?Estaba loco? Por supuesto que se convertia. Estaba palida y temblorosa. La frente estaba humeda por el sudor…
– ?Mirala! No esta, exactamente, horneando galletas.
– Si, pero tampoco es un humano que muta.
Un terror frio atraveso a Xypher. ?Si ella no mutaba, entonces que le sucedia?
– ?Que significa eso?
Acheron echo un vistazo a Jesse.
– ?Nunca advertiste que ella no es como otras mujeres? ?Esas cosas extranas siendo atraidas hacia ella?
Simone gimio ligeramente.
– Yo no soy extrano -Jesse dijo defensivamente-. Pero, si. Ella siempre ha sabido las cosas. Ha visto cosas que no deberia. Acabamos pensando que era psiquica.
Acheron sacudio la cabeza.
– No. Siempre era mucho mas que eso.
– Acheron -Xypher interrumpio-. Dime lo que pasa.
Acheron respiro profundo antes de contestar.
– Es mitad demonio, Xypher. Como tu.
Xypher dejo caer la mandibula ante sus palabras. No era posible…
– Y un infierno, lo es. -Jesse dijo, con su voz rota-. No hay nada demoniaco en ella…
Acheron sujeto la muneca y la levanto alto para que Xypher pudiera ver la mordedura de demonio.
– Huele su sangre, y sabras la verdad. No hay error en esa esencia.
No obstante, Xypher se nego a creerlo.
– ?Como podria ser un demonio y no saberlo?
– Sus padres la protegian de la verdad. -Acheron le quito el brazalete que le habia dado-. Esto no es mas que cuero sencillo. La razon por la que se lo di fue para hacerle creer que sus poderes provenian de otra cosa y no de si misma. La verdad es que es tan poderosa como cualquier demonio que hayas conocido.
– ?Por que no nos dijiste eso ayer?
– Porque su padre renuncio a su vida para mantener sus raices al resguardo de todos, incluso de ella. Para cerciorarse de que fuera escondida de todas las personas y criaturas que la pudieran utilizar o amenazar. ?Quien soy yo para deshacer tal sacrificio?
– ?Xypher? -Simone respiro-. Estoy asustada.
Acheron le tomo la otra mano.
– No lo estes. Tus poderes estan siendo liberados. Eso es todo lo que pasa. Se que duele, asusta y sacude. Pero no luches. Solo respira profundamente, y deja que el poder fluya a traves de ti.
Eso solo hizo que Xypher se enojara mas.
– Es facil para ti decirlo. No tienes ni la menor idea de lo que esta atravesando.
Acheron rio amargamente.
– Si, a diferencia de ti, se exactamente como se siente. Era humano cuando mis poderes divinos fueron liberados. Creeme, no fue agradable y tampoco lo sera esto.
Eso le hizo olvidar su ira.
– ?Que puedo hacer?
– No la dejes sola. Necesitara a alguien que le ensene como utilizar sus sentidos de demonio. Tu creciste con tus poderes, pero sabes cuan diferentes son de la funcionalidad humana normal. Eres el mejor maestro que ella podria tener.
Xypher maldijo al pensar en tener a alguien dependiendo de el. El no era confiable. No sabia como funcionar asi. Le espanto que quizas la corrompiera o la danara a causa de su propia ignorancia. Necesitaba a un maestro mejor que el. Todo lo que conocia era el dolor y la traicion. Como utilizar sus poderes para danar a otros. Simone no era asi. Ella era la bondad.
?Como podria un animal como el ensenarle lo que necesitaba saber? Pero nunca lo admitiria ante nadie.
– Tengo mi propio orden del dia aqui, Acheron. No puedo estar atado a ella.
– Tienes tres semanas para lograrlo. Por una vez, Xypher, piensa en alguien ademas de en ti mismo.
Curvo el labio ante las palabras de Acheron. Pensaba en otra persona, pero otra vez, nunca admitiria eso en voz alta.
– Preocuparme por alguien mas es lo que consiguio maldecirme. Es un error que no quiero repetir.
Esos ojos de plata quemaron con una sabiduria antigua.
– Sabes que a veces repitiendo nuestros errores es como nos damos cuenta de que fallo la primera vez. Sabiendo eso, podemos arreglar el error y seguir adelante.
Xypher se burlo de eso.
– Correcto, y la definicion de la estupidez basica es seguir haciendo la misma cosa una y otra vez esperando un resultado diferente. No soy estupido.
– No dije seguir haciendolo -Acheron echo un vistazo al brazo del Xypher donde su voto fue marcado-. Sigue adelante con un proposito. Examina lo que fallo y corrige ese error.
?Por que seguia volviendo a una sola frase?
Sigue con un proposito…
– Ayudala, Xypher. En este momento ella te necesita mas de lo que tu necesitas matar a Satara -Y con eso, desaparecio.
Xypher se sento en el suelo con las palabras de Ash sonando en su cabeza. Habia verdad alli, pero la necesidad de venganza era tan fuerte…
Entonces recordo la manera en que Simone lo habia tocado mas temprano esa manana cuando se habia apiadado de su dolor. No le habia pedido nada cambio.
Nada.
Xypher la recogio en sus brazos y la sujeto cerca.
– Estoy aqui para ti, Simone.
Simone apenas podia entender esas palabras mientras su cuerpo continuaba quemandola. Todo alrededor se sentia amplificado. Los colores, los olores, los sonidos… experimento el mundo de una forma completamente nueva.
– ?Como esta? -La voz de Liza parecio venir de muy lejos.
Tipo O positivo. Ese era el tipo de sangre de Liza. Ella tambien tenia un leve murmullo en el corazon.
Y Jesse…
Supo sus debilidades, tambien. Los podia oler y probar, y una diminuta parte de ella quiso explotar esas debilidades. Eso la espanto por encima de todo.
– ?Que significa ser un demonio, Xypher?
– Tu no eres un demonio.
Levanto el brazo y miro fijamente su mano. Se parecia a su mano, mas sentia como si pudiera aplastar acero con ella. ?Podia?
– Me siento tan poderosa.
– Es una ilusion.
?Lo era? Parecio suficientemente verdadero. El pensamiento apenas se habia completado antes de que sintiera un tiron en su estomago. Asio el cubo de Liza y vacio el contenido de su estomago en el.
Cuando termino, ya no se sentia fuerte. Se sentia debil y sin valor.
– Quiero ir a casa.
Xypher cabeceo. Se detuvo para mirar a Liza.
– ?Puedo quedarme otra vez con el amuleto? Aun tengo que entregarlo a Jaden o el tendra mi trasero.
La renuencia se mostro en sus ojos cuando se lo quito una vez mas.
– Espero que esto no sea un error.
– Yo tambien -el estuvo de acuerdo.
Despues de ponerlo en su bolsillo, Xypher tiro de Simone contra su pecho, y lo proximo que ella supo fue que estaba en su casa, en su cama. El estaba todavia a su lado.
– Debes descansar.
– ?Me sostendras? -Xypher quiso maldecir por la ternura que esas palabras despertaban dentro de el. Debia