Tras informar a sus colegas de que tenian una nueva posibilidad de exito, Chris Collins habia buscado en su agenda el numero de telefono de Ishmael Young, pero no habia podido encontrarlo. Entonces habia recordado que no lo tenia. Rogandole a Dios que Ishmael Young no tuviera un numero telefonico que no figurara en la guia, Collins habia marcado el numero de Informacion. Recordando vagamente que Young vivia en Fredericksburg, Virginia, Collins le habia facilitado la zona a la telefonista. Momentos mas tarde tenia no solo el telefono de Young sino tambien su direccion.

Le habia llamado esperando nerviosamente escuchar su voz y, al final; habia podido escucharla. Pero Young hablaba a traves de un aparato de contestacion automatica. La voz decia: «Buenas noches. Soy Ishmael Young. He salido esta noche. Regresare hacia la una de la madrugada. Por favor, deje su nombre y numero telefonico. No empiece a hablar hasta escuchar la senal».

Collins no se habia molestado en dejar su nombre ni recado alguno. Habia decidido que seria mejor que los tres se encontraran en Fredericksburg cuando Ishmael Young regresara a casa.

Permanecian sentados en el salon de Collins haciendo conjeturas sobre la posibilidad de que Young hubiera efectuado una copia de la cinta de Rick junto con el restante material procedente del archivador de Baxter. No bebian demasiado. Su ultima esperanza renacida les habia animado enormemente. Miraban el reloj, volvian a hablar de lo mismo y se levantaban y sentaban incesantemente, llenos de nerviosismo.

Hacia las once, Collins perdio la paciencia.

– Hay demasiadas cosas en juego para que nos quedemos aqui cruzados de brazos sin hacer nada. Vamos a Fredericksburg ahora mismo y esperemos alli. Es posible que Young regrese a casa mas temprano.

Pierce y Van Allen se mostraron de acuerdo.

Subieron de nuevo al automovil de Pierce y abandonaron Washington en direccion a Fredericksburg.

Una hora y cinco minutos mas tarde se detuvieron ante el pequeno bungalow de Young y estacionaron. Collins descendio del automovil, avanzo por el camino y llamo al timbre varias veces. Despues miro hacia el interior de la casa a traves de una ventana cuya persiana no se hallaba bajada por completo.

– Parece que todavia no ha vuelto -dijo al regresar junto a los demas-. Dentro no hay mas que una lampara encendida. Tendremos que esperar otros cincuenta minutos.

A la una menos cinco aparecieron unos faros frontales al fondo de la calle. Se estaba acercando un automovil deportivo de color rojo. Llego hasta ellos, giro a la izquierda y empezo a avanzar por la calzada que discurria a lo largo de la casa.

Se abrio la portezuela del automovil deportivo. Vieron salir trabajosamente una rechoncha figura bajita que rodeo el vehiculo, se detuvo sobre el cesped mirandoles con curiosidad y despues se volvio hacia la puerta.

Collins, que estaba descendiendo del automovil, se puso en pie.

– ?Ishmael! -grito--. ?Soy yo!.,. ?Chris Collins!

Young, que estaba a punto de entrar en la casa, se detuvo y dio la vuelta al ver que Collins se estaba acercando, seguido de los demas.

– Vaya -dijo Ishmael Young lanzando un suspiro de alivio-.Ofrecian ustedes un aspecto muy sospechoso. Pensaba que iban a atracarme o algo asi. -Miro a Pierce y a Van Allen.- Oiga, ?que es lo que ocurre para que venga a estas horas?

– Se lo explicare -repuso Collins apresurandose a presentarle a sus amigos-. Hemos venido porque quiza pueda usted ayudarnos. Se trata de algo muy importante.

– Pasen -dijo Young.

– Gracias -dijo Collins-. No tenemos un minuto que perder.

Una vez los cuatro se hubieron reunido en el salon, Young se quito la chaqueta de pana y les miro inquisitivamente.

– Parece muy urgente. No se que podre hacer por ustedes.

– Muchas cosas -dijo Collins-. ?Desea usted que no salga adelante la Enmienda XXXV?

– ?Que si lo deseo? Haria cualquier cosa con tal de que no se apruebe. Pero no existe ninguna posibilidad, senor Collins. Cuando manana por la tarde se efectue la votacion en California…

– Existe una posibilidad. Y depende de usted. ?Donde conserva el material de investigacion para el libro de Tynan?

– En la habitacion de al lado, en el comedor. Lo he convertido en estudio. ?Desean verlo?

Perplejo, Young les acompano a la pequena estancia con apariencia de despacho improvisado. Junto a una ventana que daba a la calle habia un viejo escritorio atestado de papeles. A su lado, sobre una solida mesita, descansaba una maquina de escribir electrica IBM. Adosada a la pared del otro lado se encontraba la mesa del comedor, llena tambien de papeles, carpetas y material de oficina. A un lado se observaba un magnetofono Wollensak. Encima de una silla que habia junto a la mesa podian verse otros dos magnetofonos, un Norelco de siete pulgadas y un Sony portatil. Dos archivadores de pequeno tamano aparecian adosados a una tercera pared.

– Esta todo muy desordenado -dijo Ishmael Young disculpandose-, pero asi es como suelo trabajar. Oiga, senor Collins, espero que recibiera usted la nota que le envie dandole las gracias. Le agradezco muchisimo que me resolviera el problema de inmigracion. Emmy y yo estamos en deuda con usted.

– No me deben ustedes nada. Pero si puede ayudarnos a todos nosotros ahora mismo. ?Dice que tiene usted aqui el material de investigacion? Bien, pues hay una cosa que desearia ver, si es que la tiene.

Young se paso la mano por la calva con gesto preocupado.

– Quiero ayudarle en todo lo que pueda, claro… pero, como usted sabe, buena parte de este material es de caracter confidencial. Le jure por mi honor a Vernon Tynan que nadie lo veria jamas… Si llegara a descubrir que le he mostrado a usted algo de todo esto… -Se interrumpio.- Al diablo con el. Usted me saco de un apuro y yo debo hacer ahora lo mismo. ?Que desea?

– ?Recuerda la vez que cenamos en el Jockey Club? Dijo usted de pasada que Tynan le habia confiado parte o todo el archivo privado del coronel Baxter para que sacara copias, copias de las cartas y las cintas de Baxter, con vistas a la preparacion del libro. ?Efectuo usted copias de todo lo que habia en el archivo de Baxter?

– Practicamente de todo -repuso Ishmael Young asintiendo-. De todo lo que hacia referencia a Tynan, desde luego. A excepcion de las cintas… -A Collins le dio un vuelco el corazon.-Ya esta todo hecho -siguio diciendo Young-. He duplicado tambien las cintas. Por eso tengo dos magnetofonos, porque tuve que alquilar uno. Pero todavia no he terminado de transcribir las. Es una labor muy pesada. Tengo que hacerlo yo personalmente, porque Tynan no desea que utilice los servicios de una secretaria. Hace tres dias empece a transcribirlas.

– Pero, ?ha duplicado o copiado todas las cintas del archive de Baxter? -pregunto Collins un polo mas animado.

– Todo el material que Tynan me confio, y creo que me lo confio todo.

– ?Como copio usted las cintas? -pregunto Collins rapidamente.

– Bueno, como las habia de dos tamanos tuve que utilizar do aparatos distintos para poderlas grabar en mi magnetofono Wollensak, que es mas grande.

– Exactamente -dijo Collins-. Dos tamanos. Cassettes miniatura Norelco y cassettes normales Memorex. ?Oyo usted el contenido mientras las grababa?

– Pues no, me hubiera llevado demasiado tiempo. Hay un mecanismo que permite grabar en silencio de un aparato al otro.

– ?Donde estan las cassettes Memorex de tamano mas grande?

– Se las devolvi a Tynan hace algunos dias. Eran los originales. Yo copie o volvi a grabar unas seis cassettes en unas cintas mas grandes que tenia por aqui.

?Sabe lo que contienen esas cintas?

– No l0 sabre hasta que las transcriba. Pero he identificada cada una de las cassettes y he anotado su situacion en las cintas grandes. Todas las cassettes, grandes o pequenas, disponian de alguna identificacion o fecha. He elaborado una especie de indice. -Young se dirigio al escritorio y tomo varias hojas de papel cosidas entre si.- Puede verlo.

– Estoy buscando una determinada cassette Memorex. Lleva la identificacion «ASJ» y «Enero» en el exterior. ?Le sirve ese para encontrarla?

– Vamos a ver.

Ishmael Young empezo a pasar las paginas de su indice. Collins le observaba como enfebrecido.

– Pues claro, aqui la tengo -anuncio Ishmael Young muy contento-. Esa cassette corresponde a la primera

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