volvia a estar controlado otra vez. Incluso su respiracion. Su cuerpo tambien.

Ella lucho por volverse a sentar, intentando recordar como utilizar sus brazos y piernas.

– No soy un hombre, Mary, aun cuando mis partes se parezcan. Lo que has tenido no es nada comparado con lo que quiero hacerte. Quiero mi cabeza entre tus piernas lamiendote hasta que grites mi nombre. Tambien quiero montarte como un animal y mirar tus ojos cuando este dentro de ti ?Y despues de esto? Quiero tomarte de cada forma. Quiero hacertelo por detras. Quiero echarte un polvo, contra la pared. Quiero que te sientes sobre mis caderas y me montes hasta que ya no pueda respirar. -La miraba a su nivel, brutal en su honestidad. -Pero nada de esto va a pasar. Si lo sintiera menos, seria diferente, mas facil. Pero tu le haces algo extrano a mi cuerpo por lo que controlarme totalmente que es la unica manera que puedo estar contigo. No puedo aflojarlo y lo ultimo que quiero es darte un susto infernal. O peor, hacerte dano.

Las visiones nadaron en su cabeza, visiones de todo lo que el le habia descrito y su cuerpo se humedecio de nuevo para el. El suspiro y gruno suavemente, el habia cogido el olor de su sexo y le habia agradado.

– Oh, Mary. ?Me permitiras que te de placer? ?Me dejaras tomar tu suave excitacion donde quiera que vaya?

Ella queria decirle que si, pero la logica de lo que el le sugeria era dificil: poniendose desnuda, delante de el, a la luz de una vela. Nadie excepto los doctores y las enfermeras sabian como habia quedado su cuerpo despues de que la enfermedad se hubiese retirado. Y ella no podia por menos que pensar en las hermosas mujeres que habia visto como iban hacia el.

– No soy a lo que estas acostumbrado. -Dijo ella suavemente. -No soy…hermosa. -El fruncio el ceno, pero ella nego con la cabeza. -Confia en mi sobre eso.

Rhage la merodeo, aquellos hombros se movieron como un leon. -Permiteme mostrarte lo hermosa que eres. Amablemente. Despacio. Nada violento. Sere un perfecto caballero, te lo prometo.

Sus labios se separaron y tuvo un vistazo de las puntas de sus colmillos. Entonces su boca se poso sobre la suya y Dios, el era fantastico, todo droga barriendo sus labios y su lengua. Con un gemido, ella enrollo sus brazos alrededor de su cuello, clavando sus dedos en su cuero cabelludo.

Cuando el la poso sobre el suelo, ella se preparo para recibir su peso. En cambio el se estiro a su lado y aliso su pelo hacia atras.

– Despacio. -Murmuro el. -Con cuidado.

El la beso otra vez y esto fue un rato antes de que sus largos dedos fueran al interior de su camiseta. Cuando subio la camiseta, ella intento concentrarse sobre lo que le hacia con la boca, obligandose a no pensar en lo que se revelaba. Pero cuando el retiro la tela sobre su cabeza, el aire fresco golpeo sus pechos. Ella se los cubrio con las manos y cerro los ojos, rezando para que estuviera lo suficientemente oscuro entonces el no podria ver la mayor parte de ella.

Una yema del dedo acaricio la base del cuello, donde estaba la cicatriz de su traqueotomia. Luego permanecio sobre la piel fruncida de su pecho donde los cateteres habian sido enchufados. El le bajo la cinturilla de su pijama hasta donde estaban las perforaciones de los agujeros de su estomago de los tubos alimenticios. Entonces el encontro el sitio de insercion de su transplante de medula osea, sobre su cadera.

Ella no podia soportarlo. Se sento y agarro la camiseta para protegerse.

– Oh, no, Mary. No lo pares. -El capturo sus manos y las beso. Entonces el tironeo de la camiseta. -?No vas a dejar que te mire?

Ella giro su cabeza cuando el tomo su cubierta. Sus pechos desnudos se pusieron de punta y elevaron cuando sus ojos la tocaron.

Entonces Rhage beso todas y cada una de las cicatrices.

Ella temblo no importaba cuanto intentara quedarse quieta. Su cuerpo habia sido bombeado lleno de veneno. Dejo los agujeros y cicatrices a la intemperie. Hecha infertil. Y aqui estaba este hermoso hombre rindiendole culto como si todo lo que tenia era digno de reverencia.

Cuando la miro y le sonrio, ella se echo a llorar. Los sollozos le salieron con duros como punetazos, rasgandole el pecho y la garganta, exprimiendo sus costillas. Ella se cubrio la cara con las manos, deseando tener la fuerza para irse a otro cuerpo.

Mientras ella lloraba, Rhage la sostuvo contra su pecho, meciendola hacia delante y hacia atras. Ella no tenia ninguna de idea de cuanto tiempo iba a durar antes de que se hiciese pedazos, pero eventualmente el llanto redujo la marcha y ella se dio cuenta de que el se dirigia a ella. Las silabas y la cadencia le eran completamente desconocidas y las palabras indescifrables. Pero el tono…el tono era encantador.

Y su bondad era una tentacion para la que ella no tenia valor.

Ella no podia confiar en el para su confort, no hasta este momento. Su vida dependia de mantenerse entera y alli habia una cuesta resbaladiza de lagrimas. Si ella comenzaba a llorar ahora, no pararia en los siguientes dias y semanas. Dios lo sabia, el duro interior de su centro habia sido la unica cosa que la habia ayudado todo el tiempo que habia estado enferma. Si ella perdia aquella resolucion, no tendria ningun poder en absoluto contra la enfermedad.

Mary se limpio los ojos.

No otra vez, penso ella. No lo perderia delante de el otra vez.

Se aclaro la garganta e intento sonreir. -Entonces. ?Como es para un temblor asesino?

El dijo algo en la otra lengua y luego nego con la cabeza y cambio al ingles. -Llora todo lo que quieras.

– No quiero llorar. -Ella miro su pecho desnudo.

No, lo que ella queria ahora mismo era tener sexo con el. Cuando el mar de lagrimas finalizo, su cuerpo comenzo a responder otra vez. Y considerando que el ya habia visto lo peor de sus cicatrices y parecia haberse apagado, se sintio mas comoda.

– ?Hay alguna posibilidad de que quieras besarme despues de todo esto? -Pregunto ella.

– Si.

Sin permitirle pensar, ella agarro sus hombros y lo condujo hacia su boca. El se contuvo durante un momento, como si estuviera sorprendido por su fuerza, pero entonces el la beso profunda y largamente, como si entendiera lo que ella necesitaba de el. En materia de un momento el la tenia totalmente desnuda, el pijama desparecio, los calcetines desaparecieron, las bragas la abandonaron.

El la acaricio con las manos desde la cabeza hasta los muslos y se movio con el, se levantaba, se arqueaba, sintiendo la piel desnuda de su pecho contar sus pechos y su estomago mientras la lisa tela de sus pantalones caros se frotaban como aceite corporal sobre sus piernas. Ella estaba dolorida y aturdida cuando el hociqueo su cuello, mordisqueo su clavicula, abriendose camino hasta sus pechos. Ella levanto la cabeza y miro como la lengua salia y hacia un circulo alrededor se su pezon antes de que el lo tomara en su boca. Mientras se amamantaba de ella, su mano se deslizo por el interior de sus muslos.

Y luego el le tocaba su centro. Ella se elevaba hacia el, su respiracion salia rapidamente de sus pulmones.

El gimio, su pecho vibraba contra el suyo cuando el emitio el sonido.

– Dulce Mary, eres tal como me imagine. Suave…empapada. -Su aspera voz, con fuerza, le daba una idea de cuanto control utilizaba para mantenerse a si mismo bajo clausura. -Abre tus piernas para mi. Un poco mas. Exacto Mary. Esto es tan…oh, si.

El resbalo un dedo y luego dos en su interior.

Habia pasado mucho tiempo, pero su cuerpo sabia donde se dirigia. Jadeando, agarrandose a sus hombros con las unas, Mary lo miro lamer su pecho cuando el movio su mano sobre su cuerpo, su pulgar rozando el lugar correcto en la carera ascendente. En un destello de un relampago ella exploto, la fuerza de la liberacion la lanzo precipitadamente a un vacio donde solo latir y blanco calor existian.

Cuando ella se echo hacia atras, los pesados ojos de Rhage eran graves, su cara tensa y oscura. Parecia un completo extrano, completamente fuera de ella.

Ella intento coger la manta para cubrirse, calculando que con la camisa no haria ni la mitad del trabajo. El movimiento la hizo consciente de que sus dedos todavia la penetraban.

– Eres muy hermosa. -Le dijo el bruscamente.

La palabra hermosa la hizo sentir incomoda. -Permiteme levantarme.

– Mary…

– Esto es demasiado incomodo. -Ella lucho y su cuerpo solo hizo que lo sintiera mas.

– Mary, mirame.

Ella lo fulmino con la mirada, frustrada.

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