camarera. Simone continuo mirando las fotos mientras el hablaba con la joven gotica que tomaba su pedido.
Si, estas imagenes eran bastante horripilantes. Pero claro, esta clase de fotos normalmente lo eran. Como odiaba ese mundo que estaba lleno de personas capaces de hacer cosas horribles a los demas. Lo que la gente puede hacerse unos a otros era bastante malo. Lo que los otros, los habitantes no humanos pueden hacer era completamente otra pesadilla. Literalmente.
Y estaba mas que un poco enterada de ambas clases de monstruos.
La camarera se dirigio de nuevo hacia la cocina.
Tate se inclino mas cerca.
– ?Recibiste algunas vibraciones desde el otro lado?
Nego con la cabeza.
– Sabes que no funciona de ese modo, T. Tengo que tocar el cuerpo o algo que haya pertenecido a la victima. Las fotos solo me dan un fragmento de informacion… y escalofrios.
Temblando de simpatia por la forma en que la pobre mujer habia muerto, cerro el archivo y lo volvio a empujar hacia el.
– ?Quieres venir a la morgue conmigo despues del almuerzo?
Ella arqueo una ceja por su propuesta.
– Me estremezco con las frases de conquista que debiste de utilizar la noche en que conociste a LaShonda. ?Ven conmigo, monada, y contempla mi coleccion de cadaveres!
El se rio.
– ?Dios! Amo tu sentido del humor.
Lastima que sea un hombre casado una de las pocas personas que realmente captara su excentrico sentido del humor. La otra persona que realmente lo apreciaba era un fantasma adolescente que habia estado atormentandola desde que tenia diez anos.
Jesse estaba sentado a la derecha de Simone, pero era la unica que lo sabia. Nadie mas podia verle u oirlo, oh, que suerte tenia. Especialmente desde que Jesse se habia quedado bloqueado en un punto de finales de los 80. El caso en cuestion era, que llevaba puesto una chaqueta de sport azul clara evocadora de Don Johnson de Miami Vice con una camisa negra estilo Pompadour cortesia de Jonh Cryer de la pelicula Pretty in Pink. Jesse era un gran fan de John Hughes que la obligo a ver demasiadas reposiciones. Completando su poco convencional conjunto con una corbata fina de raso con un teclado y a juego unas Vans a cuadros blancos y negros.
– No quiero ir a la morgue, Simone -dijo Jesse entre dientes-. No me gusta.
Ciertamente lo podia entender inmediatamente despues de la oficina de proctologia (estudio de las alteraciones del ano y recto).
Le dedico a Jesse una mirada compasiva, pero ambos sabian que ella no tendria otra opcion salvo ir. No habia nada que ella no hiciera para llevar ante la ley a un asesino y eso incluia frecuentar la escalofriante morgue de la ciudad en vez de su laboratorio en Tulane.
– ?Asi cual es la parte mas extrana sobre estos asesinatos? -Pregunto, tratando de distraer a Jesse de repetir una perorata acalorada con la que estaba mas que familiarizada.
Ademas, el podia irse a casa sin ella, solo que no le gustaba estar en casa cuando ella no estaba alli. Jesse podia ser un fantasma muy necesitado algunas veces.
Tate le robo otra patata frita antes de contestar.
– El hecho de que aqui la Srta. Gloria se levanto y se marcho de la mesa de examen.
Simone se atraganto con la Coca-Cola que bebia.
– ?Disculpame?
– Escuchaste bien. Nialls esta ahora con una camisa de fuerza por eso. Se volvio tan loco que tuvimos que llamar al psiquiatrico.
Ella tosio dos veces para aclararse la voz antes de hablar de nuevo.
– ?La victima estaba en coma?
– La victima estaba muerta como una piedra. Como vistes en las fotos, le habian arrancado la garganta y Nialls acababa de abrirle el pecho para la autopsia. Tenia su corazon en las manos cuando ella empezo a respirar.
– Uh-huh… -fue la unica respuesta que pudo dar durante un momento-. Y se levanto y se marcho…
El asintio desanimadamente.
– Bienvenido a mi mundo. Oh, espera, bienvenida a tu mundo. El tuyo es aun mas extrano que el mio. Al menos no vivo con un fantasma que tiene su propio dormitorio en mi casa -echo un vistazo alrededor de la mesa, luego bajo la voz-. ?Jesse esta aqui?
Simone inclino su cabeza en direccion a su amigo que estaba sentado y la miraba con el ceno severamente fruncido.
– Por favor explicame como se levanto mientras el sostenia su corazon -dijo lentamente.
– Eso es lo que quiero que me digas. Mira, trato con… bien, la mayoria de los dias, la extrana mierda paranormal. Eres la reina de lo extrano. Necesito a la reina en esto antes de que tenga que empezar a contratar a un nuevo medico forense que no se vuelva loco cuando los muertos se escapen de las mesas. ?Sabes donde puedo encontrar algunas de estas insolitas personas? Se que pasas el tiempo con ellos.
– Gracias, Tate. Siempre espero estas palabras de aliento que sostiene nuestro ego.
– Si, pero al menos sabes que te quiero.
– Al igual que un agujero en el zapato.
Se rio.
– No es verdad. Eres la mejor maldita medico forense que alguna vez he visto y lo sabes. Si pudiera conseguir que te fueras de Tulane y contratar tu culo para la ciudad, me encantaria hacerlo en un segundo. El hecho de que eres la unica con la que puedo hablar sobre las muertes paranormales es una gran ventaja para mi. Algun otro me tendria en un cuarto al lado de Nialls.
Simone trato de alcanzar su pepinillo.
– Es cierto que me dijeron que tienen drogas increibles para ayudar a reprimir esas alucinaciones.
– Entonces contratame. Definitivamente las podria usar.
Precisamente podria usarlas, pero eso era otra historia. No obstante, su vida entera era lo suficientemente extrana para considerarla una alucinacion masiva.
Si solo lo fuera.
Simone hizo una pausa mientras recibia una absurda sensacion extrana en el estomago de nuevo. Recorrio con la mirada el oscuro restaurante, seguidamente por la ventana a la izquierda que exhibia el trafico en Decateur Street. Nada parecia fuera de lo normal, pero todavia la sensacion persistia.
– ?Hay algun problema? -Pregunto Jesse.
– He tenido esa sensacion de nuevo.
Tate la miro con ceno.
– ?Que sensacion?
Su cara se acaloro con la pregunta.
– Se que suena loco.
– Acabo de tener un cuerpo escapandose de la mesa en mitad de una autopsia ?Y crees que tu historia es chiflada? Claro, Boo…
Eso era lo que mas le gustaba sobre Tate. La hacia sentir casi normal. Sin mencionar que era la unica persona ademas de ella que sabia de Jesse. Claro que ella era tambien la unica persona fuera de un punado pequeno que sabia que Tate era un Escudero de los Dark-Hunters, un grupo de guerreros inmortales que perseguian y ejecutaban a los vampiros Daimons que vivian de las almas humanas.
Bravo, su vida era todo menos normal.
Asi que… ?Por que deberia preocuparse, por el hecho de sentir como si algo malo la estuviera vigilando? Probablemente lo estuvieran haciendo. Y desafortunadamente, no seria la primera vez. Solo queria asegurarse de que no fuera la ultima.
– ?Sabes de donde viene? -Pregunto Jesse.
– No, no lo puedo localizar con toda precision. Todo lo que se es que me pone la piel de gallina.
Tate se reclino en la silla para mirarla a los ojos.
– Realmente desearia poder oir a Jesse. Es tan desconcertante cuando los dos estais hablando. Me pregunto si no esta sentado ahi, burlandose de mi.