arboles se recortaba contra la luna y, aunque no habia viento, las ramas cimbreaban. Descubri a distancia una explosion de luces. Hoyt siguio avanzando a traves del camino en direccion a las mismas. Un letrero gris descolorido nos anuncio que acababamos de llegar a Freedom Trails Stables. Aparcamos en el primer espacio a la izquierda. Mire por la ventana. No se mucho de instalaciones hipicas, pero el lugar era impresionante. Habia un edificio en forma de hangar donde habrian cabido doce pistas de tenis. Los establos propiamente dichos estaban dispuestos en forma de V y se extendian hasta donde alcanzaba la vista. En el centro del terreno habia un surtidor, ademas de pistas para correr y de obstaculos y vallas para saltar.

Tambien habia unos hombres esperandonos.

Apuntandome todavia con el arma, Hoyt me ordeno:

– Sal del coche.

Baje. Al cerrar la puerta, el golpe arranco ecos al silencio. Hoyt dio la vuelta al coche para situarse a mi lado y me pego el arma a los rinones. Habia olores que me traian la grata reminiscencia de las ferias del campo. Pero cuando descubri a los cuatro hombres delante de mi, a dos de los cuales reconoci, se desvanecio la imagen.

Los otros dos, que no habia visto en mi vida, iban armados con una especie de fusil semiautomatico con el que nos apuntaron. Apenas me estremeci. Supongo que ya comenzaba a acostumbrarme a ver armas apuntandome. El hombre situado mas a la derecha estaba junto a la entrada del establo. El otro se apoyaba en un coche que habia a la izquierda.

Los dos hombres a los que identifique estaban juntos debajo de un foco de luz. Uno era Larry Gandle. El otro, Griffin Scope. Hoyt me empujo con el arma para obligarme a avanzar. Cuando nos encontramos cerca de ellos, vi que la puerta del gran edificio estaba abierta.

Eric Wu salio por ella.

Mi corazon se alboroto y senti los golpes de los latidos en las costillas. La respiracion me resonaba en los oidos. Me flaquearon las piernas. Podia ser inmune a la intimidacion de las armas pero mi cuerpo, en cambio, recordaba los dedos de Wu. Involuntariamente, aminore la marcha. Wu apenas me miro. Se fue hacia Griffin Scope y le entrego algo.

Hoyt me obligo a detenerme cuando todavia estabamos a unos doce metros de distancia.

– Buenas noticias -exclamo.

Todos los ojos se volvieron hacia Griffin Scope. Yo sabia quien era, como es natural. Despues de todo, yo era el hijo de un viejo amigo suyo y el hermano de una empleada de la maxima confianza. Como la mayoria de los demas, sentia un gran respeto por el hombre fornido cuyos ojos despedian un extrano brillo. Pertenecia a esa clase de hombres que habrias querido que se fijase en ti, que te diera una palmada en la espalda, que te invitara a beber, un hombre que poseia la rara habilidad de saber caminar por esa cuerda floja que media entre el amigo y el patron, combinacion que no ha funcionado nunca. Ni el patron se hace respetar igual cuando se convierte en amigo ni el amigo lo es tanto cuando de pronto tiene que adoptar el papel de patron. Pero eso no suponia un problema para aquella dinamo que era Griffin Scope. El habia sabido imponerse siempre.

Griffin Scope parecia desconcertado.

– ?Buenas noticias, Hoyt?

Hoyt trato de sonreir.

– Muy buenas, creo.

– ?Estupendo! -dijo Scope echando una ojeada a Wu. Este asintio, pero no se movio de donde estaba-. Anda, dame esas buenas noticias, Hoyt. Soy todo oidos.

Hoyt carraspeo.

– En primer lugar, debe comprender. Yo no he querido nunca perjudicarle en nada. De hecho, hice lo imposible para que no aflorara nunca nada que pudiera incriminarlo. Pero tambien debia salvar a mi hija. Lo comprende, ?verdad?

Por el rostro de Scope paso una sombra.

– ?Que si comprendo el deseo de un padre de proteger a su hija? -pregunto con una voz que retumbo sordamente-. Si, Hoyt, creo que lo comprendo.

Un caballo relincho en la distancia. Todo lo demas era silencio. Hoyt se paso la lengua por los labios y saco el sobre de papel manila.

– ?Que es eso, Hoyt?

– Todo -replico el-. Fotografias, declaraciones, cintas. Todo lo que mi hija y Stephen Beck guardaban sobre su hijo.

– ?Hay copias?

– Solo una -dijo Hoyt.

– ?Donde esta?

– En lugar seguro. Se encuentra en poder de un abogado. Si no le he llamado en el termino de una hora y le doy el codigo, la pondra en circulacion. No quiero que parezca una amenaza, senor Scope. Yo nunca revelaria lo que se. Tengo tanto que perder como el que mas.

– Si -dijo Scope-. En eso llevas razon.

– Pero ahora ya puede dejarnos en paz. Lo tiene todo. Y le enviare el resto. Ya no tiene por que acosarme a mi ni a mi familia.

Griffin Scope miro a Larry Gandle y despues a Eric Wu. Parecio que los dos hombres que estaban a un lado con las armas se ponian tensos.

– ?Que me dices de mi hijo, Hoyt? Lo mataron como a un perro. ?Quieres que deje pasar una cosa asi?

– Lo que yo digo es esto: Elizabeth no lo hizo -dijo Hoyt.

Scope entrecerro los ojos en un gesto que parecia de un profundo interes, pero a mi me parecio que en su expresion habia algo mas, algo mas proximo a la perplejidad.

– Entonces, te ruego que me digas quien lo hizo.

Oi que Hoyt tragaba saliva. Despues se volvio a mi y me miro.

– David Beck -contesto.

No me sorprendio. Ni me indigno siquiera.

– El mato a su hijo -continuo precipitadamente-. Descubrio lo que ocurria y quiso vengarse.

Scope se tomo un tiempo antes de proferir un quejido y de llevarse la mano al pecho. Finalmente, me miro. Wu y Gandle tambien me miraron. Scope, clavando sus ojos en los mios, dijo:

– ?Que tiene que alegar en su defensa, doctor Beck?

Me quede pensativo.

– ?Serviria de algo decir que miente?

Scope no me respondio directamente. Se volvio a Wu y dijo:

– Dame ese sobre, por favor.

Wu caminaba como una pantera. Se acerco a nosotros, me sonrio y note que mis musculos se contraian instintivamente. Se detuvo ante Hoyt y tendio la mano. Hoyt le entrego el sobre. Wu cogio el sobre con una mano mientras que con la otra -jamas habia visto a nadie moverse con tanta rapidez- cogia el arma de Hoyt como de manos de un nino y la arrojaba detras de el.

– Pero ?que…? -exclamo Hoyt.

Wu le asesto un punetazo en el plexo solar y Hoyt cayo de rodillas. De pie todos a su alrededor, lo vimos derrumbarse y quedar a gatas en el suelo haciendo esfuerzos para vomitar. Wu dio una vuelta a su alrededor como si tratase de hacer tiempo, y de pronto arreo un puntapie a las costillas de Hoyt. Oi un crujido. Hoyt rodo por el suelo y se quedo boca arriba, parpadeando y con los brazos y las piernas extendidos.

Griffin Scope se acerco a mi suegro y le sonrio. Despues levanto la mano con algo en ella. Entrecerre los ojos para distinguirlo. Era algo pequeno y negro.

Hoyt miro hacia arriba y escupio sangre.

– No lo entiendo -consiguio decir.

Entonces distingui lo que llevaba Scope en la mano. Era un reproductor de microcasetes. Scope pulso un boton. Primero oi mi voz, despues la de Hoyt:

– Elizabeth no mato a Brandon Scope.

– Lo se. Lo mate yo.

Scope volvio a pulsar con fuerza el aparato. Nadie decia nada. Scope estaba con los ojos bajos mirando a mi suegro. En aquel momento adverti varias cosas. Pense que si Hoyt Parker sabia que en su casa habia microfonos

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