no tuvo fuerzas mas que para asentir con la cabeza y Erica se dejo caer en el sillon porque le flaqueaban las piernas. Recordo a Sara saltando en el sofa de su sala de estar hacia tan solo unos dias. Con el largo cabello rojizo revoloteando alrededor de su cabecita y su risa burbujeante como una primitiva fuerza imparable.

– ?Oh, Dios mio! -exclamo Erica una vez mas llevandose la mano a la boca mientras sentia que el corazon se le desplomaba como una piedra.

Patrik persistia en su actitud, mirando por la ventana, y Erica, que lo veia de perfil, se dio cuenta de que le temblaban los labios.

– Ha sido tan horrendo, Erica. Yo no habia visto a Sara muchas veces, pero contemplarla alli tumbada en la barca, totalmente inerte… Tuve presente a Maja en todo momento. Desde entonces, la misma idea me ha martilleado la cabeza: ?te imaginas que a Maja le ocurriese algo asi? Y tener que ir a contarle lo sucedido a Charlotte…

Erica no pudo ahogar un lamento. No tenia palabras para describir la magnitud de la compasion que sentia por Charlotte y tambien por Niclas. Comprendio enseguida la reaccion de Patrik y se sorprendio apretando a Maja contra si cada vez mas fuerte. Jamas la soltaria. Se quedaria alli sentada con ella en su regazo, donde estaba segura, por toda la eternidad. Maja se retorcio molesta; con la sensibilidad de los bebes, entendia que algo no andaba bien.

Fuera seguia arrasando la tormenta y Patrik y Erica se quedaron alli sentados un buen rato, observando el espectaculo salvaje de la naturaleza. Ninguno de los dos podia dejar de pensar en la nina que se habia llevado el mar.

El forense Tord Pedersen emprendio su tarea con una expresion de inusual amargura en el. Despues de tantos anos en la profesion, habia alcanzado ese estadio de impermeabilidad, deseable o despreciable segun se mirase, en el que la mayor parte de los horrores que presenciaba en su trabajo no le dejaban ninguna huella

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