prensa. El hecho de que Collins, en el ejercicio privado de la abogacia en Los Angeles, hubiera defendido con analogo exito los derechos y las vidas de distintas organizaciones de negros y chicanos, y de varias docenas de disidentes blancos, habia sido considerado por Baxter como una aberracion juvenil destinada a acallar la conciencia de un joven abogado. Y asi, respaldado por estas credenciales y por la antigua amistad de su padre, Collins habia sido llamado a Washington, convirtiendose mas adelante en secretario de Justicia adjunto del coronel Baxter y, por un azar, debido a un fallo en las arterias del coronel, pasando despues a ser secretario de Justicia de los Estados Unidos y miembro de aquella elite.
Tuvo la impresion de haber expresado sus pensamientos en voz alta, pero comprendio que ello se debia a que en la Sala del Gabinete reinaba un insolito silencio. Empezaba a mirar a su alrededor cuando de repente observo que el presidente se levantaba de su sillon al tiempo que se escuchaban unos atronadores vitores.
Perplejo, miro hacia la pantalla y despues a Karen, que no gritaba, y esta le susurro:
– Acaba de ser aprobada. La Asamblea del estado de Nueva York la ha ratificado. ?Es que no oyes al locutor? Esta diciendo que solo falta un estado para que la Enmienda XXXV sea aprobada. Conectaran con Columbus tras una pausa y un resumen efectuado en los estudios de la cadena.
Todo el mundo se habia puesto jubilosamente en pie, y Steedman, que se estaba dirigiendo al presidente, le oculto momentaneamente la pantalla.
– ?Felicidades, senor presidente! -estaba diciendo el encuestador-. Reconozco que ha sido una autentica sorpresa. Nuestros porcentajes permitian entrever el resultado, pero no habia indicios que hicieran esperar una mayoria tan abrumadora.
El director Tynan asio a Collins por el hombro hasta producirle dolor.
– Gran noticia, muchacho, ?verdad? ?Gran noticia! -grito Tynan con aire triunfal.
– Vernon… -empezo a decir el presidente dirigiendose a Tynan.
– ?Si, senor presidente?
– …?sabe usted a que se ha debido? ?Sabe usted que es lo que ha inclinado a Nueva York de nuestra parte? Ha sido ese ultimo discurso, el que ha pronunciado ese tal Smith. Ese discurso ha sido perfecto. Parecia que lo hubiera escrito usted mismo.
– Bueno, tal vez lo escribi yo mismo -dijo el director Tynan esbozando una ancha sonrisa.
Todos los que le escuchaban se echaron a reir como si compartieran un secreto. Collins tambien se rio, porque aunque no lo entendia del todo deseaba seguir formando parte de aquel grupo.
– ?La cena fria esta dispuesta! -grito una voz estridente. Era la senorita Ledger, la secretaria personal del presidente, que estaba dirigiendo a los invitados hacia el extremo mas alejado de la mesa del gabinete-. Preparada especialmente para que puedan apoyar los platos sobre sus rodillas. Nada de cuchillos, solo tenedores. Sera mejor que recojan sus platos antes de que se inicien las votaciones de Ohio.
Collins tomo a Karen del brazo y ambos se pusieron en pie y se encaminaron hacia el extremo de la mesa del gabinete que habia sido convertido en «buffet». Eran casi los ultimos de la cola, y antes de que pudieran recoger su plato los demas invitados ya corrian a ocupar de nuevo sus puestos. Al parecer, la votacion de Ohio, retransmitida en directo, estaba a punto de empezar.
Poco despues, con el plato lleno de pechuga de pollo troceada, salmon frio con salsa de pepinos, ensalada variada y fruta fresca -pero sin pan-, Collins siguio a Karen en direccion al semicirculo de invitados que rodeaban el televisor. Vio que el presidente Wadsworth habia ocupado su sillon, de modo que guio a Karen hacia dos asientos vacios que habia en la parte de atras y, una vez sentados, empezo a tratar de ver entre los invitados que tenia delante.
Desde el estrado de la Camara de Representantes del estado de Ohio alguien estaba leyendo la resolucion. Collins desistio de ver y se reclino en su asiento dispuesto a escuchar mientras consumia la pechuga de pollo.
Una voz estaba tronando desde el televisor:
«Propuesta de una enmienda a la Constitucion de los Estados Unidos relativa a la seguridad interna.
»Por resolucion del Senado y de la Camara de Representantes de los Estados Unidos de Norteamerica reunidos en el Congreso, y con la aprobacion explicita de dos tercios de cada camara, se propone una enmienda a la Constitucion de los Estados Unidos que sera valida a todos los efectos entrando a formar parte de la Constitucion caso de que sea aprobada por tres cuartos de las legislaturas de los distintos estados. Dicha enmienda es la siguiente:
»Las diez primeras enmiendas de la Constitucion seran sustituidas en periodos de emergencia nacional interna por la siguiente nueva enmienda:
»Articulo 1. Numero 1. Ninguno de los derechos o libertades garantizados por la Constitucion podra ser interpretado como licencia para poner en peligro la seguridad nacional. Numero 2. En la eventualidad de un claro y efectivo peligro, un Comite de Seguridad Nacional, nombrado por el presidente, se reunira en sesion conjunta con el Consejo Nacional de Seguridad. Numero 3. Habiendo llegado al acuerdo de que la seguridad nacional se halla en peligro, el Comite de Seguridad Nacional declarara el estado de emergencia y asumira la plenitud de poderes sustituyendo a la autoridad constitucional hasta que el peligro en cuestion haya podido controlarse y/o eliminarse. Numero 4. El presidente del Comite sera el director de la Oficina Federal de Investigacion (FBI). Numero 5. La proclamacion solo sera efectiva mientras dure el susodicho estado de emergencia, y cesara automaticamente por medio de una declaracion oficial relativa al termino del mismo.
»Articulo 2. Numero 1. En el transcurso del periodo de suspension, los restantes derechos y privilegios garantizados por la Constitucion se mantendran inviolables. Numero 2. Toda accion del Comite se emprendera por votacion unanime.»
Collins ya habia leido todo aquello muchas veces, pero al escucharlo en voz alta se le antojo mas duro, y siguio comiendo con expresion preocupada.
– Aqui esta la convocatoria de la Camara -le oyo decir al presidente-. Estan empezando a pasar lista. Bueno, aqui lo tenemos seguro. Hemos ganado. La Enmienda XXXV va a alcanzarla victoria. Muy bien, alla van. Estan diciendo los nombres de los noventa y nueve legisladores.
Collins dejo el plato y volvio a prestar atencion a la pantalla del televisor. Pudo ver los primeros planos de los distintos representantes de la Camara de Ohio pulsando los botones de sus escanos. Pudo ver como se registraban los votos en uno de los dos tableros que se habian instalado a ambos extremos de la sala. Los «si» y no» estaban mas o menos empatados.
A excepcion de las ocasionales interrupciones de la voz del locutor que iba repitiendo la cuenta progresiva, la Sala del Gabinete permanecia en silencio. Los minutos iban transcurriendo. La votacion avanzaba implacablemente hacia el final. En el gran tablero quedaban reflejados los votos. Si. No. No. No. Si. No. Si. No. No.
La voz del locutor se superpuso rapidamente a la votacion.
– Los votos negativos acaban de tomar la delantera. Es una autentica sorpresa. Parece ser que la ratificacion no podra alcanzarse. A pesar de las predicciones de los especialistas y de los encuestadores, parece ser que se esta fraguando una derrota.
Mas minutos. Mas votos. Termino todo con la misma rapidez con que habia empezado. La Camara de Representantes de Ohio habia rechazado la Enmienda XXXV.
Los presentes en la Sala del Gabinete expresaron ruidosamente su decepcion y desagrado. Inesperadamente, Collins advirtio que el corazon empezaba a latirle con fuerza. Miro de soslayo a Karen. Esta mantenia una actitud muy comedida, intentando disimular una sonrisa. Collins fruncio el ceno y aparto la mirada.
Todo el mundo empezaba a levantarse. Casi todos estaban cabizbajos. La mayoria se congregaron perplejos alrededor del presidente.
El presidente miro a su encuestador y se encogio de hombros.
– Pensaba que ya lo teniamos ganado, Ronald. ?Que ha ocurrido?
– Teniamos prevista una victoria por un amplio margen -repuso Steedman-, pero nuestra ultima encuesta entre los miembros de la Camara de Representantes se realizo hace treinta y seis horas. Cualquiera sabe las variables que no se tuvieron en cuenta o lo que ha podido suceder entre los miembros de la Camara en el transcurso de estas treinta y seis horas.
McKnight, el ayudante del presidente, estaba agitando el brazo.
– Senor presidente, el locutor… parece que tiene una respuesta…
El presidente y sus invitados, Collins incluido se volvieron hacia el televisor. En efecto, parecia que el locutor de la cadena poseia una explicacion.
«… y dicha noticia acaba de llegar a nuestra cabina. Todavia no hemos podido confirmarla, pero varios