John saco su pluma y su papel. Cuando termino de escribir, giro las palabras hacia Wellsie.
Ella sonrio. -Eres muy bienvenido. Y si, te mostrare como hacerlo.
John asintio. Y luego estrecho los ojos.
Wellsie sonreia tan extensamente que le vio alguno de los dientes. Dos frontales eran muy largos.
Ella cerro la boca, como si se corrigiera asi misma. -Solo vete a dormir, John y no te preocupes por nada. Habra mucho tiempo para pensar manana.
Miro a Tohrment, cuya cara era distante.
Y asi es como lo supo. Lo supo sin que se lo dijeran. Siempre habia sido consciente de que era diferente, finalmente iba a saber por que: estas dos encantadoras personas iban a decirselo.
John penso en sus suenos. De mordiscos y sangre.
Tenia el presentimiento de que no era su imaginacion.
Eran sus recuerdos.
Capitulo 37
Mary clavo los ojos en la mano extendida de la Elegida y luego miro a Rhage. Su cara era severa, su cuerpo estaba tenso.
– ?No va a ayudarlo?- Le pregunto Layla.
Tomando aliento, Mary fue hacia el lugar extendiendo su mano hacia ella.
Layla la tiro hacia abajo y sonrio un poco. -Se que esta nerviosa, pero no se preocupe, esto terminara rapidamente. Entonces me ire y tan solo estaran usted y el. Pueden abrazarse el uno al otro y desterrarme de sus pensamientos.
– ?Como puede soportar…ser usada de este modo? -Dijo Mary.
Layla fruncio el ceno. -Proporciono lo que es necesario, no soy usada. ?Y como no voy a dar a la Hermandad? Ellos nos protegen para que podamos vivir. Ellos nos dan nuestras hijas para que las tradiciones puedan continuar…o al menos, solian hacerlo. Ultimamente nuestros numeros menguan, porque los hermanos no acuden a nosotras. Tenemos una necesidad desesperada de ninos, pero por ley solo podemos reproducirnos con los miembros de la Hermandad. -Ella miro hacia Rhage. -Es por eso que fui seleccionada esta noche. Estoy cerca de mi necesidad y habiamos esperado que me tomara.
– No queria mentirte. -Dijo Rhage suavemente.
– Lo se. De todos modos le servire.
Mary cerro los ojos, imaginandose la clase de nino le podria dar a Rhage a una mujer. Cuando su mano busco su estomago plano, ella lo imagino creciendo, aumentando y pesado. La alegria seria aplastante; estaba bastante segura. Como el dolor de saber que nunca pasaria era enorme.
– Entonces, guerrero ?que va a hacer? ?Tomara lo que estoy contenta de dar? ?O correra el riesgo de danar a su companera?
Cuando Rhage vacilo, Mary comprendio que la unica solucion la tenian ante ellos. Tenia que hacerlo.
– Bebe. -Le ordeno ella.
El busco sus ojos -?Mary?
– Quiero que te alimentes. Ahora.
– ?Estas segura?
– Si.
Durante un latido el silencio se congelo. Entonces volvio a arrodillarse ante Layla otra vez. Cuando se inclino hacia adelante, la mujer se levanto la manga y poso su brazo sobre su muslo. Las venas en el interior de su muneca eran azul claro debajo de la piel blanca.
Rhage busco la mano de Mary mientras abria su boca. Sus colmillos se alargaron, creciendo tres veces mas de lo habitual. Con un leve sonido de siseo, se inclino y puso su boca sobre Layla. La mujer se tenso y luego se relajo.
El pulgar de Rhage acaricio la muneca de Mary, su mano caliente contra la suya. Ella no podia ver exactamente lo que hacia, pero el sutil movimiento de su cabeza indicaba que chupaba. Cuando apreto su palma, ella le devolvio el gesto debilmente. Toda la experiencia era demasiado extrana y tenia razon: habia una espantosa intimidad en ello.
– Acaricielo. -Susurro Layla. -Esta a punto de parar y demasiado pronto. No ha tomado suficiente.
Entumecidamente, Mary extendio la mano y la puso sobre su cabeza. -De acuerdo. Estoy bien.
Cuando Rhage hizo el movimiento de echarse hacia atras, como si supiera que le estaba mintiendo, ella penso en todo lo que el estaba dispuesto a hacer por ella, todo lo que el habia sido capaz de hacer por ella.
Mary sostuvo su cabeza en el lugar, empujandolo hacia abajo. -Tomate tu tiempo. De verdad, todo esta bien.
Cuando ella apreto su mano, sus hombros se suavizaron y se acerco hacia ella, colocando su cuerpo a su alrededor. Ella separo sus piernas para que el pudiera colocarse entre ellas, su pecho descansando sobre su muslo, sobre su empequenecida espalda. Ella le paso la mano sobre su rubio pelo, sus gruesas ondas, lisas que se hundian entre sus dedos.
Y de repente, todo dejo de ser tan extrano.
Incluso aunque ella pudiera sentir los tirones de el mientras tomaba de la vena de Layla, el cuerpo de Rhage contra el suyo le era familiar y la caricia sobre su muneca le decia que pensaba en ella mientras se alimentaba. Ella miro a Layla. La mujer lo miraba, pero la concentracion sobre su cara era clinica.
Mary recordo lo que le habia dicho sobre el beber: si la mordia, sentiria su placer. Claramente no habia nada entre el y la Elegida. Sus cuerpos todavia separados, tranquilos. No con las convulsiones de cualquier clase de pasion.
Los ojos de Layla se elevaron y ella sonrio. -Lo esta haciendo bien. Solo otro minuto mas o menos.
Cuando acabo. Rhage levanto su cabeza ligeramente y dio vuelta al cuerpo de Mary, que aliviaba la sujecion de sus caderas, poniendo sus brazos alrededor de ella. El descanso su cara sobre su muslo y aunque ella no podia verle la expresion, sus musculos estaban relajados, incluso respirando profundamente.
Ella echo una mirada a la muneca de Layla. Habia dos pequenos pinchazos y un leve rubor, solo un pequeno corrito de sangre.
– El necesitara algo de tiempo para recomponerse. -Dijo Layla cuando ella se lamio y luego se bajo la manga. Se puso de pie.
Mary acaricio a Rhage la espalda mientras miraba a la mujer. -Gracias.
– Sea muy bien bienvenida.
– ?Vendra otra vez cuando el la necesite?
– ?Ustedes dos me quieren? ?Yo, especificamente?
Mary se fortalecio ante la emocion de la mujer. -Si, yo, ah, pienso que si.
Layla absolutamente brillaba, sus ojos llenos de felicidad.
– Querida, eso seria un honor. – Ella se inclino. -El sabe como convocarme. Llameme en cualquier momento.
La mujer dejo la habitacion con paso ligero.
Cuando la puerta se cerro, Mary se inclino y beso el hombro de Rhage. El se revolvio. Levantando la cabeza poco a poco. Entonces el se froto la boca con su palma, como si no quisiera que ella viera ningun resto de sangre sobre el.
Cuando alzo la mirada hacia ella, sus parpados eran bajos, su fija mirada brillante un poco borrosa.
– Hola.- Dijo ella, acariciando su pelo hacia atras.
El sonrio con esa sonrisa especial suya, lo que hacia que pareciera un angel. -Hola.
Ella toco su labio inferior con su pulgar. -?Sabia buena? Cuando el vacilo, dijo ella. -Se honesto conmigo.
– Si. Pero preferiria que hubieras sido tu y pense en ti siempre. Me imaginaba que eras tu.
Mary se apoyo hacia abajo y lamio su boca. Cuando sus ojos llamearon con sorpresa, ella deslizo su lengua en su interior y cogio una muestra del persistente sabor, un vino tinto dulce.
– Bueno. -Ella murmuro contra sus labios. -Quiero que pienses en mi cuando lo hagas.