— Nada admirablemente — dijo indolente Viktor Muratov.
— Ha pasado mas de una hora.
— ?Que quieres decir con esto?
— Que me intranquiliza.
Raul Garcia se irguio apoyandose en los codos.
— Vamos a buscarla — propuso.
— ?En que?
— En cualquier lancha. Si explicamos de que se trata cualquiera nos la dejara.
— Esperemos un poco mas.
La intranquilidad de la hermana se apodero de Viktor. Se levanto y marcho hacia el agua.
Hoy habian nadado mucho. Guianeya todo el tiempo habia estado con ellos, y cuando todos se cansaron se alejo sola. Paso una hora entera y Guianeya no aparecia.
Habia pasado un mes desde el regreso a la Tierra de la Septima expedicion lunar. La mayoria de las personas habian olvidado la alarma y emocion de aquellos dias. Y solo la presencia de Guianeya en la Tierra hacia recordar los extraordinarios acontecimientos.
Los participantes de la expedicion decidieron disfrutar un mes de descanso y fueron al litoral del Caucaso.
En los primeros dias Guianeya no estaba con ellos porque habia ido al Japon a buscar a Marina.
Durante este mes se aclararon muchas cosas. Guianeya era cada vez mas franca. Se aclaro definitivamente que existia un mundo cuyos habitantes tenian una necesidad parentoria de encontrar un planeta para poblarlo. Dejo de ser un enigma el que Guianeya no recordara su patria, circunstancia que en su tiempo tanto soprendio a Viktor Muratov.
Habia nacido en otro planeta encontrado por sus compatriotas y reconocido por ellos como no apto para su colonizacion. Guianeya nunca habia visto su verdadera patria.
Tambien quedo clara la personalidad de Riyagueya, cientifico, ingeniero (segun conceptos terrestres), dirigente tecnico de la expedicion cosmica, que era, por lo visto, completamente distirito de los otros compatriotas de Guianeya. Siempre estuvo en contra del plan de sus colegas en lo referente a la Tierra, considerandolo como inhumano.
Insistia en quedarse en el primer planeta, reconstruir y poblarlo. No estaba claro por que no estuvieron de acuerdo con el. Guianeya sobre esto callo algo.
Y aunque quedo completamente claro el objetivo del vuelo de la nave de la que desembarco Guianeya, nadie en la Tierra experimentaria hacia ella un sentimiento de hostilidad.
Fue evidente el papel pasivo de esta muchacha, todos creyeron en sus palabras de que habia volado hacia la Tierra en contra de su voluntad, y esto explicaba la simpatia que todos sentian hacia Guianeya.
Segun Marina Muratova, Guianeya habia cambiado asombrosamente despues de su regreso de la Luna. Si antes se notaba en ella un temor velado ahora no quedaba ni rastro. Si antes Guianeya esquivaba a las personas, ahora buscaba su sociedad. Y por su deseo, por su iniciativa, Marina y Guianeya se unieron en seguida a los participantes de la Septima expedicion.
No era un misterio para nsdie la causa de este cambio. Guianeya sabia el peligro que amenazaba a las personas de la Tierra, esperaba la realizacion del plan criminal y temia de venganza. Era evidente que juzgaba a las personas segun las costumbres y representaciones de sus compatriotas que, por lo visto, debian de ser severos y feroces.
Por algo, despues de que hablo con franqueza, Guianeya manifesto que estaba cerrado para ella el camino a la patria.
Ahora, cuando nada habia pasado, cuando el plan habia sido liquidado de raiz y ningun peligro se cernia sobre las personas, Guianeya dejo de tener miedo.
Todo esto era suficientemente verosimil para considerado como una verdad.
Claro esta que nadie hubiera tocado a Guianeya incluso con la realizacion del plan, pero su alarma era comprensible.
Guianeya respondio con un «?No!» categorico y firme a la pregunta de si sus compatriotas podrian enviar a la Tierra nuevos satelites-exploradores, y se nego a fundamentar detalladamente su respuesta.
— Yo no quiero — dijo a Marina — que se forme en ustedes un criterio excesivamente malo de nosotros. Ya es bastante poco halagueno. Comprendo que, por su parte, esto no es solo una curiosidad, pero crean en mis palabras. Nunca se repetiran los intentos de causar dano a las personas de la Tierra. Hablo en nombre de Riyagueya aunque el ha muerto. Si esto no fuera asi el no habria hecho lo que hizo.
Estas palabras, comunicadas por Marina, convencieron a todos. La personalidad de Riyagueya, al que nadie habia visto, ni verian, continuaba influyendo en los acontecimientos aun despues de su muerte. Creian en el, y lo que dijo Guianeya en su nombre era de una logica aplastante. No tenia ningun sentido el sacrificarse y sacrificar a sus camaradas, si habia la posibilidad de enviar nuevos satelites hacia la Tierra con el mismo objetivo. Entonces, como una vez dijo Tokarev, hubiera sido logico presentarse ante las personas y advertirles del peligro.
Es cierto que no estaba claro el por que Riyagueya prefirio destruir la nave y matarse, ya que podia en este caso haberse presentado ante las personas, pues, segun habia confirmado Guianeya, la nave iba a descender en la Tierra.
Guianeya era mucho mas franca pero no hasta el fin. Habia callado mucho, y a lo que fue dado a conocer por ella hubo que anadirle una serie de reflexiones.
Pero se podia abrigar la esperanza de que, tarde o temprano, Guianeya diria todo.
Fue decidido dejarla obrar como ella quisiera y no forzar los acontecimientos.
Guianeya estaba rodeada con la atencion y cuidados de siempre.
A muchos le causaba asombro el que a ella no le fuera penoso el ocio. Pronto se cumplirian dos anos de su llegada a la Tierra. En este tiempo habia recorrido todo el globo terraqueo, habia visto todo y, segun entendian las personas de la Tierra, hacia tiempo que debia haber experimentado la necesidad de realizar algun trabajo. Pero no se habia observado en Guianeya ningun sintoma de que sintiera esta necesidad.
Se sabia que Guianeya era muy joven. Marina pudo obtener, por fin, contestacion a la pregunta sobre la edad de la huesped del cosmos. Guianeya supo incluso calcular sus anos segun el tiempo terrestre. Resulto que si se calculaba por los anos terrestres Guianeya tendria solo diecisiete anos.
Esto en parte explicaba el que Guianeya no hubiera tenido tiempo de acostumbrarse al trabajo.
A la pregunta natural de cuantos anos vivian, como termino medio, sus compatriotas, ella dio una contestacion que a muchos les parecio increible. Guianeya dio la gigantesca cifra de 500 anos. Se deducia que, segun los anos terrestres, sus compatriotas vivian seis veces mas que las personas de la Tierra.
Las causas de su longevidad, y la cuestion de que si esta habia sido siempre asi o solamente en los ultimos siglos intereso a muchos cientificos, pero la contestacion de Guianeya fue simple y desilusionadora:
— No lo se — dijo ella.
Habia pocas esperanzas de saber lo que no sabia Guianeya. Le era desconocido donde se encontraba su primera patria.
— ?Pero alli saben a donde volo su nave? — le preguntaron a Guianeya.
— No — fue una respuesta la mas de rara. Muchas cosas quedaron ocultas y por lo visto para siempre. Si en la patria de Guianeya no sabian la existencia de la Tierra, no habia ninguna probabilidad de que saliera una nave cosmica. Se excluia el hallazgo casual de un planeta en los espacios dol universo, y ademas aquel que se necesitaba.
Las probabilidades para tal casualidad eran completamente nulas.
Esto apenaba y al mismo tiempo irritaba. Se queria involuntariamente que en lugar de Guianeya se hubiera encontrado en la Tierra una persona mas informada.
— ?Si Riyagueya estuviera aqui! — dijeron los cientificos.
Entonces, claro esta, la comunicacion entre los dos mundos no estaria rota como ahora.
Pero esto no podia cambiarse o corregirse. Asi era y habia que conformarse.
El sueno secular de establecer, al fin, comunicacion con los habitantes de otros mundos, amenazaba con quedarse, durante un tiempo indeterminado, como antes, en sueno.
— Suerte que por lo menos es agradable mirar a esta representante de otro mundo racional — bromeaban en la Tierra —. Podria haber sido un monstruo.