Sonriendo, ahueco su cara en las manos antes de besarla. El se echo hacia atras y le sonrio con malicia.
– ?Eso se merece un poco mas?
Ella inclino la cabeza.
– Sigue jugando las cartas correctas y quizas. Pero no te hagas ilusiones y vengas a retozar en mis suenos. Si lo haces, quizas te castre alli.
Rechinando los dientes con una frustracion no saciada, Xypher se froto contra ella e inspiro su pelo lenta y profundamente.
– Solo recuerda que me estas matando lentamente.
– Hay curas para eso.
– Si, tu desnuda sobre la cama.
Ella le dedico una amplia sonrisa.
– O podrias tomar el asunto en tus propias manos.
El ahueco la mano de ella en la suya y la apreto contra su hinchada ingle.
– Yo prefiero que tu me tomes en las tuyas.
Simone trago ante la enorme sensacion de el contra su palma. El habia dejado el boton superior de sus jeans abierto y su pulgar rozo el oscuro vello que corria bajando desde su ombligo hasta desaparecer bajo su cintura. Su aliento descendio hasta la cara de ella mientras sus ojos rogaban misericordia. El se froto muy ligeramente contra su mano y se estremecio.
– ?Cuando fue la ultima vez que estuviste con alguien? -pregunto ella.
– Hace siglos.
Su corazon palpito ante el pensamiento…
La soledad de esa simple declaracion la atraveso. Siglos sin ser tocado. Siglos de abuso.
Bajo la mirada al suelo donde el habia pasado la ultima noche. El no habia preguntado nada y habia esperado ser rechazado a cada oportunidad. Ser maltratado y herido.
Este era un hombre que sabia tan poco de bondad que incluso el simple hecho de su existencia lo desconcertaba. Recordo la tortura que el le habia mostrado, y se le rompio el corazon al pensar en el sin obtener jamas consuelo.
No queria ser otra persona que tomara algo de el sin dar. Ya era hora de que viera que habia personas que no lo lastimarian.
Y antes de que pudiese detenerse, abrio la cremallera de sus pantalones.
Xypher maldijo de placer cuando ella lo tomo en su mano. Sus frios dedos se deslizaron desde la punta de su pene, descendiendo todo el camino hasta la base antes de cubrirlo. Con la cabeza dandole vueltas, le inclino la cabeza para probar su boca.
Eso era lo que el necesitaba mas que nada. Ninguna mujer lo habia tocado tan tiernamente. Sus amantes en el pasado siempre habian exigido. Sus necesidades y placer eran secundarios para ellas.
Pero Simone no pedia. Ella daba. Siempre.
Simone se quemo cuando la atraveso el deseo, pero esto no era por ella. Xypher la habia protegido y queria agradecerselo.
Le bajo los jeans por las caderas antes de apartarse de sus labios y arrodillarse frente a el.
Xypher espero a que ella se moviera, asi que cuando lo tomo en su boca, aquello fue todo lo que pudo hacer para no gritar. Los escalofrios estallaron por todo su cuerpo cuando ella lo lamio poco a poco. Apreto los dientes ante la exquisita tortura mientras permanecia perfectamente quieto para ella.
La lengua lo lamia y se movia mientras su mano acariciaba su saco. Nada se habia sentido mejor, jamas. Se inclino hacia delante para apuntalar un brazo contra la comoda de detras de Simone y bajo la mirada hasta ella mientras le daba placer. Sus rizos marron oscuro saltaban con cada movimiento de su cabeza
Pero lo que mas le impacto fue el gozo en su cara…
Simone gimio ante lo bien que sabia. Ella podia sentir sus musculos tensandose y apretandose cuando el luchaba consigo mismo. Su respiracion salia en entrecortados jadeos mientras le acariciaba suavemente el pelo con una mano.
Ella podia sentir literalmente cuanto significaba esto para el.
Cuanta felicidad le estaba dando por hacer ese acto tan sencillo.
Entonces con un fiero grunido se corrio en su boca.
Xypher estuvo temporalmente ciego cuando un inimaginable placer lo inundo. Tuvo que inclinarse con ambas manos contra la comoda para evitar caerse.
Mirando hacia abajo, vio a Simone mirarle con un atisbo de sonrisa en sus labios
– ?Estas bien?
– No -farfullo el-. Estoy en extasis. Pase volando el “bien” en el momento en que me tocaste.
Riendo, se levanto frente a el, forzandolo a apartarse de la comoda.
El la cogio en sus brazos y apoyo la cabeza contra la curva de su cuello de modo que pudiera inhalar la dulzura de su piel. Simone cerro los ojos cuando le paso los brazos alrededor de sus anchos hombros y lo sostuvo cerca. Estaba tan calmado y apacible de esa manera… una completa contradiccion con la bestia que la habia empujado en el coche y despues amenazado su vida.
Ella sintio sus manos en los muslos, levantando su falda hasta la cintura. Su lengua jugueteo con su piel mientras zambullia una mano bajo el elastico de sus bragas para separar suavemente los pliegues de su cuerpo. En el momento en que sus dedos la rozaron, gimio y temblo.
Pegandose a el, echo la cabeza hacia atras cuando sus dedos la acariciaron y tomaron. Cuando deslizo uno dentro de ella, todo lo que pudo hacer fue quedarse en esa posicion
Era extremadamente habil con sus manos. Honestamente, habia pasado al menos un ano desde que habia estado con un hombre. Habia olvidado lo buena que era esa sensacion.
– Correte para mi, Simone -le susurro Xypher al oido-. Quiero ver tu placer.
Esas palabras la enviaron al limite. Incapaz de contenerse, se mordio el labio y grito. Aun asi, el continuo acariciandola y jugando con ella hasta que hubo exprimido la ultima pizca de su gozo. Con respiracion entrecortada, no estaba segura de como sus temblorosas piernas podian sostenerla.
– Gracias -le susurro el al oido.
– No tienes que agradecermelo, Xypher.
– Creeme, por esto, si. -Le acaricio la mejilla con los dedos-. Nadie ha tenido jamas piedad de mi, ?por que tu si?
– Se que vas a encontrar esto dificil de creer, pero por alguna razon que no entiendo, realmente me gustas… la mayor parte del tiempo.
El sacudio la cabeza como si el mero pensamiento fuese incomprensible.
– Bueno, tu tambien quieres a Jesse. Obviamente tu gusto por los hombres deja mucho que desear.
– Obviamente -le sonrio ella, hasta que el reloj de pared dio la hora. Esto la hizo volver a la realidad-. Ahora, si no te importa, tengo una clase para ensenar en menos de una hora y necesito que te arregles para venir conmigo.
El se rio con fuerza.
– Senora, ahora mismo podrias pedirme que me lanzara bajo un autobus para hacerte feliz y yo te obligaria.
Ella se unio a su risa.
– Entonces es una buena opcion que yo no use mis recien descubiertos poderes para el mal, ?huh?
– Para mi, lo es. -La beso en la nariz antes de ponerse los pantalones y cerrar la cremallera. Se detuvo ante la puerta para volver a mirarla con una tierna expresion en la cara que la quemo completamente-. ?Me sigues?
Ella asintio antes de ir con el al bano.
– Sabes -dijo el, indicando la banera con el pulgar-, no soy timido. Si quieres entrar, sientete libre.
Simone todavia podia saborearle en los labios mientras consideraba su invitacion.
Ella dejo escapar el aire lentamente ante la vista de toda esa musculosa y leonada piel. Se le hacia la boca agua.
El le disparo una diabolica sonrisa antes de meterse en la banera.