beberselo.
– ?Donde esta Xypher?
Esa pregunta de Simone la atraveso.
Pero no tenia eleccion. Volviendose, se sintio enferma. La cara de Simone se veia tan esperanzada, era obvio que ella estaba esperando que Xypher apareciera en algun momento.
Tragando el nudo en la garganta, se extendio hacia ella y tomo las manos de Simone en las suyas.
– No lo ha conseguido, dulzura. Cayo en la batalla.
CAPITULO 17
Simone se tambaleo hacia atras. No. No podia ser.
– Eso no es divertido, Katra. No me gustan estos juegos.
– Desearia estar jugando, pero no lo estoy.
Simone vio la mirada de horror y culpa mezclada en la cara de aquellos a su alrededor y esto la devolvio a cuando era una nina.
“La pobre lo vio todo. Su madre y su hermano murieron ante sus ojos. Esto la perseguira por siempre.”
Esa era la misma expresion que tenian todos ahora, se le quedaban mirando como si fuera rara. Y profundamente en su interior todos agradecian que le sucediera a ella y no a ellos. No lo dirian, eran demasiado educados para eso, pero ella sabia la verdad.
Jesse le tendio la mano.
– Simone, ?Estas bien?
?Como podia estar bien? Xypher estaba muerto.
Ella sintio ese ardor en sus ojos que senalaba que se estaban volviendo rojos. Queria la sangre de los que lo habian matado.
– Dime que sucedio -exigio ella, su voz era un demoniaco grunido.
– Le prometi que no lo haria. El queria que vivieras en paz y que siguieras con tu vida.
Seguir con su vida… Estaba cansada de recoger las piezas y seguir adelante.
– ?Obtuvo su venganza contra Satara?
Katra aparto la mirada timidamente y de repente Simone tuvo total claridad.
– Asi que entonces es eso. Eligio vengarse y morir a regresar conmigo. Al menos murio feliz. Obtuvo lo que queria.
Kat tuvo que morderse la lengua para evitar decirle la verdad. Pero ahora entendia por que Xypher le habia pedido que no lo hiciera. Si Simone sabia que el habia dado su vida para salvar la de ella, eso la mataria.
Al igual que mataria a Katra perder a su marido. El que el se sacrificara por ella solo la lastimaria mas y nunca tendria paz por la culpa y la rabia.
Simone miro hacia Xedrix que permanecia al lado de Kerryna, sosteniendo su mano.
Ella nunca tocaria a Xypher otra vez. Dejando escapar una harapienta respiracion, se volvio hacia Gloria y Jesse.
– Quiero ir a casa.
Acheron dio un paso adelante.
– Yo te llevare.
– Gracias.
Le tendio la mano y ella la tomo. Al instante de hacerlo, todos estaban de regreso en su casa. No, no todos. Faltaba Xypher.
– ?Hay algo que yo pueda hacer? -Pregunto Ash.
Ella nego con la cabeza.
– Probablemente deberia comprobar a Kyle y ver como lo esta haciendo.
– Ya lo hicimos nosotros. Esta bien. Se recobrara en breve y no deberia quedarle dano alguno mas que un par de cicatrices.
– Eso es bueno. Supongo que eso nos describe a todos, ?huh? Gracias por traerme a casa, Acheron.
– De nada. Tienes mi numero en tu telefono. Si me necesitas para cualquier cosa, llama.
– Lo aprecio.
Entonces el se fue.
Jesse y Gloria se quedaron a un lado, observandola con expresion preocupada.
– Estoy bien, chicos. ?Por que no os vais y poneis algunos discos o algo?
Jesse trago.
– Me estas asustando, Simone.
Ella se asustaba a si misma. Estaba tan herida interiormente que ni siquiera podia llorar. Era como si hubiese sido destripada y no hubiese quedado nada excepto un agujero vacio donde habia estado su corazon y su alma.
Queriendo estar sola, se quito el abrigo y lo tiro al suelo de camino a su habitacion.
La cama estaba todavia deshecha de sus anteriores juegos.
Hizo ese pensamiento a un lado. Si no significaba nada mas para el que eso, ciertamente no significaba nada para ella. Con la rabia hirviendo a fuego lento, arranco la almohada para hacer la cama.
Y fue entonces cuando la esencia de Xypher la golpeo con fuerza. Abrazo la almohada contra su pecho e inhalo la calida esencia masculina.
Eso sacudio su entumecimiento. La pena y la angustia se elevaron hasta que quiso gritar de dolor.
En vez de eso, se hundio de rodillas cuando las implacables lagrimas la asaltaron.
Xypher se habia ido.
– ?Maldito seas, bastardo, maldito seas!
Pero el problema era, que ella no queria maldecirle. El pensamiento de el en el Tartaro siendo torturado…
Eso era mas de lo que podia soportar.
Xypher permanecia en el centro de una celda que conocia incluso mejor que el dorso de su mano. Con el paso de los siglos, habia contado cada grano de arena. Lo habia saturado todo con su sangre.
Ahora estaba de regreso.
Las cadenas salian del techo y se enroscaban alrededor de sus munecas. Por una vez no habia luchado cuando lo levantaron del suelo. Sus brazos ardian por el peso de su cuerpo.
Pero el dolor no era nada comparado al unico que dolia en su pecho.
Simone.
Lo valia.
La puerta de su celda se abrio.
Xypher se contuvo a si mismo cuando vio al dios del Inframundo. Alto y oscuro, Hades estaba vestido de negro. El inclino la cabeza para estudiarlo.
– No crei que duraras un mes ahi fuera. Parece que tenia razon.
– No estoy de humor para hablar, Hades. Solo empieza la tortura.
– Interesante. Mis prisioneros rogandome que los hiera. Y pensar, que ahora mismo, tu podrias estar en los brazos de Simone y no tendido aqui como un pedazo de carne.
– Dejala fuera de esto.
– Eso, desafortunadamente, no puedo hacerlo.
El temor agarro el corazon de Xypher.
– ?Que quieres decir?
– Sabes, Xypher, realmente te odio. Verdaderamente. Tengo que decir que torturarte ha sido uno de mis grandes placeres. Y ahora, como siempre, acabas jodiendome.
– Estoy aqui colgado, esperando a que me golpees. Dime, ?Como diablos podria joderte yo a