ocurrieron las cosas, es una cuestion de imaginacion. Solo necesito un pretexto para comenzar. A ver por donde comienzo. ?Y que tal comenzar con el bebiendo el zumo y desplomandose? Hmm… no, eso es demasiado directo. Tengo que comenzar la accion antes de que el muera, unos tres o cuatro minutos antes, asi voy preparando al lector. Hasta puedo anunciar al principio que el va a morir, una especie de…, de premonicion, de prediccion. Ya esta, eso es. Tal vez sea mejor empezar por una prediccion. Hmm… Y despues continuo contando hacia atras, para crear cierta tension. Bien, es una idea estupenda, adelante.»Tomas Noronha penso todo esto durante el largo rato que paso sentado en la silla, contemplando la pantalla del ordenador, como si estuviese en trance, embriagado por la dulce perspectiva de liberar aquella furia que encarcelaba su alma. Alzo despues los dedos y, guiado por una redentora pulsion de verdad, como un director frente a su orquesta, arrancando de violines y trombones una grandiosa sinfonia, ataco, por fin, el teclado y dejo desfilar por la pantalla la melodia de la historia:

Cuatro.

El viejo historiador no sabia, no podia saber, que solo le quedaban cuatro minutos de vida.

Nota final

El origen de Cristobal Colon se encuentra envuelto en oscuros velos de misterio, enlazados en intrincados nudos que solo dejan traslucir los contornos indecisos de un personaje muy complejo. La enmaranada tela de secretos parece haber sido urdida por el propio gran navegante, el cual, de forma deliberada y planificada, oculto mucha informacion sobre su pasado, envolviendolo en un manto de silencios y acertijos dichos en voz baja, dejando atras un largo rastro de pistas contradictorias y frases ambiguas. No estan claros aun los motivos por lo que lo hizo y constituyen una fuente de intensa especulacion entre historiadores y curiosos no especialistas.

Para volver mas difusos los rasgos nebulosos de este hombre, cuyo rostro nadie conoce, muchos documentos probablemente esclarecedores acabaron perdiendose en los pasadizos laberinticos del tiempo, hecho agravado por la constatacion de que la mayor parte de los textos que sobrevivieron no son originales, sino copias que podrian (o no) haber sido adulteradas. Como si eso no bastase, hubo documentos que resultaron ser falsificaciones habilidosas, al mismo tiempo que perduran dudas en lo que respecta a la autenticidad de unos cuantos mas. Sobre numerosos detalles de la trayectoria de Colon se encuentran, por ello, pocas certidumbres, innumeras contradicciones y diversos enigmas, terreno fertil para abundantes especulaciones sobre quien fue verdaderamente el descubridor de America.

Para que no queden dudas es importante subrayar que, aunque inspirado en hechos reales y recurriendo a documentos autenticos, que pueden encontrarse en varias bibliotecas, este es un trabajo de ficcion. Fueron muchas las fuentes para los diversos temas que componen esta novela, comenzando por las bibliograficas. La lista de las obras consultadas es tan extensa y variada que no la expondre aqui, para no abusar innecesariamente de la paciencia de los lectores. Solo hago referencia a los autores que me resultaron relevantes para obtener elementos relativos a los aspectos mas controvertidos y polemicos acerca del origen y la vida de Colon: Patrocinio Ribeiro, Pestana Junior, Santos Ferreira, Ferreira de Serpa, Arthur d'Avila, Alexandre Gaspar da Naia, Mascarenhas Barreto, Armando Cortesao, Jorge Gomes Fernandes, Vasco Graqa Moura, Alfredo Pinheiro Marques, Luis de Albuquerque, Luiz de Lencastre e Tavora, Simon Wiesenthal, Maurizio Tagliattini, Moses Bensabat Amzalak, Jane Frances Almer, Sarah Leibovici, Salvador de Madariaga, Ramon Menendez Pidal, Luciano Rey Sanchez, Gabriel Verd Martorell y Enrique Bayerri y Bertomeu.

Muchos amigos, directa o indirectamente, estuvieron detras de esta novela, aunque, como es natural, permanezcan ajenos a la intriga de la ficcion. Agradezco encarecidamente las valiosas aportaciones de Joao Paulo Oliveira e Costa, profesor de Historia de los Descubrimientos de la Universidad Nova de Lisboa; Diogo Pires Aurelio, director de la Biblioteca Nacional de Lisboa; Paola Caroli, directora del Archivio di Stato de Genova; Pedro Correa do Lago, presidente de la Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro y uno de los coleccionistas mundiales mas importantes de manuscritos autografos; Antonio Gomes da Costa, presidente del Real Gabinete Portugues de Lectura de Rio de Janeiro; el embajador Antonio Tanger, que me abrio las puertas del palacio de Sao Clemente, en Rio de Janeiro; Antonio da Graca, padre e hijo, y Paulino Bastos, cicerones por Rio de Janeiro; Helena Cordeiro, que me dejo observar Jerusalen por una ventana; el rabino Boaz Pash, el ultimo cabalista de Lisboa; Roberto Bachmann, presidente de la Asociacion Portuguesa de Estudios Judaicos; Alberto Sismondini, profesor de italiano en la Universidad de Coimbra, conocedor de las lenguas de la Liguria y un valioso apoyo para la comprension del dialecto genoves; Doris Fabris-Bucheli, preciosa guia por el hotel da Lapa, en Lisboa; Joao Cruz Alves y Antonio Silvestre, los guardianes de los portones que ocultan los misterios de la Quinta da Regaleira, en Sintra; Mario Oliveira y Conceicao Trigo, medicos cardiologos del hospital de Santa Marta, en Lisboa; Miguel Palha, medico y fundador de la Asociacion Portuguesa de Portadores de trisomia 21, y su mujer Teresa; y tambien de Dina, Francisco y Rosa Gomes, que compartieron conmigo sus experiencias.

Florbela fue, como siempre, la primera lectora y la mas importante critica, el faro que me guio por el intrincado laberinto de la narracion.

Jose Rodrigues dos Santos

***
,

[1] Euterpe oleracea, llamada en castellano «palmera de la col», comun en Venezuela, Brasil, Ecuador, las Guyanas. Se obtiene de su fruto un delicioso zumo vigorizante. (N. del T.)

[2] Posible broma del personaje: «tanso» significa «necio, tonto» en portugues. (N. del T.)

[3] En castellano (Barcelona, Anagrama, 1997: El secuestro, traducida por un equipo formado por M. Arbues, M. Burrel, M. Parayre, R. Vega y H. Salceda, quienes optaron por prescindir de la vocal «a». (N. del T.)

[4] Para favorecer la lectura del acertijo en castellano, he anadido la vocal «i» y he quitado una «o», respecto del original. Paralelamente, he sustituido la «q» por una «c». Los razonamientos del personaje se vuelven algo relativos, claro esta, al pasar del portugues al espanol, pero me parecio importante que el mensaje descifrado se leyese ya traducido. (N. del T.)

[5] En castellano: Vigilar y castigar: nacimiento de la prision, traduccion de Aurelio Garzon del Camino, Ia edicion, Madrid, Siglo XXI de Espana Editores, 1994. (N. del T.)

[6] A partir de este momento se introducen palabras o expresiones en castellano en el original. (N. del T.)

Вы читаете El codice 632
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату