– No, no bese a las mujeres, nunca lo hago. Y lo odie. No lo volvere a hacer otra vez, Mary. Encontrare otro modo de impedir descontrolarme mientras tu estes en mi vida. No quiero a nadie mas que a ti.
Le permitio que rodara sobre ella. Cuando el se puso encima de ella, su peso caliente, presionando la horquilla de su cuerpo donde el estaba alojado. La beso tiernamente, lamiendola con la lengua, queriendola con sus labios. Era tan apacible aunque estuviera en su interior y su cuerpo almacenara la clase de fuerza que podria partirla por la mitad.
– No terminare esto si tu no me quieres. -Le susurro el en su cuello. -Me retirare ahora mismo.
Ella lo atrajo poniendo sus manos en su espalda, sintiendo cambiar los musculos y la expansion y compresion de sus costillas mientras respiraba. Ella inhalo profundamente y atrapo un olor encantador, erotico. Oscuro, picante, sazonado con especias. Entre sus piernas ella sintio una rapida contesta humeda, como si la fragancia fuera un toque o un beso.
– ?Que es ese maravilloso olor?
– Mio. – Murmuro el contra su boca. -Es lo que pasa cuando un hombre se vincula. No lo puedo evitar. Si me dejas continuar, estara por toda tu piel, en tu pelo. Tambien dentro de ti.
Con esto, el empujo profundamente. Ella se arqueo hasta el placer, dejando el flujo de calor por todas las partes de su cuerpo.
– No puedo hacerlo otra vez esta noche.- Gimio ella, mas para si misma que para el.
Cayendo completamente, el tomo su mano y la coloco sobre su corazon.-Nunca mas, Mary. Lo juro por mi honor.
Sus ojos eran graves, un buen voto como podria hacer cualquier ser vivo. Pero el alivio que sintio en su promesa era un problema.
– No me enamorare de ti. -Dijo ella. – No puedo permitirmelo. No quiero.
– Esta bien. Te amare lo suficiente para los dos. -El se sumergio en ella, llenando sus profundidades.
– Tu no me conoces. – Ella le pellizco el hombro y luego le lamio la clavicula. El sabor de su piel hizo que su lengua cantara, que aquel olor especial se condensara en su boca.
– Si, te conozco. -El se retiro, sus ojos considerandola con la conviccion y la claridad de un animal. -Se que me mantuviste a salvo cuando el sol estuvo alto y yo me encontraba indefenso contra ello. Se que te preocupaste por mi aun cuando tuviste miedo. Me alimentaste de tu cocina. Se que eres una guerrera, una superviviente, una wahlker. Y se que el sonido de tu voz es el mas precioso que nunca antes escuche. -El la beso suavemente. -Lo se todo sobre ti y todo lo que veo es hermoso. Todo lo que veo es mio.
– No soy tuya. -Susurro ella.
El rechazo no lo desconcerto. -Bien. Si no puedo tenerte, entonces tomame. Obten todo de mi, un pequeno trozo, todo lo que quieras. Pero por favor, toma algo.
Ella llego hasta su cara, acariciando los planos y angulos perfectos de sus mejillas y su mandibula.
– ?No temes al dolor?-Pregunto ella.
– No, pero te dire que me asusta como el infierno. Perderte. -El miro sus labios. ?Ahora quieres que me separe? Por que lo hare.
– No. Quedate. -Mary mantuvo los ojos abiertos y atrajo su boca hacia la suya, resbalando su boca en su interior.
EL temblo y comenzo a moverse en un ritmo estable, penetrando y retirandose, cada vez el eje mas grueso vacilando en la rotura de su conexion.
– Te sientes…tan perfecta. -Dijo el, puntualizando las palabras con sus golpes. -Fui hecho para…estar en tu interior.
El delicioso olor que provenia de su cuerpo se intensifico cuando lo hizo el bombeo, hasta que toda ella lo podria sentir, toda ella oleria a el, toda ella sabria a el.
Ella lo llamo por su nombre cuando culmino y lo sintio acercarse al borde con ella, su cuerpo estremeciendose con el suyo, su liberacion tan poderosa como lo habian sido sus embistes, su orgasmo vertido en ella.
Cuando el se quedo quieto, los giro para quedar de lado. El la apreto contra el, tan cerca que ella podia oir los latidos del gran corazon en su pecho.
Ella cerro los ojos y durmio con un agotamiento que rivalizaba con la muerte.
Capitulo 29
Aquella tarde, cuando cayo el sol y las persianas se elevaron sobre las ventanas, Mary decidio que podria acostumbrarse a ser mimada por Rhage. Lo que no podia tolerar eran mas alimentos. Puso sus dedos sobre su muneca, deteniendo la cantidad de pure que le llegaba.
– No, estoy llena. – Dijo ella mientras se reclinaba sobre las almohadas. – Mi estomago va a reventar.
Con una sonrisa, el recogio la bandeja de platos, luego se sento al lado de ella otra vez. El habia desaparecido durante la mayor parte del dia, trabajando, penso y ella le agradecio el sueno que obtuvo. Su agotamiento empeoraba cada dia y podia sentir como se deslizaba la enfermedad. Su cuerpo sentia como si luchara por mantener sus procesos regulares, pequenos dolores que le aparecian por todas partes. Y los hematomas en su espalda: amoratadas senales que florecian bajo su piel en una tarifa alarmante. Rhage se habia horrorizado cunado los vio, estaba convencido que le habia hecho dano mientras habian mantenido sexo. Le habia costado mucho tiempo de conversaciones para hacerle comprender que no habia sido culpa suya.
Mary se concentro en Rhage, no queriendo pensar en la enfermedad o en la cita con el doctor que pronto tendria. Dios, el no se veia mejor que lo que ella se sentia, aunque el no estaba entusiasmado, no habia pasado totalmente. Cuando el se sento a su lado en la cama, se frotaba los muslos con las palmas, parecia que tenia un caso de hiedra venenosa o de varicela. Ella estaba a punto de preguntarle que le pasaba cuando le hablo.
– Mary, ?me dejaras hacer algo por ti?
Incluso aunque el sexo era lo ultimo que le pasaba por la mente, ella miro los biceps que se tensaban bajo su camisa negra. ?Puedo saber que es?
Un suave grunido salio de el – No deberias mirarme asi.
– ?Por que no?
– Por que quiero montarte cuando tu lo haces.
– No luches contra lo que sientes.
Como el ataque de doble combate, sus blancas pupilas brillaron. Era algo extrano. Un momento antes eran negros. La cercana palida luz, brillaba sobre ellos.
– ?Por que pasa eso? -Pregunto ella.
Sus hombros se tensaron cuando se dirigio amenazadoramente sobre sus piernas y se apoyo sobre si mismo. Ella podia sentir su energia llegandole, saliendo de el.
– ?Rhage?
– No tienes que preocuparte por ello.
– Ese tono duro en tu voz me dice que tal vez deberias decirmelo.
– El se rio de ella y sacudio la cabeza. – No. Mejor que no. Sobre el favor. Nuestra raza tiene un medico, Havers. ?Me dejaras que le de acceso de tus archivos medicos? Tal vez nuestra ciencia puede ayudarte.
Mary fruncio el ceno. Un doctor vampiro. Hablar sobre exploraciones de sus terapias alternativas.
Vaya, ?exactamente que podia perder?
– Bien. Pero no se como conseguir las copias…
– Mi hermano, V, es un Dios de los ordenadores. Puede entrar dentro y la mayor parte del material deberia estar online. Todo lo que necesito son los nombres y lugares. Tambien las citas si las tienes.
Cuando cogio un papel y una pluma, ella le dijo donde la habian tratado asi como los nombres de sus doctores. Despues de que el lo hubiera escrito todo, miro fijamente la hoja de papel.
– ?Que? -Pregunto ella.
– Hay mucho. -Sus ojos se levantaron hacia los suyos. -?Como de malo es, Mary?
Su primer impulso fue decirle la verdad: que ella deberia tener dos rondas de quimioterapia, un transplante de de medula osea y todo habia pasado muy duramente. Pero entonces penso en la pasada noche, cuando sus emociones estuvieron tan fuera de control. Era una caja de dinamita y su enfermedad era la mejor mecha. Lo ultimo