Los venecianos conocen bien el concepto de «acqua alta». Con el senalan la crecida periodica de la marea que inunda las calles para deleite de turistas y pesadilla de vecinos. Entre esas aguas se mueve el comisario Brunetti, tratando de resolver crimenes como el del doctor Semenzato, director del museo del Palacio Ducal, que aparece en su despacho con la cabeza aplastada por un llamativo resto arqueologico.Tan brillante, culto y melancolico como su ciudad, Brunetti tiene que investigar en esta ocasion las redes de contrabando que intervienen en el trafico internacional de arte, una actividad en la que la codicia puede llegar a tener escalofriantes...