sonidista, un reportero y un operador de camara.

– Bueno -dijo Martinez-, luego te veo. Habla con el medico, y con aquel tipo, el de los pantalones cortos. Es el que encontro el cadaver. Habla con el. Y otra cosa…

– ?Que?

– Pideme la informacion a mi; Wilson tiene una hija adolescente. Esto ya lo ha afectado bastante.

– Esta bien -asenti-. ?Llevaba la chica alguna identificacion?

– Mas tarde hablamos -dijo el detective, y se alejo por el cesped.

Al ver las camaras, varios de los oficiales uniformados que habian estado registrando los arbustos se acercaron para mantenerlas a raya. Los tipos de television parecieron contentarse con grabar imagenes desde lejos mientras los policias procedian a examinar la escena del crimen. Yo regrese al coche y llame a la redaccion por la radio. Respondio una secretaria y un instante despues oi la voz de Nolan.

– Y bien -dijo-, ?que has averiguado?

– Creo que aqui hay buen material -respondi-. Tal vez haya sido un secuestro. No lo se. Pero es un caso muy extrano: la muchacha tenia las manos atadas a la espalda. La han matado al estilo ejecucion. Aun no hay que publicar ese dato, pero podremos hacerla pronto.

– ?Buenas fotos?

– Creo que si. Andy Porter esta entre los arbustos con un teleobjetivo. Hay muchos policias registrando el lugar.

– Suena bien. Mejor que las fotografias del desfile del glorioso Dia de la Independencia que teniamos pensado publicar -comento con una carcajada.

– Escucha, necesito que alguien haga unas indagaciones por mi.

– ?Que cosa? Pide lo que quieras.

– Quiero que alguien llame a la oficina de personas desaparecidas y a las comisarias locales y pregunte si alguien denuncio anoche o ayer la desaparicion de una chica en Gables. Es una posibilidad.

– Buena idea. Se lo encargare a alguien antes de que a la policia se le ocurra hacer lo mismo. Hasta luego.

Colgue el receptor y baje del coche. Notaba la sensacion pegajosa y desagradable del sudor bajo el brazo. El azul del cielo parecia extenderse hasta el infinito. No habia nubes: solo el sol, el cielo azul y el calor. Eche a andar en busca del hombre que habia hallado el cadaver.

Estaba de pie junto a uno de los patrulleros. Me presente y el me aseguro que leia el Journal todos los dias. Era un hombre robusto, bajo, de cabello muy corto.

– Jamas me habia ocurrido algo asi. Ni siquiera cuando estaba en el ejercito, en el cincuenta y cuatro; nunca habia visto cosa semejante.

– ?Como fue exactamente? -pregunte.

Anote sus palabras en la libreta. El hombre, aunque parecia bastante alterado, se expresaba con bastante claridad, y sus declaraciones servirian para un articulo complementario.

– Recuerdo que me fije en sus brazos. Eran delgados, como los de una criatura. Estaban estirados hacia atras pero no muy tensos, ?sabe? Los tenia bastante laxos, como si el asesino no hubiese querido hacerle dano. Es decir, yo habria esperado que el tirase de ellos con fuerza antes de atarselos. -Se llevo los brazos a la espalda para hacer una demostracion y echo los hombros hacia atras-. Pero no estaban asi.

Mientras hablaba, yo continuaba tomando notas.

– Pude ver su rostro -continuo-. En cierto modo, tenia una expresion tranquila, como si estuviera descansando, aunque vi que tenia casi toda la parte trasera de la cabeza destrozada. -Trago saliva-. Dicho asi suena muy frio, ?verdad? En realidad no se que me ocurrio. Me quede inmovil alli, mirandola, y mi mente registraba lo que veia: como estaba tendida, como tenia apoyada la cabeza, la marana de pelo apelmazado por la sangre… Tenia el cabello rubio.

»Se lo conte al detective, con todos los detalles. Y entonces ?sabe que paso? Vomite. Estaba por alli -dijo, senalando unos arbustos-. Supongo que ustedes estan acostumbrados a ver cadaveres de asesinados…

– Suficiente. Digame, ?a que se dedica?

Escuche a medias mientras el hombre relataba su historia personal. Me hablo de su costumbre de correr, de su ruta acostumbrada y del sol de la manana. Dijo que habia pasado junto a la muchacha al menos tres veces sin verla.

– Mis propios hijos son mas jovenes.

– ?Podemos sacarle una fotografia?

– Preferiria que no -respondio, despues de reflexionar por un momento-. ?Es necesario que mencionen mi nombre en el periodico?

– Oh, si -conteste-. Sin duda alguna.

– Pues ojala no fuera asi. Creo que no podre pegar ojo hasta que atrapen a ese tipo.

– Yo no me preocuparia por eso -dije.

– ?Por que no?

– Bueno, no creo que un tipo que sale a atar y asesinar jovencitas quiera meterse con un adulto. -El hombre asintio-. Pero le dare un consejo -prosegui-: yo en su lugar intentaria mantenerme alejado de la gente de la television. Si no, su cara aparecera por todas partes.

– Gracias -dijo-. Lo tendre en cuenta.

Cuando lo deje, lo vi apartarse del camino y perderse en las sombras. Me dirigi a Porter, que estaba de pie junto al automovil, hablando por radio con el estudio fotografico.

– He tomado una foto de ese tipo con quien hablabas -dijo-. He tenido que usar el teleobjetivo, pero creo que saldra bien. ?Crees que podre conseguir un primer plano?

– De ninguna manera. Ademas, podrias descubrirlo ante los de la television.

– Esta bien -dijo-. Quedemonos hasta que saquen el cadaver. A los jefes siempre les gustan esas imagenes de la bolsa con el cuerpo sobre la camilla. Igual que en Vietnam; los meten en la misma bolsa negra con cremallera. ?No es maravillosa la tecnologia?

– Eres un cinico.

– ?Y quien no?

Aguardamos a la sombra, junto al sendero, observando trabajar a los policias. Al cabo de un rato, salieron con una camilla.

– Alla voy -dijo Porter.

Se produjo un revuelo entre los camarografos de la television, que corrieron detras de los hombres del escuadron de rescate mientras estos extraian el cuerpo de entre los arbustos y subian la bolsa negra a la ambulancia. Adverti que Porter se habia sumado a la gente de la television y estaba tomando fotografias a toda velocidad. En cierto momento me miro, sonrio y senalo la bolsa que contenia el cadaver. Aviste al medico forense, que se acercaba atravesando el campo de golf, de modo que sali al sol para hablar con el. El hombre estaba encendiendo una pipa cuando lo aborde.

– ?Que puede decirme? -le pregunte.

– No sabre demasiado hasta que la abra. Por lo visto la asesinaron con un arma de grueso calibre. Es probable que recibiera un solo impacto, a juzgar por la herida. Segun parece, le dispararon a quemarropa, tal vez desde treinta o cuarenta centimetros.

– ?Como lo sabe?

– Por el residuo de polvora alrededor de la herida.

En realidad, solo podre determinarlo con mayor precision cuando examine las muestras con un microscopio. Por ahora solo lo estoy calculando a ojo… Aunque se me da bastante bien.

– ?Algun indicio de abuso sexual?

– No. Es extrano, ?verdad? Quiero decir que no es esta la forma en que habitualmente asesinan a las jovencitas.

– ?Que puede decirme acerca de la manera en que tenia atadas las manos?

– No mucho. Los chicos del laboratorio se han llevado la cuerda.

– ?Esta seguro de que fue asesinada aqui? ?No pudieron arrojarla alli despues de matarla?

– Oh, si, estoy seguro. He encontrado en algunas de las palmeras cercanas un poco de materia que salio despedida con el impacto.

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