– Borre tu memoria.

– ?Que significa que borraste?

El habia metido la mano en su mente y la habia liberado de los acontecimientos de la noche anterior.

Mary jadeo y puso sus manos sobre sus caderas, parpadeando rapidamente. El sabia que tenia que explicarse rapidamente. No iba a procesar todo y la asaltarian conclusiones de que el era un asesino.

– Mary, tuve que traerte a casa para poder protegerte mientras espero noticias de mis hermanos. -Las que todavia no habian llegado, maldicion. -Aquellos hombres que nos atacaron, no son humanos y son muy buenos en lo que hacen.

Ella cayo sobre el suelo sin gracia, como si sus rodillas no la sostuvieran. Sus ojos estaban agrandados y ciegos mientras negaba con la cabeza.

– Mataste a dos de ellos. -Dijo ella con una voz muerta. -Le rompiste el cuello a uno. Y al otro…

Rhage maldijo. -Siento haberte enredado en todo esto. Siento haberte puesto en peligro ahora. Y siento haberte borrado la memoria…

Ella lo miro con dureza. -No lo hagas otra vez.

El sentia que no podia hacerle esa promesa. – No a no ser que tenga que salvarte. Sabes mucho de mi ahora, y esto te pone en peligro.

– ?Me has borrado la memoria alguna otra vez?

– Nos encontramos en el centro de entrenamiento. Tu viniste con John y Bella.

– ?Cuanto hace de ello?

– Un par de dias. Puedo devolvertelos, tambien.

– Espera un minuto. -Ella fruncio el ceno. ?Por que no me has hecho olvidar todo sobre ti hasta el momento actual? Ya sabes, borrarlo todo.

Como si ella hubiera preferido eso.

– Iba a hacerlo. Anoche. Despues de cenar.

Ella lo miro desde la distancia. -?Y no lo hiciste debido a lo que paso e el parque?

– Y porque…-Dios, ?hasta donde queria llegar el? ?Realmente queria que ella supiera lo que sentia? No, penso el. Ella lo miraba totalmente sobresaltada. Ahora apenas era el momento para que llegaran las felices noticias, que un vampiro masculino se habia vinculado a ella. -Por que es una invasion a tu intimidad.

En el silencio que siguio, podia verla trabajar sobre los acontecimientos, las implicaciones, la realidad de la situacion. Y luego su cuerpo dejo su dulce olor a su excitacion. Ella recordaba como la habia besado.

Bruscamente, ella se estremecio y fruncio el ceno. Y la fragancia fue cortada.

– Ah, Mary, en el parque, cuando yo mantenia la distancia de ti mientras nosotros…

Ella sostuvo su mano, parandolo. -Todo sobre lo que quiero hablar es sobre lo que vamos a hacer ahora.

Sus ojos grises se encontraron con los suyos y no dudaron. Ella estaba, el comprendio, lista para algo.

– Dios…eres asombrosa, Mary.

Sus cejas se levantaron. -?Por que?

– Manejas toda esta mierda realmente bien. Sobre todo la parte de lo que soy.

Ella paso un mechon de su pelo detras de su oreja y estudio su cara. -?Sabes algo? No es una gran sorpresa. Bien, los es, pero…sabia que eras diferente desde el primer momento ente vi. Yo no sabia que eras un… ?Os llamais vampiros?

El asintio.

– Vampiro. -Dijo ella, como si hiciera una prueba con la palabra. -No me has hecho dano o asustado. Bien, no realmente. Y…sabes, he estado clinicamente muerta al menos dos veces. Una cuando entre en paro cardiaco mientras me hacian el transplante de medula osea. Otra vez cuando tuve una pulmonia y mis pulmones estaban llenos de liquido. Yo, ah, no estoy segura de donde fui o por que volvi, pero habia algo al otro lado. Ni cielo con nubes y angeles y todo aquel jazz. Solo una luz blanca. Yo no sabia lo que era la primera vez. La segunda, solo fui directamente a ello. No se por que volvi…

Ella enrojecio y dejo de hablar, como si se avergonzara por lo que le habia revelado.

– Has visto al Fade. -Murmuro el, intimidado.

– ?El Fade?

El asintio. -Al menos, asi es como lo llamamos.

Ella nego con la cabeza, claramente indispuesta de ir mas lejos con el sujeto. -De todas formas, hay mucho que no entendemos sobre este mundo. ?Los vampiros existen? Esto es solo una cosa mas.

Cuando el no dijo nada durante un ratito, ella le echo un vistazo. -?Por que me miras asi?

– Eres un wahlker. -Dijo el, sintiendo como si debiera levantarse e inclinarse ante ella, como una costumbre.

– ?Un wahlker?

– Alguien quien ha ido a otro lado y ha vuelto. De donde yo vengo, ese es un titulo de distincion.

El telefono movil sono y ambos giraron sus cabezas. El sonido venia de dentro del petate.

– ?Podrias traerme aquel bolso?-pregunto el.

Ella se inclino e intento levantarlo. No pudo. -?Por que no te doy solo el telefono?

– No. -El lucho por ponerse de rodillas. -Solo dejame…

– Rhage, lo conseguire…

– Mary, para. -Le ordeno el. -No quiero que lo abras.

Ella retrocedio ante la cosa, como si estuviera llena de serpientes.

Con una sacudida el metio su mano dentro. En cuanto encontro el telefono, lo levanto y se lo puso al oido.

– ?Si? -El ladro, cerrando parcialmente la cremallera del petate.

– ?Estas bien? -Dijo Tohr. ?Y donde infiernos estas?

– Estoy bien. Solo que no estoy en casa.

– Ninguna mierda. Cuando Butch no te encontro en el cuarto de gimnasia y tampoco en la casa, se preocupo y me llamo. ?Necesitas que vayamos a buscarte?

– No. Estoy bien donde estoy.

– ?Y donde esta eso?

– Llame a Wrath la pasada noche y no me ha contestado. ?Esta en los alrededores?

– El y Beth se fueron a un lugar intimo en la ciudad. Ahora, ?donde estas? – Cuando no hubo una rapida respuesta, la voz de sus hermanos cayo un poco mas abajo. -Rhage, ?que infiernos estas haciendo?

– Solo dile a Wrath que lo estoy buscando.

Tohr maldijo. -?Estas seguro de que no necesitas que vayamos a buscarte? Puedo enviar un par de doggen con una bolsa de cuerpo plomada.

– Nah, estoy bien. – El no iba a ninguna parte sin Mary. -Mas tarde, hombre.

– Rhage…

Colgo y el telefono sono otra vez inmediatamente. Despues de comprobar la ID, el dejo a Tohr dejar un mensaje en el buzon de voz. El dejo la cosa a su lado en el suelo cuando su estomago se quejo.

– ?Quieres que te consiga algo de comida? -Le pregunto Mary.

El la miro un momento, atontado. Y luego tuvo que recordarse que ella no sabia la intimidad que le ofrecia. De todas formas la idea de que ella le honrara con el alimento que le prepararia con sus propias manos lo dejaron sin aliento.

– Cierra tus ojos para mi. -Le dijo el.

Ella se puso rigida. Pero cerro los parpados.

Se inclino hacia delante y presiono sus labios suavemente sobre los suyos.

Aquellos ojos grises reabrieron de par en par, pero el se retiro antes de que ella pudiera.

– Me gustaria que me alimentaras. Gracias.

Capitulo 22

Cuando el sol se fue, O ojeaba los bosquejos del edificio que cubrian la mesa de la cocina de U. El marco uno.

Вы читаете Amante Eterno
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату