– Porque tengo que dejarte ir, bastardo.
La incredulidad paso a traves de el.
– ?Que?
– El trato que hice con Kat… ?Recuerdas? Te permiti ser humano durante un mes y si en ese tiempo encontrabas tu humanidad, serias libre. Te sacrificaste generosamente por otro. Y eso ni siquiera te llevo un mes. Maldito seas.
Xypher todavia no podia creer lo que estaba oyendo.
Las cadenas se descolgaron tan rapido, que cayo al suelo.
– Sal de aqui, Skotos. Yo ya no puedo retenerte.
Simone estaba todavia derrumbada en el centro del suelo cuando sono su telefono.
Miro el numero y vio que era Tate.
Dejando escapar un harapiento suspiro, se aclaro la garganta y respondio.
– Hay otro demonio asesino.
– ?Estas seguro?
– Absolutamente. Ya conoces el procedimiento… estamos en la esquina con Rampart y Esplanade.
– Estare alli – colgo y se seco los ojos antes de ir a la habitacion de Jesse. Lo encontro a el y a Gloria revolcandose sobre su cama.
Se apartaron tan pronto la vieron.
– Um, nosotros solo estabamos…
– Esta bien, Jesse. Yo voy a encontrarme con Tate y no queria que te preocuparas. Volvere pronto.
– ?Estas segura de ello? ?No necesitas algo de tiempo?
– La vida continua, ?cierto? -esa era la unica leccion que habia aprendido- No es igual que si tuviera que planear un funeral o algo. Ademas, puedo hacerlo como una distraccion.
Cerro la puerta y se dirigio hacia su coche.
Si, podria, pero ahora mismo no queria pensar en esa parte de ella. Queria su vida de regreso de la manera en que habia sido antes de que Xypher la cambiara. Mas que nada, queria liberarse del dolor que le laceraba el corazon.
No le llevo mucho tiempo llegar a la escena del crimen. Las luces de la policia brillaban en la oscuridad.
Salio y se dirigio hacia Tate, quien estaba solo, ante un cuerpo cubierto.
– ?Nunca te tomas un dia libre?
– No cuando el asesino es asi de raro -el miro mas alla de su hombro.-?Donde esta…?
– Se ha ido. Dejemoslo asi, ?vale?
Pero por su expresion ella podia decir que las noticias lo sorprendieron, pero el no queria presionar.
– Jane Do. Las mismas heridas que Gloria y nuestro tio en el Market que estallo en llamas en una combustion espontanea por causa del gas. ?Quieres echar un vistazo de cerca?
– Igual que un destornillador en la cuenca de mi ojo. Claro, dejame echarle un vistazo.
– Ooo, bienvenida, Sra. Snark. Te he extranado.
Simone no respondio cuando descubrio el cuerpo y le echo un vistazo a la pobre mujer. Tate tenia razon, y cuando se agacho, un inequivoco trazo de olor la golpeo.
Kaiaphas.
El cuerpo de la mujer hedia al demonio.
Ella cerro los ojos cuando empezaron a cambiar y se forzo a si misma a calmarse. Asi que el hermano de Xypher habia sido todo el tiempo el asesino que estaban buscando.
Seguramente Xypher tambien lo habia olido. ?Por que no se lo habia dicho?
Se puso lentamente en pie.
– Voy a necesitar que el cuerpo se combustione instantaneamente otra vez, Tate.
– Claro… yo necesito algo mejor que eso.
Simone levanto la mirada pasando de ellos. Habia una casa con un alero que estaba suelto.
Eso funcionaria.
Aparto a Tate con el brazo un instante antes de usar sus poderes para sacarlo rapidamente.
Esto cayo sobre el cuerpo, decapitandolo.
– Problema resuelto.
Tate jadeo ante ella y levanto su mano.
– No quiero saber como lo has hecho. Mi informe ya es bastante complicado.
Simone empezo a responder, pero la sensacion de ser observada regreso a ella. Esta se arrastraba sobre su piel con una maliciosa intencion.
Esta vez, a causa de sus poderes, podia fijarlo.
– Estaras bien, Tate.
Ella retrocedio cuando el fotografo vino corriendo a sacar mas fotos. Mientras Tate se encargaba de el y de los oficiales de policia, ella se deslizo en la oscuridad hacia la fuente de su incomodidad.
– Kaiaphas -llamo ella- Se que estas ahi fuera.
El aparecio directamente detras de ella, oliendo su pelo.
– Hueles igual que el ganado y demonio. ?Tienes idea de cuan provocativo es eso?
– Fantastico. Tengo feromonas de demonio. Justo lo que siempre he querido.
Kaiaphas se rio.
– Xypher no te dijo nada acerca de tu familia, ?verdad?
– No.
– Tu padre, Palackas, fue uno de los mas brutales asesinos que jamas he conocido. Antes que fuera esclavizado, se le conocia por arrasar pueblos enteros, asesinar hombres, ninos y a cualquiera que se pusiera en su camino.
– ?Estas mintiendo!
– No, no lo hago. ?Por que piensas que su maestro estaba tan decidido a traerle de vuelta? El era demasiado peligroso para ser incluso liberado.
Estaba mintiendo y ella lo sabia.
– Mi padre no fue asi. Era un buen hombre.
Kaiaphas la agarro por la cabeza y susurro algo que ella no podia entender.
En su mente, vio a su padre de joven. No, no un humano. Era un demonio. Sus ojos eran rojos como el fuego, sus dientes mellados y afilados, cuando irrumpia a traves de una antigua aldea asesinando todo lo que veia.
?Como podia ser eso?
– Sabia que Palackas habia desovado. Solo que no estaba seguro de que esa fueras tu. Hueles igual que tu madre… pero no habia esencia de Palackas en ti.
– ?Como sabes a lo que olia mi madre?
– Yo estaba alli, Simone. ?No lo recuerdas?
Ella jadeo cuando regreso a esa noche. Estaba otra vez en el asiento de atras, mirando por la ventana.
Habia dos hombres…
No, eran tres. El se habia inclinado y le habia arrebatado el collar a su madre del cuello. Entonces se habia vuelto como si la sintiera. Congelada, no podia moverse. Todo lo que podia hacer era rogar que el reposa cabezas del coche bloqueara su vision.
Entonces las sirenas de la policia habian inundado el aire.
El hombre en la tienda se habia largado.
No, ellos se habian desvanecido donde estaban…
Una autentica rabia la atraveso.
– ?Bastardo!
El se rio.
– Haz que parezca una muerte humana, habia dicho mi maestro. Si Palackas quiere vivir como uno, puede morir como uno. Y asi lo hizo. Yo asesine a su familia sabiendo que el no viviria sin ellos. Un poderoso demonio derrotado