Despues de todo, el tambien habia sido un delator: habia denunciado a Grekov ante la direccion politica del frente y si este no hubiera muerto a causa de una bomba alemana, le habrian enviado ante un peloton de fusilamiento. ?Que sentian, que pensaban estos hombres cuando eran enviados a los batallones disciplinarios, cuando eran juzgados por tribunales y les interrogaban en las secciones especiales?

Y ?cuantas veces antes de la guerra se habia visto involucrado en asuntos de ese tipo, cuantas veces habia escuchado tranquilamente mientras un amigo le decia: «He informado de mi conversacion con Piotr al comite del Partido»; «Ha revelado honestamente en la reunion del Partido el contenido de la carta de Ivan»; «Lo han convocado y el, como verdadero comunista, ha tenido que contarlo todo, desde los animos de los camaradas hasta la carta de Volodia»?

Si, si, todo eso habia ocurrido.

Y al fin y al cabo, con que finalidad… Todas esas explicaciones que el habia dado de viva voz y por escrito no habian ayudado a nadie a salir de la carcel. Solo tenian un verdadero sentido: impedir su propia caida en terreno pantanoso, salvarle.

Habia defendido mal, muy mal a sus amigos porque esas historias no le gustaban, las temia y las evitaba por todos los medios. ?Por que a veces sentia calor y otras frio? ?Que queria? ?Que el guardia de turno en la Lubianka conociera su soledad, que los jueces instructores se deshicieran en suspiros porque la mujer que amaba le habia abandonado, que tuvieran en cuenta que por las noches llamaba a Zhenia, que se mordia la mano y que su madre seguia llamandole Nikolenka?

Una noche Krimov se desperto, abrio los ojos y vio a Dreling junto al catre de Katsenelenbogen. La rabiosa luz de la lampara iluminaba la espalda del viejo prisionero de los campos. Tambien Bogoleyev se desperto y se sento sobre el catre con la manta sobre las piernas.

Dreling se precipito hacia la puerta y la golpeo con su puno huesudo, gritando con una voz tambien huesuda:

– ?En, guardia! ?Que venga un medico, rapido! Un detenido ha sufrido un ataque al corazon.

– ?Silencio! ?Callese! -grito el guardia, que habia corrido a mirar por la mirilla.

– ?Como que silencio? ?Un hombre se esta muriendo! -chillo Krimov y, tras saltar de su cama, corrio hacia la puerta y comenzo a golpearla con el puno junto a Dreling.

Se dio cuenta de que Bogoleyev se habia vuelto a acostar y se habia cubierto con una manta, como si temiera mezclarse en aquel episodio nocturno.

Enseguida se abrio la puerta y en la celda irrumpieron varios hombres.

Katsenelenbogen yacia sin conocimiento. A los guardias les llevo un largo rato instalar su enorme cuerpo en la camilla.

Al dia siguiente por la manana Dreling pregunto de improviso a Krimov:

– Digame, ?se ha encontrado usted a menudo, en su calidad de comisario politico, con manifestaciones de descontento en el frente?

– ?De que descontento habla? -le replico Krimov-. ?Por que?

– Me refiero al descontento respecto a la politica bolchevique de los koljoses, a la direccion general de la guerra; en definitiva, a cualquier manifestacion de descontento politico.

– Ni una sola vez. Nunca me he encontrado con el menor indicio de una actitud semejante -afirmo Krimov.

– Ah, ya entiendo, me lo imaginaba -concluyo Dreling, y asintio satisfecho.

7

La idea de cercar a los alemanes en Stalingrado se consideraba un golpe de genialidad.

La concentracion secreta de tropas en los flancos de los ejercitos de Paulus repetia un principio nacido en los tiempos en que los primeros hombres, con los pies desnudos, la frente baja, la mandibula prominente, se deslizaban a traves de los arbustos y rodeaban las cuevas que habian usurpado los forasteros venidos de los bosques. ?Que era lo sorprendente? ?La diferencia entre el garrote y la artilleria de largo alcance? ?O la inmutabilidad de ese principio a lo largo de los siglos?

Pero ni la desesperacion ni el asombro han logrado hacer comprender que el movimiento en espiral de la humanidad, aunque alargue sus giros, mantiene un eje invariable.

En cualquier caso, si bien el principio del cerco, que constituia la esencia del plan de Stalingrado, no era nuevo, es indiscutible el merito de aquellos que idearon el ataque seleccionando con inteligencia las zonas donde se aplicaria el viejo metodo. Escogieron bien el momento de entrar en accion, instruyeron y dispusieron habilmente los ejercitos. Otro de los meritos de los organizadores de la ofensiva fue la magistral interaccion entre tres frentes: el del suroeste, el del Don y el de Stalingrado. Una de las tareas mas arduas fue la concentracion secreta de las tropas en la estepa desprovista de camuflajes naturales; Entretanto, fuerzas del norte y el sur se preparaban, deslizandose a lo largo de los flancos derecho e izquierdo de los alemanes, para coincidir en las inmediaciones de Kalach, cercar al enemigo, romper los huesos y oprimir el corazon y los pulmones del ejercito de Paulus. Se invirtieron esfuerzos abrumadores en la elaboracion de los detalles de la operacion, en obtener informacion sobre el armamento, las tropas, las retaguardias y las lineas de comunicacion del enemigo.

Sin embargo, en la base de este trabajo en el que participaban el comandante supremo, el mariscal Iosif Stalin; los generales Zhulcov, Vasilievski, Voronov, Yeremenko, Rokossovski y muchos oficiales de talento del Estado Mayor General, estaba el principio del cerco del enemigo, introducido en la practica militar por los velludos hombres primitivos.

Se puede reservar la denominacion de «genio» para aquellos que introducen en la vida ideas nuevas, ideas que se refieren a la sustancia y no al envoltorio, al eje y no a las espirales en torno al eje. Pero desde los tiempos de Alejandro Magno las innovaciones estrategicas y tacticas no tienen nada que ver con ese tipo de proezas divinas. Abrumada por el caracter monumental de las operaciones militares, la conciencia humana tiende a identificar las grandiosas batallas con las conquistas mentales de sus jefes militares.

La historia de las batallas muestra que los jefes militares no han introducido variantes significativas en las operaciones relacionadas con la ruptura de la defensa, el acoso, el cerco, la liquidacion del enemigo: adoptan y ponen en practica los principios que ya conocian los hombres de Neardenthal, aplicados, al fin y al cabo, por los lobos que cercan a las tropas y por las tropas que intentan defenderse de los lobos.

Un energico director de fabrica que conozca su oficio garantizara el aprovisionamiento necesario de materias primas y combustible, la intercomunicacion entre los talleres, y respetara decenas de otras condiciones, pequenas y grandes, indispensables para hacer que la fabrica sea productiva.

Pero cuando los historiadores declaran que la actividad del director ha establecido los principios de la metalurgia, de la electrotecnica, del analisis radiologico del metal, la mente de aquel que estudia la historia de la fabrica empieza a disentir: los rayos X no fueron descubiertos por nuestro director, sino por Rontgen… y los altos hornos existian antes de nuestro director.

Los verdaderos descubrimientos cientificos hacen a los hombres mas sabios que la naturaleza. La naturaleza aprende a conocerse en estos descubrimientos, a traves de ellos. La gloria del hombre reside en las innovaciones de Galileo, Newton, Einstein, en el conocimiento del espacio, el tiempo, la materia y la energia. Con estos descubrimientos el hombre ha creado una profundidad y una altura superiores a las existentes en la naturaleza y de este modo ha contribuido a un mejor conocimiento de la naturaleza misma, a su enriquecimiento.

Se pueden considerar menos importantes, de segunda categoria, aquellos descubrimientos donde los principios existentes, tangibles, visibles, formulados por la naturaleza, son reproducidos por el hombre.

El vuelo de los pajaros, el movimiento de los peces, la oscilacion del cardo corredor y el giro de los cantos rodados, la fuerza del viento que hace balancear los arboles y mece sus ramas, la retropropulsion de las holoturias: todo esto es expresion de una ley tangible y clara. El hombre extrae el principio de un fenomeno, lo extrapola a su esfera y lo desarrolla conforme a sus posibilidades y exigencias.

Esas actividades son de una importancia capital para la existencia de aviones, turbinas, motores de reaccion, misiles. No obstante, la humanidad debe su creacion a su talento, no a su genio.

Los descubrimientos que utilizan principios descubiertos, cristalizados por los hombres, y no por la naturaleza -el principio de los campos electromagneticos, por ejemplo-, que encuentran su aplicacion y su desarrollo en la radio, la television, los radares, forman parte de los descubrimientos de segunda categoria. Lo mismo sucede con la

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