Capitulo 30
Mary estaba abajo en la habitacion del billar, hablando con Fritz sobre la historia de la casa, cunado los oidos del doggen recogieron un sonido del que ella no se habia percatado.
– Podria ser que los senores hubieran vuelto.
Ella fue hacia una de las ventanas mientras un par de focos se balanceaban alrededor del patio.
El Escalade se paro, sus puertas se abrieron y los hombres salieron. Con las capuchas de sus trajes bajadas, ella los conocia de la noche en que habia llegado a la mansion. El tipo de la perilla y los tatuajes en sus sienes. El hombre de la melena espectacular. El terror que tenia cicatrices y el oficial militar. El unico que ella no habia visto antes era un hombre con el pelo largo y negro y las gafas de sol.
Dios, sus expresiones eran tristes. Tal vez alguien se habia hecho dano.
Ella busco a Rhage, intentando controlar el panico.
El grupo se arremolino y condenso detras del SUV como si alguien saliera de la casa del guarda y sostuviera la puerta abierta. Mary reconocio al tipo que habia entre las jambas como quien habia estado jugando al futbol en el vestibulo.
Con todos esos grandes cuerpos masculinos colocados en un apretado circulo en la parte posterior del Escalade, que era dificil decir lo que estaban haciendo. Pero parecia que una especie de cosa pesada estaba entre ellos…
La luz mostro una rubia melena.
Rhage. Inconsciente. Y llevaban su cuerpo hacia aquella puerta abierta.
Mary estaba fuera de la mansion antes de comprender que estaba corriendo.
– ?Rhage!!Parad!!Esperad! – El frio aire se movia rapidamente en sus pulmones. -?Rhage!
Ante el sonido de su voz, el se movio con fuerza, levantando la mano hacia ella. Los hombres se pararon. Un par de ellos maldijo.
– ?Rhage! – Ella se paro de golpe, patinando sobre las piedrecitas. -Que…oh…senor.
Habia sangre sobre su cara y sus ojos desenfocados por el dolor.
– Rhage…
Su boca abierta. Moviendose silenciosamente.
Uno de los hombres dijo.-Mierda, nosotros podriamos dejarlo en su habitacion ahora.
– ?Desde luego que lo dejareis alli! ?Se ha herido luchando?
Nadie le contesto. Ellos solo cambiaron de direccion y llevaron a Rhage a traves del vestibulo de la mansion, hacia la escalera. Despues de que lo dejaron sobre la cama, el tipo de la perilla y los tatuajes en la cara le retiro el pelo hacia atras a Rhage.
– Hermano, ?tal vez podemos traerte algo para calmarte en el dolor?
La voz de Rhage era confusa. -Nada. Mejor asi. Conoces las reglas. Mary… ?Donde esta Mary?
Ella fue hacia la cabecera y tomo su mano floja. Cuando ella presiono sus labios sobre sus nudillos, comprendio que el traje estaba en perfectas condiciones, sin rasgaduras o agujeros. Lo cual significaba que no lo llevaba enciman cuando se habia hecho dano. Y alguien se lo habia puesto encima.
Con una horrible intuicion, ella alcanzo el lazo trenzado de cuero alrededor de su cintura. Lo aflojo, tiro de los bordes y dejo el traje abierto. Desde sus claviculas hasta sus caderas estaba cubierto de vendas blancas. Y la sangre habia fluido a traves de ellas, brillante, ofensivamente roja.
Con miedo de mirar, pero necesitando saber, con mucho cuidado toco una esquina y la levanto.
– Dios querido – Ella se tambaleo y uno de los hermanos la sostuvo. -?Como le pasado esto?
Cuando el grupo permanecio tan silencioso, ella empujo a quienquiera que fuera que la sostenia, se distancio y los miro a todos. Ellos estaban inmoviles, mirando fijamente a Rhage…
Y con todo el dolor que el sentia. Dulce Jesus, ellos no podian haber…
El de la barbita la busco con la mirada.
Lo habian hecho ellos.
– Vosotros hicisteis esto.- Siseo ella.!Vosotros le hicisteis esto!
– Si. -Dijo el que llevaba las gafas de sol. -Y no es cosa tuya.
– Sois unos bastardos.
Rhage emitio un sonido y luego se aclaro la garganta. -Dejadnos.
– Volveremos para ver como te encuentras, Hollywood. -Dijo el tipo del pelo largo multicolor. -?Necesitas algo?
– ?Un injerto de piel? -Rhage sonrio un poco y luego se estremecio cuando se movio sobre la cama.
Mientras los hombres salian por la puerta, ella fulmino con la mirada sus espaldas. Aquellos malditos animales…
– ?Mary? -Murmuro Rhage. -Mary.
Ella trato de recomponerse. Exaltarse por lo que le habian hecho esos gamberros no iba a ayudar a Rhage ahora mismo.
Ella lo miro, ahogando su furia y le dijo. – ?Me dejaras que llame al doctor del que me hablaste? ?Como se llamaba?
– No.
Ella queria decirle que perdiera al tipo-resistente-soportando-el dolor-notablemente. Pero sabia que lucharia y argumentarselo era lo ultimo que necesitaba.
– ?Quieres quedarte con el traje o te lo quito?- Le pregunto ella.
– Fuera. Si puedes soportar mirarme.
– No te preocupes por eso.
Ella le desato el cinturon de cuero y retiro la seda negra, queriendo llorar cuando el rodo hacia un lado y hacia el otro para ayudarla mientras grunia por el dolor. Cuando terminaron de quitarle el traje, la sangre rezumaba sobre su costado.
Aquel hermoso edredon quedaria arruinado, penso ella, no dando una mierda.
– Has perdido mucha sangre. -Ella doblo el pesado traje.
– Lo se. -El cerro los ojos su cabeza hundiendose sobre la almohada. Su cuerpo desnudo experimentaba una serie de intermitentes espasmos, sus musculos temblaban y los pectorales se movian sobre el colchon.
Ella puso el traje en la banera y volvio. -?te limpiaron antes de vendarte las heridas?
– No lo se.
– Tal vez deberia comprobarlo.
– Dame una hora. Para entonces el sangrado habra parado.- El suspiro e hizo una mueca. -Mary…ellos tenian que hacerlo.
– ?Que? -Ella se inclino hacia el.
– Ellos tenian que hacer todo esto. Yo no…- Otra respiracion fue seguida por un gemido. -No te enfades con ellos.
Que les den por el culo.
– Mary. -Dijo el con fuerza, sus embotados ojos se concentraron en ella. -No les di ninguna opcion.
– ?Que hiciste?
– Se acabo. Y no debes enfadarte con ellos. -Su mirada se puso borrosa otra vez.
Con lo preocupada que estaba, lo que queria es que todos esos bastardos se fueran al infierno.
– ?Mary?
– No te preocupes. – Ella le acaricio la mejilla, deseando poder lavar toda la sangre que tenia en la cara. Cuando el se estremecio por el ligero contacto, ella se retiro. -?No vas a permitirme conseguirte alguna cosa?
– Solo hablame. Leeme…
Habia unos libros contemporaneos en los estantes al lado de los DVD, ella se acerco a los libros de tapa dura. Cogio el de Harry Potter, el segundo y coloco una silla al lado de la cama. Al principio era dificil concentrarse por que ella seguia controlando su respiracion, pero al final ella encontro el ritmo y el tambien. Su respiracion era mas lenta y los espasmos cesaron.
Cuando se durmio, ella cerro el libro. Tenia la arrugada frente y lo labios palidos y apretados.